Amar Entre Dos Mundos. 1

Katy no sabe en qué momento su cuerpo se relajó de tal forma que perdió todos los sentidos y cayó en un profundo sueño. De repente siente que la zamarrean y es el taxista que la intenta despertar por encima del asiento del conductor.

⎯ ¡Señorita!…señorita, ya llegamos. Despierte.

Ella abre sus ojos y al ver que está encima de ella, grita y busca con desesperación la daga dentro de su bolso, pero solo encuentra su celular.

⎯ Suélteme, ¿qué hace? No me toque.⎯ se remueve en el asiento y lo aparta con todas sus fuerza.⎯ Si no me deja llamaré a la policía, no me haga daño.

⎯ Solo la estoy despertando, llegamos. Su viaje terminó.⎯ le responde el señor.⎯ No le voy a hacer daño. Cálmese, soy un hombre decente.

⎯ No le creo. Usted, usted con sus amigos me…

Ella está por confesar que lo reconoció; pero de repente mira para todos lados y se da cuenta que es verdad, que están en su antiguo barrio, entonces busca la billetera en su bolso, le entrega el dinero y abre la puerta para huir lo más lejos posible.

⎯ ¡Señorita esto es mucho dinero, tenga su vuelto!⎯  grita el conductor pero ella lo ignora.

 Katy está aterrada, no tiene su daga y no se siente capaz de acabar con la miserable vida de ese hombre, entonces sale corriendo con el traje en la mano. Lo único que desea en este momento es apartarse y nunca más estar frente a él.

Cuando llega al edificio donde se encontraba su antiguo hogar, se dirige al jardín interno, que era solo para los residentes del lugar, se sienta en un banco y se aferra con todas sus fuerzas al traje que sostiene entre sus manos, lo abraza como si de él dependiera su vida y llora por un buen rato. Se siente estúpida, por un momento creyó que había acabado con la vida de ese malviviente, pero todo fue un sueño y ahora se da cuenta que no está preparada para matar a nadie, su misión es imposible y no quiere perder a Bruno. Luego de unos minutos deja de llorar, seca sus lágrimas, se recompone un poco pensando en que debe entregar la maldita muda e ir a su casa a descansar. Entonces se relaja estirando su cuerpo y moviendo su cuello de un lado para otro, hasta que lo escucha sonar y cuando sus músculos no están tan tensos, arregla un poco su maquillaje en el espejo de la entrada principal y camina hacia las escaleras, está muy nerviosa y cree que su día a cada minuto empeora más y más.

Mientras tanto, Kreto se encontraba en su cuarto, en su rostro se dibuja la sonrisa de un bobo enamorado, aún sentía las caricias de su bella Katy sobre su mejilla y el calor de su pecho no se apaciguaba con nada. Deseaba con todo su ser que ella descubra la verdad y lo elija; pero eso no depende de él si no de Cupido, el dios del amor y su relación con él no es para nada buena.

 ⎯ Delia.⎯ grita desesperadamente mientras sale de su habitación y vuelve a entrar a sus aposentos para terminar de vestirse.

⎯ Sí mi niño.⎯ Delia entra a la habitación y ve las mudas de ropa en la cama y por instinto comienza a doblar.⎯ ¿Qué deseas?

⎯ Necesito hablar con Cupido. Manda un telegrama de forma urgente y que se presente ante mí.

Delia que se encontraba de espalda guardando la ropa, se gira y con mucha ternura acaricia su hombro para que él la mire, entonces suavemente le habla como una madre le aconseja a su hijo.

⎯ Kreto, no creo que él quiera verte. Enviar a alguien, no es una buena idea.

⎯ Delia, sabes que nunca quise lastimarlo, pero no tuve opción, su mujer no cumplió con el trato y tuve que enviarla al limbo. Ese es mi trabajo.

⎯ Lo sé;  pero Cupido no puede perdonarte. Él realmente quería a Centella, por más que ella haya sido una bruja con todo el mundo.

⎯ Entonces, ¿qué hago? Sabes que me interesa Katy; pero ella solo quiere recuperar a Bruno. Debo intervenir de alguna manera.⎯ suspira resignado.

⎯ Dale tiempo al tiempo. Que ella descubra la verdad por sí sola y cuando menos lo esperes, pronto regresará a ti.⎯ la mujer abraza a su amo con mucha ternura y le habla al oído.⎯ Yo pude ver en sus ojos que usted despertó un interés especial en su corazón, no se desanime y tenga paciencia.

⎯ Tienes razón. Esperaré.⎯ suspira.⎯ Un año pasa rápido.⎯ ese era el tiempo pactado para que Katy recuperé a Bruno y maté a esos hombres o vuelva al castillo.

⎯ Ahora ve a atender a la doncella que espera en el salón, es un manojo de nervios y te aseguro que su alma no tiene salvación.

⎯ Enseguida voy.

⎯ No la hagas esperar demasiado. ¡Y ya cambia esa cara! Que no todo está perdido.

⎯ De acuerdo, pondré mi mejor sonrisa. ¿Qué haría yo sin ti?

⎯ Nada, soy la voz de tu conciencia.⎯ Delia sonríe.

⎯ Eres más que eso y lo sabes.⎯ Kreto amaba a su ama de llaves y nunca perdía la oportunidad de confesar sus sentimientos.⎯ Eres como mi madre y te amo.

⎯ Una madre no te tendría tanta paciencia.⎯ le contestó acariciando su rostro.⎯ Pero también te amo y tienes suerte de tenerme.

⎯ Lo sé.⎯ él abraza nuevamente a la mujer y acaricia su espalda, se ve tan pequeña a su lado pero tiene una personalidad tan fuerte que lo menos que transmite es fragilidad, ellos se separan y Kreto dice.⎯ Bueno, será mejor que comience a trabajar.

⎯ Si señor, hoy tienes varias citas programadas.

⎯ Seguro la mayoría son de Gabriel. Ese ángel guardián no aprende, debe ser más selectivo. No le puedo dar una oportunidad a todos. No es justo.

⎯ Así es.⎯ responde Delia y sale del cuarto para que él tenga privacidad.

Kreto por estar inmersos en sus emociones, no se dio cuenta que Katy estuvo frente a unas de las almas que tenía que entregarle y no pudo cumplir con su objetivo. Ahora ella está mucho más cerca de volver a su lado pero él ni siquiera lo sospecha. Él vuelve a la rutina, la joven que debía atender no aceptó la misión y ahora deambula por el limbo sin rumbo fijo.