Un Infierno Sin Ti 5 Parte De Subastada Al Diablo

Nota de la autora:

Como no se cumplió el apoyo que os dije de los votos entonces no tendréis el siguiente capítulo de regalo, me espere hasta hoy, pero nada, así que aquí tenéis un capítulo normal con una meta que cumplir.

Si queréis más capítulos de regalo más a diario entonces ya saben que todas las semanas tenéis que dejar vuestro voto semanal y estar en el 1 puesto como siempre estuvimos, así que ya saben diablas este domingo comienza de nuevo el VOTO SEMANAL, cuanto más rápido voten más rápido subo capítulo y no tenéis que esperar un día, es cuestión de todas vosotras sois más de 1.000 personas que dan me gusta a los capítulos entonces no cuesta nada dejar el voto semanal.

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Gracias de nuevo se quien apoya 100% y quien no todo lo muestra la aplicación 😄💜

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Abro la puerta de la clínica encontrándome con Dante que estaba revisando algunos papeles sobre los materiales de la clinica.

Cuando me escucha alza su mirada, pero yo solo me dirijo en completo silencio a la camilla de Derek que seguía estando rodeado de cables.

Hoy al parecer era él día de los momentos incomodos, porque se forma también en la clínica cuando estamos en silencio y es que no era para menos había gritado a Dante y le había amenazado de muerte.

Igualmente, no me arrepentía porque eso le hizo espabilarse para salvar a Derek.

Escucho un carraspeo de su parte.

-Si necesitas estar sola con él solo tienes que decírmelo y me iré – me dice mirándome fijamente, aunque le diera la espalda.

-No estaría mal – le suelto.

-Alessia... - sus pasos se escuchan acercándose más a mí. - No me gusta estar así contigo – suelto un suspiro. - ¿Te hice algo? Porque está claro que estas cabreada conmigo – me doy la vuelta enfrentándolo.

Veo una mueca de su parte esperando una respuesta.

-Sabes que nunca haría nada que afectara la vida de Derek y menos la tuya - añade al ver que no le digo nada.

-Esto está siendo demasiado difícil Dante – le dejo en claro. - Hasta que no despierte Derek no voy a estar tranquila por lo tanto tendré mis nervios a mil – le explico. - No quería amenazarte, pero estaba desesperada porque pensaba que perdía a mi esposo, así que por favor ahórrate tus palabras y cuando toda esta mierda pase tal vez tengamos una conversación - suelta un suspiro agotador. - Me impediste que fuera detrás de él las cosas podrían ser ahora diferentes si no me hubieras agarrado – veo en sus ojos culpabilidad.

-Solo seguía las ordenes de mi jefe – me dice sincero.

-Yo también soy tu jefa – alzo un poco más mi voz sonando mortal. - Y si te digo algo tienes que cumplirlo – doy un paso hacia adelante. - Si Derek se muere nunca te lo perdonare...

De nuevo mi rabia aparece.

Y es que era verdad hubiera preferido que me hubieran disparado a mí, a lo mejor también pude empujarlo, pero Dante no me lo permitió.

Dante me observa apenado por unos segundos hasta que aparta su mirada de mi caminando rápido hacia la puerta para después marcharse dejándome a solas con Derek.

Suelto un largo suspiro sentándome en la silla que estaba al lado de la camilla, la arrastro pegándome más.

Acaricio de nuevo su pelo sintiendo de nuevo mil emociones a la vez cuando veo en el estado en el que esta, pena, rabia, tristeza, melancolía...

-No te puedes imaginar cuanto te estoy echando de menos italiano gruñón y ni si quiera ha pasado dos días – niego con mi cabeza observándole. - Aun mi cabeza no es capaz de procesar todo lo que ha pasado porque hace unas cuantas horas estábamos despertando juntos después de haber estado una madrugada haciendo el amor contigo, por lo menos yo lo sentí así no era como otras veces – suelto otro suspiro. - Se que, si despiertas no será ni hoy ni mañana, tu recuperación es larga, pero quiero que sepas que aquí te estaré esperando porque no me pienso ir a ningún lado al menos que a mí también me maten – bajo mi mano a su mejilla. - Si tu diste tu vida para evitar que destruyeran nuestro hogar yo voy a hacer lo mismo, me pondré en el lugar de tiro tal vez es la única manera de acabar con esto – hago una pequeña pausa acariciándolo. - Se que te pondrías de peor humor por lo que voy a hacer, pero esta vez no estarás para verlo... - ya me imaginaba sus gruñidos, aunque estuviera dormido. - Tienes que despertar para seguir escuchando tus gruñidos cada vez que reparto besos por tu rostro, cada vez que te digo te quiero, cada vez que la fastidio o te hago cabrear – se me escapa una pequeña sonrisa al recordar momentos así. - Te amo – me alzo dejando un beso en su mejilla. - Te amo por más que tú me digas lo contrario – dejo otro beso, pero esta vez en su comisura. - Ya lo se maldita cursi – sonrió de nuevo intentando fingir su voz dejando esta vez un beso en sus labios entonces siento un pequeño escalofrió al notar como si su brazo se moviera.

Me aparto de él despacio contemplándolo viendo que no se movía seguía escuchándose el sonido de las máquinas y el latido de su corazón por ahora normal.

Frunzo mi ceño sin entender, ¿eran mis ganas de que se despertara que hasta sentía cosas que no eran?

Supongo que si...

Me acerco de nuevo a él dejando otro beso en sus labios no sintiéndolos tan fríos como unas cuantas horas atrás.

Lo miro por última vez antes de salir de la clínica, ya afuera camino por el pasillo volviendo a tener mis pensamientos en una emboscada.

Tenía que hacer algo...

Y tenía que aprovechar ahora que Alex estaba ocupado intentando pensar en un plan.

Sin más saco mi móvil buscando el contacto de Alessandro ya que era el único que aún no podía hacer mucho, aunque él estaba intentando dejar lo mejor de él.

¿Estas ocupado con los demás?

Voy directa al grano.

No como me gustaría jefa aún no puedo hacer mucho

Me contesta a los pocos segundos.

Necesito que estes a mi lado en los calabozos no sé cómo va a reaccionar Francesco ya que tengo que hablar con él y si se pone intenso podría intentar escaparse de su celda.

Era mejor prevenir que curar, seguía sin fiarme de Francesco...

A la orden jefa nos vemos en los establos o más bien lo que era de ellos...

Sin más guardo mi móvil caminando afuera de la mansión no sin antes ir armada por si las moscas.

Solo me lleva unos cuantos minutos llegar a los establos viendo lo quedaban de ellos, una verdadera pena normal que los caballos salieran corriendo asustados, esperaba que ninguno estuviera herido o muerto.

Alessandro llega con una de las camionetas en la que me subo para ir directos a los calabozos para acortar el camino más rápido.

-¿Sabes cómo esta Francesco? - me pregunta a los pocos segundos después de saludarme.

-Nervioso, lo hierve la sangre el no poder hacer nada por su situación hasta pregunto cómo esta su hijo – niego con mi cabeza.

-Le gusta llevar el control de todo como el jefe por eso se sube por las paredes – me contesta. - Lo bueno de que este encerrado en los calabozos es que si logra escapar se perdería por tantos túneles ya que él no lo conoce – asiento con mi cabeza dándole la razón.

-Todo está pensado por algo, tienes un jefe inteligente – le digo sincera.

-Jefa... sabes que, aunque el jefe sea duro con nosotros lo prefiero – lo miro. - Este que llego diciendo que sustituirá al jefe mientras tanto... - se calla pensando en lo que iba a decir. - ¿Cómo estás segura de que se echara atrás cuando el jefe se recupere? - era normal que dudara no le conocía lo suficiente.

-Porque le conozco y no de hace unos días él se retirará cuando Derek despierte nunca haría algo malo en contra de él le quiere como un hermano – asiente con su cabeza.

Se forma un silencio de unos minutos hasta que llegamos al punto exacto donde teníamos los calabozos, nos bajamos de la camioneta, pero esta vez Alessandro me lleva por otra entrada en la que nunca accedí.

-¿Tienes una relación amorosa con él? - me detengo cuando estaba bajando las escaleras al escucharle.

-Sí, de eso se trata el poliamor de que puedes tener una relación con más personas – me río cuando veo su cara de sorpresa.

-Tendré que investigar me estoy quedando atrás - me contesta cuando termino de bajar y el también.

Me río de nuevo al ver su cara de burla.

-Ten cuidado – le digo cuando veo como arrastra varias piedras y troncos para tapar la entrada.

-No te preocupes jefa aun puedo mover piedras – enciende una pequeña linterna alumbrando el pasillo largo.

-Joder... como huele a humedad aquí - arrugo mi nariz cuando observo las paredes escuchándose gotas caer al suelo.

-No me quiero imaginar lo que se sentiría morir encerrado en una celda sin agua y sin comida –no entiendo porque lo dice hasta que pasamos por una viendo un esqueleto dentro de la celda rodeado de telarañas.

Si... seguro que Derek lo dejo hay como muestra de lo que le podrían pasar a otros que acabaran en el mismo lugar de lo que fue esa persona en su día...

Seguimos avanzando por el pasillo frío hasta girar y entrar en otro pasillo llegando a una de las celdas en la que estaba Francesco ya que se escuchaba movimiento.

Me detengo en la celda viendo a Francesco de espaldas caminando hasta el final de ella, cuando se da la vuelta y me ve corre plantando ambas manos en los garrotes viejos y oxidados mirándome con los ojos muy abiertos.

-Alessia sácame de aquí - habla rápido. - Se que vine aquí voluntariamente pero ya no puedo seguir más aquí - pocas veces había visto así a Francesco de desesperado.

Al ver que solo le observo vuelve a hablar.

-Viniste a sacarme de aquí, ¿no? Las cosas tuvieron que mejorar, ¿no? - cambia su gesto a uno de duda para luego endurecer un poco su mandíbula mirándome fijamente.

-Primero se saluda luego se habla – le suelto con frialdad.

Hago un movimiento con mi mano a Alessandro.

-Ábreme la puerta – le ordeno.

-¿Está segura jefa? - me pregunta dudoso cuando coge las llaves que estaban colgadas al otro lado de la pared para que no tuvieran oportunidad de alcanzar a cogerlas.

-Sí - le contesto segura.

Se acerca a la puerta metiendo la llave para después abrirla dejándome pasar cerrándola detrás de mi cuando yo me acerco al trozo de piedra que había para sentarse.

Observo las paredes a mi alrededor para después detener mi mirada de nuevo en Francesco que me mira esperando a que le dijera.

-¿Y? - insiste.

-¿Qué? - le suelto haciéndome la tonta provocando que eso le molestara cuando suelta un pequeño gruñido.

-¿Qué si me vas a sacar de esta mierda de sitio? - me suelta algo irritado. - No estoy en él mejor sitio con el problema de corazón que tengo – sin poder evitarlo sonrió de lado.

Ahora se preocupaba y admitía que tenía un problema de corazón...

Miro a un punto pensando para después soltar:

-Déjanos a solas Alessandro...

Para el próximo capítulo tenemos que llegar a 33K👍

Mi instagram donde estaréis informadas de todo: @mishistoriascontadasenpapel

Alessia

Derek