LA HEREDERA.

Rosario volvió a su trabajo, Renata ya se encontraba ayudando a Carmen.

_ mamá donde estabas.- le pregunto Renata.

_ solucionando un asunto.- rosario se acercó, tomo un delantal y se lo puso._ hija, debemos hablar algo más tarde.- Renata asintió con la cabeza y siguió en lo que estaba.

El día laboral termino, rosario sonría era algo inevitable para ella, el haber hablado con Rodrigo y aclarado todos los maslos entendidos la tenía feliz y muy tranquila, habían sido 19 años de estarse preguntando del porqué del abandono de su amado, pero ahora sabia que todo no era más que una más de las artimañas de suegra.

_ mamá que querías hablar.- ya estaban en casa, Renata se acercó a su madre quien estaba en su peinando su larga cabellera.

_ ven siéntate.- rosario tomo la mano de su hija y la llevó a la cama._ he hablado con tu padre.- rosario no quería darle vuelta al asunto, Renata no era una niña.

_ y bien que te dijo.- Renata sonrió, no se le veía nada enojada.

_ no estás molesta.- pregunto rosario, no entendía la actitud de su hija.

_ para nada madre, me hace feliz saber que tengo un padre.

Rosario sonrió todo el día, había pensado como hablar con su hija, tenía miedo a la reacción que tendría.

_ me alegras de que tomes las cosas con calma, tu padre es un buen hombre, fuimos víctimas de las malas acciones de su madre.

_ eso quiere decir que ya aclararon las cosas.

_ si, ya aclaramos los malos entendidos, ahora quiere verte.- Renata salto de la cama feliz._ ten cuidado.

_ lo siento, es que me emociona que quiera verme, cuando seria.- pregunto mientras se sentaba de nuevo el lado de su madre.

_ mañana mismo.

_ que felicidad.- Renata abrazo a su madre.

_ hija, si sabes que tu vida cambiara por completo, eres la heredera de la familia Slim, una de las familias más poderosas de México.

_ ok, madre, eso si no me lo esperaba.

_ hija, lamento que hayas tenido que pasar por tantas necesidades.

_ no madre, yo te tengo que agradecer por no darte por vencida.

_ daría todo por ti.- el amor de una madre es incondicional, y eso era algo que se podía ver en Rosario.

Esa noche Renata se quedó a dormir esa noche con su madre, hablaron hasta tarde, Renata quería saber cada detalle de su padre.

...

FEDERICO.

El día menos esperado para mí llegó, no había dormido nada, como no lo hago desde hace casi 4 meses, él toque en la puerta, me dio, avisó que la hora estaba cerca.

No tuve ánimo para levantarme a abrir, así que me cubrí de pies a cabeza, odio mi vida, odio el hecho de haber nacido de mi padre. 

...

Teresa entró a la habitación de su hijo, él seguía en la cama.

_ hijo es hora de que te levantes.- teresa le jalo la sabana para descubrirlo.

_ no quiero levantarme.

_ hoy es tu boda, aún hay muchas cosas que alistar, toma un baño y baja a desayunar.- teresa salió de la habitación dejando a su hijo sentado en la cama.

Después de casi 30 minutos dando vuelta sobre la cama, Federico se levantó y entró a la ducha.

...

Mientras Renata, ayudaba en el puesto, ese día se sentía feliz, todo era perfecto, el clima, la gente, todo era agradable.

...

RENATA.

Hoy amaneció feliz, todo era agradable, no sé si es por el hecho que conoceré a mi padre. 

Las ventas una vez más eran buenas, mi madre sonreía como nunca y la abuela estaba contagiada con nuestra felicidad, mi padre vendrá por la tarde, así que hoy cerraremos temprano.

...

Carmen, rosario y Renata recogieron el puesto temprano.

_ bien mamá, ya estoy lista cuando digas nos podemos ir.- Renata salió de su habitación luciendo un lindo vestido rosa, su panza de 6 meses de embarazo la hacía lucir muy tierna.

_ estás hermosa hija, yo también estoy lista así que vamos.- rosario tomo su cartera._ nana nos vemos más tarde.

_ mis niñas hermosas, que les vaya bien.- Carmen se acercó y les dio la bendición, las dos salieron feliz de la casa.

...

El punto de encuentro sería la misma cafetería donde rosario había hablado con Rodrigo. Al llegar ya rodrigo estaba esperando, él sonría con alegría y nerviosismo.

_ ya están aquí.- se dijo Rodrigo, al verlas entrar.

Renata al verlo le sonrió, provocando las lágrimas de su padre.

_ mi hija preciosa.- le dijo Rodrigo con lágrimas cuando la tuvo cerca.

_ padre.- contesto ella con la misma emoción, una abrazo lleno de amor y anhelo los unió.

_ no sabes cuanto tiempo había esperado para escuchar esa palabra.- rosario los observaba, ella también lloraba, le dolía que Rodrigo se haya perdido la oportunidad de ver a su hija crecer.

_ aunque no lo dije siempre te extrañe. - los tres se sentaron a conversar, entre risas Renata escuchó toda la historia de sus padre.

su historia no era muy diferente, lo único bueno era que ella si contaba con el apoyo de sus padres.

_ siento mucho, que hayan tenido que aguantar todo eso.- Renata tomo las manos de sus padre._ espero y podamos recuperar todo el tiempo perdido.

_ si hija, es lo que más deseo, así que les pido que venga a vivir conmigo.

_ no creo que sea buena idea, tu madre no estaría de acuerdo.

_ no permitiré que ella se vuelva a interponer en mi felicidad, deben ocupar el puesto que siempre les ha correspondido así que no acepto un no por respuesta.

rosario, Renata se miraron y sonrieron, la actitud de Rodrigo les causó gracia.

_ por mi no ahí problema, Pero papá la abuela puede venir.- pregunto Renata.

_ por supuesto, tengo todo listo para ustedes, quizás se sientan extrañas al principio, pero me aseguraré que no se arrepientan.

Renata y rosario asintieron con la cabeza. mientras conversaban, la noticia que estaban presentando en el pequeño televisor de la cafetería llamo la atención de Renata, sus ojos se llenaron de lágrimas, tomo su bolso y salió corriendo.

_ hija que pasa espera.- grito Rodrigo sin lograr detener a su hija.

Renata salió a la calle y subió en el primer taxi que le hizo la parada, su llanto era incontrolable, se sentía morir.