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Un Príncipe En Mi Habitación

Un Príncipe En Mi Habitación

Status: Terminada
Genre:Viaje a un mundo de fantasía / Transmigración antigua a moderna / Completas
Popularitas:111.8k
Nilai: 5
nombre de autor: abbylu

¿Qué harías si el personaje que creaste se materializa en tu habitación? bueno eso mismo le paso a nuestra querida Arianna... quien aun no sé explica como es que eso sucedió.

NovelToon tiene autorización de abbylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 16

La luz del sol entraba a raudales por las ventanas del departamento cuando un gemido lastimero rompió el silencio de la sala. Mauricio entreabrió los ojos con dificultad, sintiendo la boca seca como papel, el estómago revuelto y un tambor retumbando en su cabeza. Parpadeó varias veces y trató de incorporarse… sin éxito.

—¿Dónde... estoy? —murmuró con la voz rasposa.

La respuesta no tardó. Unas pisadas se aproximaban firmes por el pasillo y, segundos después, Arianna apareció en la sala, con el cabello aún húmedo cayendo en ondas sobre su espalda y una bata de satén anudada a la cintura. Sus ojos fulminaban.

—¡Por fin despiertas! —exclamó con tono seco.

Mauricio parpadeó y la observó desorientado, sin poder evitar notar que se veía... impresionante, incluso molesta. Trató de incorporarse, pero una punzada aguda en la cabeza lo obligó a llevarse la mano a la sien.

—Agh... ¿sabes qué me pasó anoche? Siento que la cabeza me explota...

Sus dedos recorrieron su cuero cabelludo hasta que toparon con un pequeño bulto inflamado.

—¿Acaso me caí?

—Sí —respondió Arianna, cruzándose de brazos—. Y muy fuerte. Quisiste irte tambaleando por las escaleras y rodaste como saco de papas. Tuvimos que subirte nuevamente. No soy una desalmada, no iba a dejarte tirado afuera con esa borrachera.

Mauricio intentó procesar la información, pero su atención se desvió cuando algo —o mejor dicho, alguien— apareció en su campo de visión.

Caleb caminaba tranquilamente hacia la cocina, el cabello aún mojado peinado hacia atrás, con una camisa blanca entreabierta que dejaba ver su torso definido y un pantalón de vestir oscuro que se ajustaba perfectamente a su figura. Avanzaba descalzo, con un aire relajado y despreocupado, como si aquella fuera su casa. Al notar la mirada atónita de Mauricio, Caleb sonrió con calma y comenzó a abotonarse la camisa lentamente, uno a uno, como si estuviera en una pasarela y no en una sala de tensión post-borracheril.

Arianna también lo miró por un segundo, algo desconcertada, olvidando momentáneamente la reprimenda que tenía preparada.

Mauricio notó el cambio en su expresión y frunció el ceño.

—¿Quién...?

—Ah —Arianna parpadeó, recuperando el hilo—. Nada. Como decía... lo que pasó anoche fue un desastre. No sé qué se te cruzó por la cabeza viniendo aquí en ese estado.

—Yo... no sé cómo llegué —repitió Mauricio, rascándose la nuca, todavía confuso—. Solo recuerdo que… estaba molesto, y luego bebí… y después...

—Sí, ya me di cuenta —lo interrumpió ella, seca—. Estabas tan ebrio que intentaste entrar con TU llave sin siquiera tocar el timbre. ¿Sabes lo peligroso que pudo haber sido eso?

—¿Mi llave? —repitió, mirando su pantalón en busca de ella—. Espera... ¿todavía la tengo?

—No por mucho tiempo —dijo Arianna, extendiendo la mano con la palma abierta—. Devuélvemela, Mauricio.

Mauricio dudó un momento, visiblemente incómodo, pero finalmente sacó el llavero de su bolsillo y lo depositó en su mano. Sus ojos vagaron nuevamente hacia Caleb, quien ahora preparaba café como si llevara años viviendo ahí. Silbaba una melodía suave mientras servía dos tazas.

—¿Quieres café, cariño? —preguntó Caleb con voz serena, dirigiéndose a Arianna sin mirarlo a él.

—Claro —respondió ella, fingiendo naturalidad, aunque un leve rubor le coloreó las mejillas.

Mauricio los observaba sin poder creerlo. La escena frente a él parecía una postal de pareja consolidada: desayuno, rutina compartida, complicidad tácita.

—¿Entonces... él se quedó a dormir? —preguntó sin poder evitarlo, señalando a Caleb.

—¿Tú también —respondió Caleb antes de que Arianna hablara—, aunque con menos estilo, y sin consentimiento.

Mauricio se atragantó con su propia saliva, pero Caleb solo le dedicó una mirada ladeada, provocativa, como si quisiera decirle sin palabras: “Yo sí pertenezco aquí.”

Arianna suspiró.

—Mira, Mauricio. No quise que esto terminara así, pero lo hiciste inevitable. El comunicado, la ruptura, todo fue mi forma de protegerme. Lo que tú llamas un ‘desliz’ para mí fue una traición. Yo nunca miré a nadie más mientras estuvimos juntos.

—Lo sé... —dijo él bajando la cabeza, avergonzado.

—Y no puedes simplemente aparecer en mi puerta, intentar entrar como si nada, como si esto aún fuera tu espacio. Ya no lo es.

Mauricio bajó la mirada al suelo. A pesar de su dolor de cabeza, su chichón, su confusión… entendía. No tenía derecho a reclamar nada.

—Lo siento —murmuró.

—Yo también —respondió Arianna con suavidad—. Ahora que estás mejor y me devolviste las llaves, te pido que no regreses. Esto… no está bien para ninguno de los dos.

Mauricio asintió, y se levantó con torpeza. Al dar el primer paso tambaleó un poco y Caleb se acercó como si fuera a ayudarlo, pero en lugar de ofrecerle una mano, le dio una suave palmadita en el hombro.

—Cuídate la cabeza… parece que rodaste bastante —dijo con tono amistoso, aunque con una chispa burlona en los ojos.

Mauricio lo miró de reojo, sabiendo perfectamente que no había caído solo por las escaleras, pero prefirió no decir nada.

Se dirigió a la puerta, abrió y antes de salir, se detuvo un segundo.

—Adiós, Arianna.

Ella asintió con una media sonrisa.

—Adiós, Mauricio.

Y sin más, se fue.

Cuando la puerta se cerró, el silencio volvió por un instante. Arianna se quedó mirando las llaves que acababa de recuperar con un suspiro. Entonces Caleb se acercó, le tendió su taza de café y dijo:

—Admito que me excedí un poco anoche… pero al menos no lo maté.

Arianna soltó una carcajada inesperada y negó con la cabeza.

—Podrías haberte contenido un poco... aunque admito que fue una entrada bastante dramática.

—¿Y ahora qué sigue? —preguntó él, tomando un sorbo.

—Ahora… —ella lo miró de arriba abajo, notando aún cómo la camisa marcaba su figura— me das una explicación de por qué saliste tan... “arreglado” esta mañana.

Caleb levantó una ceja con una sonrisa de medio lado.

—¿Acaso no estoy cortejando a una dama moderna?

Arianna rió de nuevo.

—Sigues con eso del cortejo…

—Claro. Ya te dije que soy anticuado —respondió él, llevándose la taza a los labios mientras la miraba con diversión.

Y así, la mañana continuó, con café, bromas y un ambiente mucho más relajado. Aunque nadie lo decía en voz alta, ambos sabían que, después de esa noche, algo había cambiado entre ellos. Solo quedaba ver hasta dónde los llevaría ese juego que, sin querer, ya no parecía tan ficticio.

1
Edith Murillo
hope es muy buena mi sexi hermanastro también
Edith Murillo
quedé encantada de principio a fin como siempre mejor cortas y buenas 🥰🥰🥰 como siempre felicidades y sigue aquí seguimos
Melisuga
💖✍🏼💖
Es una novela PRECIOSA.
👏🏼💖✍🏼💖👏🏼
No sólo es la trama. Los personajes, escenarios, diálogos, conflictos,...; todo está exquisitamente diseñado.
👏🏼💐✍🏼💐👏🏼
Además, es un deleite ser una historia con tan buena ortografía y redacción.
👏🏼💖✍🏼💖👏🏼
¡Felicitaciones, estimada escritora👏🏼💐💖✍🏼👏🏼💐💖✍🏼💖💐👏🏼
Melisuga
¡Bebé a bordo!
😍😍😍
A ver cuánto demora Caleb en que le salte la ficha.
🤭🤭🤭
Melisuga
¡Una hermosura de historia!
💖💖💖
Melisuga
¡Cuánta ternura!
😍🩷😍🩷😍
Melisuga
Y a partir de ahora dormirán menos.
🤭🤭🤭
Melisuga
A Arianna le pasó distinto a la mayoría de las embarazadas que el peor trimestre en cuanto a síntomas es el primero.
Melisuga
*rayito
Melisuga
Sí.
Un bizcocho marca Caleb horneándose en tu pancita. 😉
Melisuga
Alto y claro, Catia. Espero que no necesites un dibujito para entenderlo.
Melisuga
¿Esta chica no era la implicada en la infidelidad de Mauricio?
Melisuga
¡Cuánto me apena la gente que solo ve la belleza exterior! Son realmente, muy infelices.
Melisuga
Caleb es directo, sincero y con sentimientos puros y nobles, todo lo que esperamos de un hombre de verdad.
💖💖💖
Es gracioso ver cómo Victor se siente descolocado al no ser él quien más protege y adora a su hermana.
Melisuga
¡Preciosísimo capítulo!
💖💖💖
Me encantó que Erick regresara y se convirtiera en un buen gobernante, que mostrara que no era el malvado sin corazón que inicialmente estaba destinado a ser.
👏🏼👏🏼👏🏼
Hermosísimo también todo lo que está pasando con Arianna y Caleb.
💖💖💖
Melisuga
¿Regresaron a su mundo?
¿La grieta transdimensional se activa por sí sola?
Melisuga
Muy bien lograda la intención de la escritora de trascender al acto y sumergirnos en las emociones de Arianna y Caleb mientras van forjando y reforzando la conexión sentimental que los une.
💖❤️‍🔥💖❤️‍🔥💖
Melisuga
Para Caleb es una realidad demasiado apabullante pero creo que él tiene bastante claro qué quiere y, sobre todo, qué no quiere. Ya decidió y ahora todo queda en acomodar las cargas y que Arianna se permita ser feliz junto a él.
Melisuga
Imaginar a Caleb abontonándose la camisa es casi un delirio... 😍😍😍
Melisuga
Ya me enamoré de Caleb.
💖💖💖
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