Brenda Sanches es una mujer de 29 años que después de descubrir a su enamorado con quien pensaba ser madre decidí irse y hacerse madre mediante inseminación artificial lo que no sabe que el donante no es humano por error a ella le llegó su donación y el reclamara a sus hijos que pasara entre ellos ? estarán juntos por amor oh llegarán a un acuerdo por sus hijos ven a leer esta historia facinante
NovelToon tiene autorización de Aye Simbron para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 15
Energías y frutillas
Íbamos en el auto, camino a casa. Brenda estaba sentada a mi lado, tranquila, pero mi mente no dejaba de darle vueltas a lo que acababa de descubrir: su amiga era una bruja blanca.
No sé qué pensar.
Decía ser buena… y Brenda confiaba en ella, pero algo en su presencia me inquietaba. Cuando está cerca, siento una energía extraña que se mete en mí como una corriente cálida. Me relaja, me cambia el humor. No sé si Brenda también lo siente. No sé si es normal. No sé si debería confiar en ella o proteger a Brenda… de ella.
Entonces, como si hubiera leído mis pensamientos, Brenda me llama.
—¿Santiago? —dice suave.
No reacciono.
—Santiago —insiste, ahora más firme.
La miro un momento y vuelvo la vista al frente.
—¿Estás bien, amor? —pregunta con preocupación.
—Sí, amor… ¿por qué?
—Es que hace un momento estabas en silencio… apretaste el volante y gruñiste un poco. ¿Hay algo que te molesta?
Respiro hondo. No puedo ocultárselo.
—Estaba pensando en todo lo que nos está pasando. Y no me juzgues… pero tu amiga me incomoda un poco.
Brenda me mira seria. Puedo notar su molestia.
—Pensé que ya habían hablado y que se entendieron. Amor, ¿qué es lo que te incomoda? Ya te dijimos que no pasará nada malo.
Su tono suena como el de una madre regañando a su hijo. Me da ternura, pero también sé que es mejor ser sincero con ella.
—Sí, cariño… pero te dije que no me juzgaras —le digo con una sonrisa para relajar el ambiente—. Es que no puedo evitarlo. Cuando está cerca… siento una energía que me recorre. Me cambia el humor, me relaja… y eso me pone en alerta. No me convence su actitud. Dijo que nuestra hija es importante para el futuro, pero… no lo sé. Me pone nervioso.
Ella me escucha con atención y, para mi sorpresa, no se enoja. Me responde con dulzura:
—Sí, sé a qué te referís. A mí también me pasa. Esa energía que te recorre el cuerpo y te hace sentir en paz… creo que lo hace para ayudarnos a mantener la calma. No creo que tenga malas intenciones —dice, sonriendo para reconfortarme.
—Está bien. No la voy a juzgar… por ahora. Pero si llega a hacerle algo a nuestra hija… —digo mientras detengo el auto frente a casa—. Amor, sé que es tu amiga, pero tenés que entenderme. Estoy enfrentando algo muy grande… y necesito saber con claridad quién está de nuestro lado y quién no.
—Lo entiendo, amor —responde—. Le diré que no interfiera tanto… pero no la rechaces del todo. Podría ayudarte con Ariel.
Esa parte no me gusta.
No me gusta que quiera incluirla en mis asuntos. Entiendo que sean amigas… pero yo no lo soy. No quiero que sepa cosas de mi manada, ni de mis estrategias. Pero me callo. Mejor no discutir.
Aunque si algún día pasa algo… podré decirle: te lo dije.
Sonrío solo con ese pensamiento, y Brenda me mira confundida.
—¿De qué te reís, amor?
—Es que… me imaginé entrando a casa, dándote frutillas con Nutella, y viéndote como una niña chiquita toda manchada —digo, divertido.
Ella ríe, como sabía que haría.
Pd: hola mis queridos lectores quiero agradecer el apoyo de ustedes no saben lo importante que es para mi me anima a seguir nonolviden dejar su opinión así se que les pareció oh si estoy bien y disculpen si tardo voy a intentar hacer más actualizaciones