En un reino maldito donde las personas se convierten en bestias al caer la noche, Aria, una joven cazadora, es enviada para eliminar a la Bestia maldita. Pero al llegar descubre que todo lo que decían, era falso y la Bestia de la que tanto temían, la arrastraría a sus más profundos, oscuros y lujuriosos deseos. ¿Podrá Aria acabar con la Bestia maldita o el deseo acabará con ella?
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El Rey ha muerto
En la sala diplomática, Yunaz fingiendo preocupación, expresaba su descontento ante el gabinete
-Es una crisis señores, debemos contener a como dé lugar, he enviado más tropas de las que debería para tratar de salvar a los aldeanos, me temo que será un río de sangre, hay que acabar con las bestias
Las puertas del salón se abrieron segundos antes de que las campanas comenzaran a sonar
-EL REY HA MUERTO! HAN ENVENENADO AL REY- gritaba uno de los guardias que fue enviado a dar la notica
Los nobles diplomáticos cubrieron su boca con asombro y los murmullos en la sala comenzaron a resonar más fuertes
-Hay que hacer la ceremonia de sucesión de emergencia, esto es una crisis, no podemos permitir que la noticia corra mientras la guerra apenas inicia
Yunaz asentía escuchándolos mientras se tocaba el pecho fingiendo dolor ante la muerte de su padre
-No me siento preparado, esto es tan terrible, mi querido padre…- sollozó con pesar mientras cubría su rostro con ambas manos simulando llanto
-Lo entendemos príncipe, pero ahora debe tener más valor que nunca
-Lo sé, me comprometo a llevar este Reino a ser el mejor Reino de la nación, lo convertiré en el primer imperio en nuestra historia
Todos aplaudían ante la convicción del nuevo Rey
La ceremonia se llevó a cabo con rapidez y anunció de inmediato la coronación de la nueva Reina
Aria caminaba vestida como una digna noble, los diplomáticos parecian no reconocer a quien no era más que una cazadora de origen pobre
-Oh Dios mi Rey, no sabíamos de su alianza
-Con la enfermedad de mi padre… no quería parecer indolente- expresó con pesar mostrándose vulnerable ante los nobles
-Mi Reina- Yunaz tomó la mano de Aria y la besó, haciendo que su estómago se removiera involuntariamente, por suerte no había comido reciente
-Mi… Rey- sonrió forzada, aquel hechizo dominaba su mente, más no su corazón, la repulsión era inevitable
Salieron de la sala diplomática hasta la sala del trono, donde caminaron cubiertos por una capa roja con detalles en oro y una corona que pesaba más de lo que imaginaban
Los nuevos Reyes estaban sentados en sus tronos
-Daremos aviso a los aldeanos de la nueva era que comenzará en este Reino, enviaremos más tropas para mantener a salvo a nuestra gente- el cetro de Yunaz resonó en el suelo ante su decreto
Los nobles aplaudían con regocijo, sin saber que acababan de firmar la sentencia de muerte para todo aquel que se opusiera a los planes del tirano
Fenrir en forma de pantera corría a toda velocidad, Lydia en su lomo se aferraba al arnés que había improvisado
-No puedo creer que me deje llevar por ti Fenrir, Kael se buscó sus desgracias
-Prefiero morir antes de ser gobernado y manipulado por ese psicópata, si Kael sigue vivo, debemos hacer lo posible por romper la maldición Lydia
Los cuerpos de las bestias y humanos sin vida, descuartizados, estaban por doquier, no habían discriminado, niños, ancianos y mujeres embarazadas estaban regados en el suelo sangriento
A medida que se aproximaban, Lydia trataba de conectar con Aria, pero su mente estaba bloqueada, la magia que la aseguraba era poderosa
-Morganna está muerta, lo sé hace años, no entiendo como su magia puede persistir poderosa en esa niña, sea quien sea que la está bloqueando, conoce la magia oscura tanto como ella
-Por qué no le advertiste a Aria de sus raices?
-No me compete decirle que su padre era un mago antiguo que trabajó años con Morganna hasta que se enamoró de su madre, esa fue la razón de que él le diera la espalda a Morganna y esta lo manipulara
-Vaya mierda con esa loca, estoy harto de su alcance
Llegaron a las afueras del castillo, estaba sumamente custodiado
-Te convertiré en un gato negro para poder acceder, comportaté
-Qué? NO! Definitivamente no
-Quieres salvar a tu amigo o no?
-Esto me parece increible…
Lydia hechizó a Fenrir con una sonrisa de burla en su rostro, a su vez, su aspecto tambien cambio, parecía aún más vieja y encorvada
Tomó a Fenrir en sus brazos y bajo una capa marrón gastada, caminó lentamente a las puertas del castillo
-A dónde se dirige la anciana?
-Me han llamado para entregar un fertilizador, para las uhm rosas del Rey- inventó mientras veía la gran cantidad de rosas en la entrada del castillo
Ambos soldados se vieron y ante la imagen de aquella lastimosa anciana, decidieron dejarla pasar sin sospechas
-Gracias queridos, está vieja más tarde les dará una recompensa
Los soldados asintieron con burla, qué recompensa les podría dar aquella desgastada anciana
Mientras caminaba lentamente, Fenrir, con sus sentidos agudos escuchaba los rumores entre trabajadores
“La nueva reina es tan hermosa, su cabello blanco y su piel de nieve, tendrán unos preciosos herederos al trono”
“Qué lástima por el Rey que no pudo ni conocer a sus nietos”
“Es cierto… aunque dicen que el Rey Yunaz no ha botado ni una lagrima por la muerte de su padre”
Fenrir no podía creerlo, la aceleración de los hechos a conveniencia de Yunaz debían ser obra de él
“Mujer de cabello blanco… Aria?” pensó tratando de unir cabos “Donde demonios estarás Kael”
Kael, encerrado en una mazmorra en el sótano, ya no era sombra de la bestia que habían capturado, había duplicado su tamaño y no tenía razonamiento humano, era totalmente salvaje
Los preparativos para el ritual estaban casi completados, Rowal trabajaba a toda marcha, faltaban tan solo 4 horas para que la luna roja alcanzara su punto más alto
-Uhmm…- Rowal tuvo una extraña sensación- negó con la cabeza, era imposible que otro mago estuviera cerca, él era el único mago en ese reino además de Aria
Restando importancia a su presentimiento, continuó dibujando runas en el suelo del gran salón de banquete, esta noche, el castillo se convertiría en un mar rojo, con la sangre de la bestia maldita