La Princesa Antiguo Desafía A Los Dioses

—¡guardias atrapen a esa mocosa!—ordenó el príncipe heredero.

—¡hermano príncipe arruinó mi rostro! ¡Quiero el suyo!—sollozo.

El príncipe heredero sonrió calmando a Emilia—¡lo que desees te lo daré!

Los guardias entraron por la puerta.

En el momento que estaban por ir se detuvieron al ver que la lluvia de sangre paró, una luz brillante iluminó el cielo cubriéndose de dorado resplandeciente del cielo una poderosa fuerza descendió.

—¿quién eres?—preguntó con frialdad en príncipe heredero al ver la figura que descendió.

La figura que lleva un traje negro no miró a los presentes solo sus ojos están sobre la niña que ha cerrado los ojos.

—¡Es mi culpa, Aying puedes quejarte, incluso puedes odiarme!—susurró como una melodía.

—¡como te atreves ignorar al príncipe, esta buscando la muerte! Entonces te la concederé!—lanzó su espada directamente al hombre que se encuentra de espalda.

La espada que se acercaba a poco metros se detuvo cuando el hombre devolvió su mirada, se reveló un rostro cubierto por una máscara negra que cubre todo su rostro.

Los ojos obisdiana se tiñeron de dorado, la mano blanca sostuvo con la punta de sus dos dedos la hoja afilada de la espada.

—¡usaste esta misma espada para matarla! “Yo mismo te devolveré la muerte que le has enviado”—la voz es tan cruel que hace erizar la piel de todos los presentes.

La hoja afilada en sus dedos se movió cambiando de dirección, golpeando con sus dedos el mango de la espada salió disparada.

—¡protegan al príncipe heredero!—gritó el líder de los guardia.

Todos los guardias se colocaron en fila, la espada atravesó a todos los guardias hasta llegar al príncipe heredero.

Él hombro derecho del príncipe heredero fue atrevesado, su cuerpo cayó al suelo pero fue detenido por Emilia quien se encontraba cercas.

—¡hermano príncipe!—susurró muy preocupada.

Una gota de sudor recorrió la frente del príncipe heredero, tocando la espada pudo sentir como el movimiento de su brazo se debilitaba.

El hombre enmascarado miró a los dos jóvenes con frialdad—¡largo!

Al decir estas palabras salieron huyendo.

—¡Aying!—susuró dulcemente.

Dos brazos largos sostuviero el cuerpo manchado.

—¡maestro!

La voz que salió de la nada apareció revelando una figura de sombra oscura hasta tomar la forma de un hombre.

—la pequeña ella…

—¡no me sigas Enzo!

El hombre se quedó arrodillado en el suelo sin atreverse a levantarse solo miró la figura que desapareció del lugar.

—¡Aying rompí mi promesa! ¡No te protegí! “Lo siento, es mi culpa!

La voz de amargura resonó en los oído de Aying como una melodía que la despertó.

Sus pequeños ojos miraron con dificultad la figura al ver la máscara negra las lágrimas brotaron estas lágrimas se volvieron sangre.

—¡Tío! ¿Moriré?—murmuró preguntando muy exhausta.

El hombre no contestó solo miró al frente, la figura del hombre se vio vagamente en lo que parece ser como un bosque solo que en la parte que se encuentra hay una grieta oscura.

—¡Aying, no tengas miedo! “Recuerda estas palabras, la muerte es solo el comienzo”—le susurró nuevamente mirando su cuerpo cubierto de heridas tan graves.

—¿qué estás diciendo?—pensó Aying.

Los pensamientos enredados exhausto de Aying se vieron interrumpidos cuando el hombre enmascarado soltó su cuerpo.

—¡no!—susurró estirando su mano.

El aire frío cubrió el cuerpo de Aying que cae en picada, su mente nublada miró la figura como la de un dios mirando a una hormiga que ha abandonado el amor de dios.

Las lágrimas de sangre de Aying se transformaron lentamente en agua clara, cerró sus ojos aceptando que su tío la había abandonado para que muriera.

—¡Tío! ¡Mamá, papá!—murmuró con su último aliento.

El hombre enmascarado al ver que la figura descendía se alejó hasta irse muy lejos del lugar.

—¡maestro! ¿Porque le hizo eso?—dijo Enzo con un tono de ira.

—¡Es su destino! “Debe seguir su destino, solo así podrá volver como el rey de su clan”

La mente borrosa de Aying recordó fragmentos que aparecieron como un caset de película vieja.

Una joven vestida de rojo bloqueó todos los ataques de una lanza que se dirigen directamente a sus puntos vitales cada movimiento de su cuerpo es tan ágil como una golondrina no importa cuánto lo intente nunca pueden lastimarla una figura se acercó sosteniendo esa lanza que la atacó,la joven movió su muñeca en un casi giro hasta que se precipitó hacia el hombre golpeando sin ninguna fuerza su pecho, el golpe que no mantiene nada de fuerza fue capaz de derribarlo.

Los truenos en el cielo de sangre se hicieron más fuerte, la figura de una serpiente grande volaba por los cielos rugiendo con ferocidad como un monstruo escondido incluso sobre el suelo hay miles de zombies mirando al escena de las dos figuras que están luchando en la cima de un palacio extraordinario a muerte.

—¡incluso si muero el dios de la guerra morirá conmigo!—murmuró la joven limpiando la camisura de sus labios

—¡qué ingenua eres, ir contra un dios será tu perdición.

La joven se apresuró usando su palma para contrarrestar la lanza que se acercaba a su cuerpo

Al terminar el recuerdo Aying se sintio tan confundía.

—¿qué son estos recuerdos? ¡mamá, papá! ¿Que no me contaron? ¿Quién soy yo?—susurró sintiendo tanto miedo.

“Aying la muerte es solo el comienzo”

Aying al entender las palabras de su tío abrió los ojos de manera abrupta, las pupilas azules se tiñero de plateado y su cuerpo se envolvio en una luz plateada—¡la muerte es el comienzo de todo! “Debes morir para renacer, sufrir para el renacimiento próspero” lo entiendo ahora ¿cómo puedo morir? Mi clan debe ser vengado hasta exterminar a cada uno de los dioses, esto se lo deben a mi clan—sonrió.

Una luz plateada en espiral subió al cielo como el resplandor más brillante.

La figura del hombre que caminaba muy lejos se detuvo al sentir la poderosa fuerza al ver esa luz plateada ascender no pudo evita sonreir con satisfacción.

—¡Felicidades Aying, has renacido! “ Te estaré esperando para verte vengar de tus enemigo, si es posible mátame por haberte fallado”—susurró alejándose del lugar.