Victoria fue la princesa más joven de Umbra, ella guiaba a las tropas de su imperio durante la guerra contra los lycan.
Gracias a ella, Umbra tenía la ventaja en la guerra, sus estrategias y sus grandes habilidades en combate casi logran que los humanos ganen en contra de los lycan. Pero, algo pasó, ella fue acusada falsamente de traición y encerrada en una sucia celda hasta morir.
Su última deseo fue, que alguien tomará venganza en contra de quienes la traicionaron y es así como el alma de otro mundo, ocupó su cuerpo, despertando antes del inicio de su caída, ella al saber lo que pasará, cambiará todo a su favor y si planean acusarla de traición, entonces así será, ella los traicionara y unirá fuerzas con el peor enemigo de su imperio. Los lycan.
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capítulo 16.
Al palacio pronto llegó la información sobre lo que estaba sucediendo en la frontera, los lycan estaban arrasando con el ejército de Umbra, varias legiones ya habían sido eliminadas y los pocos que sobreviven, huyen hacía otra legión en busca de refugio. El emperador estaba furioso, pues si todo continúa así, los lycan lograrán ganar la guerra. Lo único que se le ocurre en ese momento es hablar con Axel y continuar con el compromiso que se había pactado, ya después solucionará lo de Lethia, o quizás podría casar a Axel Lethia, hacerle creer que ella será la heredera y cuando tenga sus tropas, más adelante anunciará a su verdadero heredero, Byron, pues tampoco puede confiar en que Victoria sea quien tome el trono, ella no es humana y solo es su arma perfecta.
Más tarde mando llamar a Axel, le informó sobre lo sucedido en la frontera, en como sus tropas perdían el territorio, por lo que necesitaba de los soldados del ducado Dagger.
— debido a lo sucedido con Lethia he tomado la decisión, que debes casarte con ella.— le informa.
— majestad, usted prometió a mi padre que me casaría con la princesa Victoria, su heredera.— responde Axel.
— debido a las circunstancias, Victoria volverá al campo de guerra y Lethia será nombrada heredera al trono, para que puedas casarte con ella. Estoy seguro que tu eres el adecuado para heredar mi puesto y que sabrás guiar a la Lethia.— explica el emperador.
Axel se queda en silencio, le parece muy extraño el repentino cambio del emperador, aunque debido a lo que le informó, quizás se deba a que necesita a las tropas del ducado con desesperación.
— aceptaré, pero, su majestad debe de entregarme todo por escrito y con su sello majestad.— propone.
El emperador frunce los labios y aprieta los puños. Al parecer el duque educó muy bien a su hijo.— por supuesto que se hará todo de forma legal, pues lo que más deseo es que con su ayuda podamos avanzar en esta guerra.—
— así será majestad, mis tropas estarán en la batalla, siendo el próximo heredero al trono, debo de proteger mi imperio.— asegura Axel.
Tras una breve platica donde acordaron todo, Axel salio de la oficina del emperador, finalmente ha conseguido lo que quiere, el trono será suyo y le será más fácil deshacerse de Lethia. Aunque los lycan sean sus enemigos, debe de agradecer que por ellos y su repentino avance, es que ahora tiene la oportunidad de subir al trono.
Axel estaba por subir a su carruaje, cuando ve que Victoria va bajando de uno, así que se acerca, dando una leve reverencia, mientras deja ver una sonrisa ladina.
— ¿ya sabe la decisión que tomo el emperador?— pregunta curioso.
— no, pero, si usted parece feliz, debe de ser una decisión muy beneficiosa, ¿aceptó que usted se casará con su amada Lethia?— Victoria habla con un tono sarcástico.
— así es, y la nombrara heredera al trono, así que ya no necesito de usted.— se burla.
— lo felicito, disfrute su gloria mientras pueda.— se burla.
Axel enfurece al ver que sus palabras no afectan en nada a Victoria, mientras que ella, solo hace una leve reverencia y sigue su camino.
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Esa noche Victoria ya estaba en su habitación, el emperador le hizo saber que Lethia será nombrada heredera y se casará con Axel, por lo que, dentro de poco se llevará a cabo una ceremonia de compromiso y se hará el nombramiento, así que tan pronto Axel ceda las tropas del ducado a él, Victoria deberá guiarlas al campo de batalla. Victoria dio unos pasos hacía las puertas del balcón, las cortinas se mueven debido al viento, así que ella solo deja ver una leve sonrisa y corre un poco las cortinas, para después sentarse en la orilla de la cama.
Pasaron solo un par de minutos para una misteriosa sombra entrara por la ventana del balcón, pero, al cruzar las cortinas, era Wolfram. Victoria lo observa fijamente.
— siempre es un deleite tenerte ante mi, cachorro.— habla suavemente.
Wolfram al entrar, cierra las ventanas y corre por completo las cortinas. Victoria por su parte se pone de pie, quitándose el camisón el cual deja caer al piso, ante esto, Wolfram se acerca empujándola sobre la cama, subiéndose encima de ella. La chica levanta las manos para acaricias el pecho del emperador lycan, solo ese simple roce causa que él se estremezca. Wolfram se inclina para iniciar un desesperado beso, han pasado semanas desde que se vieron y ha estado ansioso por tenerla de nuevo cerca. Victoria corresponde el beso, mientras siente como una mano recorre su costado, delineando sus curvas hasta llegar a su vientre y de ahí la mano se pierde entre sus piernas, causando que ella se sobresalte ahogando un jadeo entre besos.
— recién empezamos y estás tan mojado.— le susurra entre besos.
Victoria empuja al lycan para derribarlo sobre la cama, ella se desliza hacía atrás dejando un camino de besos húmedos sobre su pecho y abdomen. Wolfram se sobresalta al sentir el cosquilleo el roce de los labios, pero se reincorpora sentándose al sentir una leve mordida bajo el área de su vientre y lo que menos esperaba, es que la vampiresa tomara entre sus manos su mi*mbro para pasar suavemente su lengu* por toda la extensión de este, de arriba hacía abajo. Wolfram aprieta las manos sobre las sábanas y se inclina hacía atrás dejando salir un leve suspiro.
Victoria introduce la dureza entre sus labios, chupando y moviendo la lengu* para hacerlo disfrutar más, Wolfram sentía su cuerpo estremecer, un cosquilleo recorre su vientre en cada movimiento, Victoria se centra en darle mayor placer, usando su lengu* en la punta, mientras su mano frota la base. Victoria disfrutaba aquello como si degustara un delicioso caramelo, Wolfram lleva su mano a la cabeza de la chica, hundiendo sus dedos entre su cabello y le aparta al momento que deja salir su semilla sobre los labios de Victoria, ya no podía aguantar más. Victoria sonríe ladina y se relame los labios.
Wolfram respira agitado, pero de inmediato le ayuda a limpiarse, para después tenerla bajo suyo, besando y saboreando los sen*s de Victoria. Chupa y muerde cada uno, para después ir bajando con besos húmedos, hasta llegar entre las piernas, donde pasa su lengu* en el punto de placer causando que Victoria deja escapar un par de jadeos, disfrutando del placer que le daba, en especial al introducir un par de ded*s. Los mueve y pasa su lengu* entre sus suaves pliegues, hasta que Victoria parecía alcanzar el límite, pero Wolfram se detiene, pasando a acomodarse entre sus piernas e introducir su dureza en ella de una sola estocada.
Victoria se sobresalta, mientras que Wolfram se mueve con brusquedad, hundiéndose en ella con desesperación; la sostiene de la cintura para poder moverse a gusto. Victoria agarra las manos de Wolfram dejando que él se mueva a gusto. El vaivén era profundo y brusco, aumentando el placer en ambos, olvidando por completo donde estaban, pues Victoria dejaba escapar sus fuertes jadeos al sentir como Wolfram se mueve dentro suyo, el calor de la dureza era excitante, mientras que Wolfram se deleitaba al moverse en ese suave y apretado interior, ambos seguían con desesperación hasta alcanzar el clím*x.
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Más tarde, Wolfram abraza a Victoria mientras mantiene su rostro contra los sen*s de la chica. Victoria solo permanece en silencio, peinando el cabello de Wolfram con los dedos. Wolfram deja salir un leve suspiro y se acomoda para poder mirar a Victoria, acariciando su rostro.
— habrá una celebración dentro de una semana, será el momento perfecto.— Victoria deja ver una leve sonrisa ladina.
—¿momento para qué?, ¿que planeas ahora?— pregunta curioso.
— ya lo verás, por ahora, solo continúa con los planes que te deje.— dicho esto, le abraza por el cuello para sellar los labios del lycan con un apasionado beso, el cual Wolfram corresponde.
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