Anya siempre había llevado una vida tranquila hasta que conoció a Alicia, la nueva estudiante del instituto de la manada. Lo que comenzó como una bienvenida amigable pronto se convirtió en un infierno cuando Alicia, con su talento para la manipulación, consiguió volver a todos los amigos de Anya en su contra. Incluso los atractivos trillizos Ethan, Damien y Gael caen en las mentiras de Alicia y se burlan de Anya públicamente. Después de un ataque verbal por parte de un grupo de chicas influenciadas por los rumores, Anya decide contarles a sus padres lo que está pasando y se muda con su tía en otra ciudad.
En su nuevo hogar, Anya conoce a Emma y Max, sus primeros amigos verdaderos en mucho tiempo, quienes la ayudan a recuperar su confianza. Dos años después, se ve obligada a regresar a su antigua ciudad y descubre que está destinada a estar con los trillizos por un vínculo de la luna en la comunidad de licántropos. A pesar del destino dictado, Anya todavía siente dolor y traición.
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Capitulo XIV
Oye Ma ¿Cómo crees que será mi mate?
- Um pues, no hay forma de saberlo, Any - volteó a verme con una sonrisa - ¿Tú cómo quieres que sea? — pensé un poco en la pregunta.
- Pues, me gustaría que fuese alguien amable, romántico, pero no empalagoso, que me quiera y me cuide, oh, también que sea detallista y le guste salir a citas conmigo — finalicé mientras tomaba un gajo de la mandarina que había estado pelando.
- Que bonita descripción ¿Qué me dices de su físico? Creí que sería lo primero que ibas a mencionar.
- Bueno, en realidad no lo sé, tal vez alguien un poco apuesto, no me gusta mucho opinar sobre el físico ajeno — ella sonrió y yo aparté la mirada.
Ya faltaba menos de una semana para que las clases iniciaran. Papá dijo que se encargaría nuevamente del papeleo, también me dijo que tengo que ir en estos días para tomar el recorrido guía antes de integrarme y que es para familiarizarme un poco con el lugar.
Hoy iremos al supermercado con mamá, había estado evitando salir a lugares tan concurridos hasta ahora, pero, ya no es una opción evitar a todo el mundo.
(...)
Mamá y yo estábamos caminando por los pasillos del supermercado, llenando el carrito con nuestras compras semanales. Era agradable pasar tiempo con ella, aunque notaba la sombra de preocupación en su mirada cada vez que pensaba que no la veía. Me recordé a mí misma disfrutar de estos momentos, por pequeños que fueran.
- ¿Qué te parece si hacemos una lasaña esta noche? — preguntó mamá mientras recogía una caja de pasta.
- Suena perfecto — sonreí, tratando de mantener la conversación ligera.
Seguimos avanzando, deteniéndonos en la sección de productos frescos. Mamá estaba escogiendo algunas verduras cuando una voz familiar la llamó.
- ¡Cristina! ¡No puedo creer que seas tú! — dijo una mujer acercándose.
Al voltear, vi a la Luna de la manada, con una expresión de sorpresa y alegría en el rostro. Mamá sonrió y la saludó calurosamente.
- ¡Camila! Qué sorpresa verte aquí — respondió mamá, dándole un abrazo.
Mis nervios se dispararon de inmediato. Camila era una figura imponente y siempre me había intimidado un poco. Sin embargo, me forcé a sonreír y mantener la compostura.
- Y mira quién está aquí, después de tanto tiempo — dijo Camila, fijando su mirada en mí —. Anya, has crecido tanto. ¿Cómo has estado?
- Hola, Luna Camila. He estado bien, gracias — respondí, intentando sonar lo más natural posible.
- Qué alegría verte. No sabía que habías vuelto a la ciudad — dijo, todavía sorprendida.
- Sí, regresé hace unos días — expliqué brevemente, tratando de no dar demasiados detalles.
Camila asintió, aún con una sonrisa en el rostro, pero sus ojos revelaban una curiosidad genuina.
- Bueno, esto es una coincidencia perfecta. Justo estamos planeando una cena para el cumpleaños número 18 de los trillizos que será mañana. Sería maravilloso si pudieras acompañarnos, Anya. Estoy segura de que a ellos también les encantaría verte, después de todo se conocen desde hace mucho — dijo con entusiasmo.
Sentí un nudo formarse en mi estómago. La idea de ver a los trillizos después de tanto tiempo y de todo lo que había pasado me ponía nerviosa. Sin embargo, sabía que no podía rechazar la invitación sin parecer grosera.
- Oh, eso suena... genial. Gracias por la invitación, Luna — respondí, forzando una sonrisa.
- Perfecto. Te enviaré los detalles más tarde. Será una reunión íntima, solo algunos amigos y conocidos cercanos — explicó Camila, mientras mamá me miraba con una mezcla de apoyo y preocupación.
Nos despedimos de ella y continuamos con nuestras compras. Mamá no dijo nada inmediatamente, pero su mirada decía mucho.
- Mamá... — empecé, pero ella me interrumpió.
- Será una buena oportunidad para enfrentar tus miedos y mostrarles cuánto has cambiado, Any. Estoy orgullosa de ti, sin importar lo que decidas — dijo suavemente.
Asentí, aunque por dentro mis pensamientos estaban a toda velocidad. Sabía que esa cena iba a ser un desafío, pero también una prueba de mi nueva fortaleza.
El resto de la compra transcurrió en silencio, cada una inmersa en sus propios pensamientos. Mientras empacábamos las bolsas en el auto, no podía dejar de pensar en lo que me esperaba en esa cena y cómo, después de todo, tenía que enfrentar mi pasado para poder seguir adelante.
(...)
Pov. Narrador:
- Hola cariño — se acercó Camila a su marido, el alfa de la manada.
- ¿Por qué fuiste tú a comprar las cosas? Sabes que pudiste enviar a alguien más — la atrajo tomándola de la cintura y ésta rodeó su cuello con sus brazos.
- Lo sé, pero me gusta hacerlo, además, me topé con una agradable sorpresa.
- ¿Ah sí? — él tuvo curiosidad.
- Sí. Anya, la hija de los Bianchi regresó hace unos días, luego de que desapareció en estos últimos años, es bueno verla, está más linda que nunca.
- ¿En serio? Ahora que lo dices, Jorge me mencionó que vendría de visita, es una pena que no pueda saludarla, aún recuerdo la noche de su unión, fue caótica, por suerte Damien se topó con ella y la supo guiar. Después de todo, ver a un lobo blanco puro y poder controlarlo no es nada fácil. — Recordó aquel momento.
- Bueno, seguramente puedas saludarla en la cena de mañana, la he invitado, estoy segura de que será agradable para ella reencontrarse con sus conocidos y amigos de la manada. — él sobó su cintura.
- Seguramente así será, es bueno que lo hayas hecho.
Ambos continuaron en su burbuja de miel, sin saber que realmente aquella había sido la peor invitación que Anya había recibido en toda su vida.
(...)
Pov. Anya:
Finalmente llegó la hora de comenzar a prepararme para la dichosa cena.
Elegí uno de mis vestidos más lindos para la ocasión, después de todo debía demostrar que ya no había rastro de la persona que fui en el pasado.
Arreglé mi cabello y me maquillé un poco, tomé mi bolso y finalmente bajé.
- Te ves preciosa — dijo mamá con una sonrisa.
Ella y papá estaban sentados en el sofá viendo una película.
- Pequeña, ¿Estás segura de que quieres ir? — preguntó papá con un semblante preocupado.
Asentí — Estaré bien papá, ya no soy la misma de antes, además, de cualquier forma los veré en un par de días en el instituto, da igual si los veo ahora o después.
Ambos intercambiaron miradas, papá suspiró.
- Ve — le dijo mamá y él asintió.
- Vamos, te llevaré.
- Gracias pa.
Y así nos encaminamos hacia la mansión del alfa.
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^^^Continuará...^^^
Bueeeno, el vestido que estaba usando Anya es este:
Hasta aquí leo esta estupidez de historia, aunque luego se vuelva súper arrecha la Omega, es una estupidez que aguante tanto y nunca pida las pruebas o le diga nada a sus padres... /Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke/