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«El Secuestro» Unidos Por El Destino

«El Secuestro» Unidos Por El Destino

Status: Terminada
Genre:Completas / Equilibrio De Poder / Poder equitativo
Popularitas:1.3M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Ana de la Rosa

Dos jóvenes de la misma clase social, pero con diferentes personalidades. Se verán envueltos en una difícil situación. Ambos serán secuestrados, para beneficios de otros. ¿Qué pasará con ellos? ¿Lograrán salir ilesos luego de pasar un proceso traumático? Los invito a leer

NovelToon tiene autorización de Ana de la Rosa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 16

Madolyn recordó todos los conflictos que había tenido con Alondra, pero ninguno era tan grande como para querer arruinarle la vida, o peor aún, para desaparecerla.

La joven volvió a la cama, no había vuelta atrás, su vida estaba en manos de una mujer que la odiaba. Alguien que siempre quiso verla hundida en el lodo. Madolyn dejó escapar un enorme chillido de frustración, coraje, y dolor.

Edgar, quien estaba serenamente recostado, levantó la cabeza, espantado por el grito.

— Madolyn, ¿qué tienes? ¿Qué te pasa?— se acercó a ella y le acarició el rostro.

— ¿Por qué existen personas tan desquiciadas? Todavía no puedo creer que estoy aquí únicamente para tener un bebé. Un inocente que si llega a nacer viviera con sus propios verdugos. Me quiero morir, Edgar, esto no es justo.

Sin darse cuenta, ambos estaban abrazados. Por primera vez compartían sus aflicciones.

— Oye, vas a ser madre el día que tú lo desees, no para beneficio de otros.

Ella se alejó de él, por el momento tan emotivo no se percató cuando lo abrazó. Sonrío con sarcasmo, era increíble la confianza que Edgar tenía en el mismo.

— Con todo lo que ha ocurrido, ¿Crees que ellos no van a conseguir que tú y yo estamos juntos? Primero fue la droga, después los latigazos, ¿Qué nos depara esta noche?

Edgar volvió a su lugar, ella tenía razón. De una u otra forma iban a lograr que ellos tuvieron sexo.

Samuel tenía varios días que no iba a la ciudad, era momento de comenzar a realizar las actividades de Edgar.

— ¿De verdad él sabe que yo soy tu cómplice?— preguntó Alondra

— No se lo confirme, tampoco es necesario. Edgar es inteligente, de una manera logró deducir que tú estás involucrada. Además, es lo mejor, así te encarga de ellos personalmente.

— No quería que Madolyn me viera, no la quiero matar.

Samuel sonrió con ironía.— Desde el momento que la elegiste, era mujer muerta, ¿O qué pensaste? ¿Que ella iba a ver mi rostro y la dejaría ir viva? No me subestime.

— No estudié esa posibilidad.

— Hay muchas cosas que te falta aprender, mi amor.

A la hora del desayuno, la señora entró con la bandeja de comida. Quería ver cómo estaba la espalda de Edgar, pero uno de los matones era su esposo y no le permitiría acercarse a él.

Mientras dejaba la bandeja en una pequeña mesa, le rodó los ojos a Madolyn, queriendo saber sin preguntar por Edgar. La joven entendió el gesto y levemente, asintió con la cabeza.

Edgar también se percató de la señal, y en ese momento vio una posible salida de ese infierno. Esa señora tenía acceso al sótano y a toda la cabaña, y si se preocupaba por él, no podía ser como los demás.

Era necesario probar alimentos, así ellos no tuvieran apetito. Debian alimentarse para tener fuerza cuando lo amerite el momento.

Después de terminar de desayunar, ambos volvieron a sus puestos. Nuevamente, se abrió la puerta del sótano, no mostraron interés, suponiendo que era Samuel. Para su sorpresa, esta vez, la presencia era femenina.

— Buen día, mis queridos inquilinos.— saludó Alondra.

Madolyn no se pudo contener e intentó irle encima, pero los hombres se interpusieron apuntándole con las armas, haciéndola retroceder.

— Desgracia, maldita. — dijo Madolyn

Edgar permaneció en silencio, cualquier cosa que dijera era poca para la opinión que tenía de esa mujer.

— Madolyn, juré que te iba a destruir, y aquí estás, encerrada como una rata inmunda. ¡Ay! Qué satisfacción.

— Es una lástima ver lo asquerosa que eres como persona. ¿Y cuál es tu plan? ¿Lograr que yo me embarace, para luego tú criar a mi hijo? ¿Tanto afecto me tienes como para vivir el resto de tu vida con algo que es mío?— preguntó Madolyn

— No te preocupes, me haré de cuenta que es de Edgar y mío. ¿Verdad, amor?

Él no contestó, le provocaba asco con tan solo mirarla.

Alondra le pidió a unos de los vigilantes que buscar una cadena. Necesitaba ponerse cómoda, y Madolyn con la mirada, amenazaba con sacarle los ojos. Le ordenó encadenar a la joven a la cama.

— ¿Tanto miedo me tienes, pendeja?— preguntó Madolyn

— Por favor, no me hagas reír. Edgar, lo siento, te juro que no quería que las cosas pasaran de esta manera. Yo te amo, tú no me dejaste otra alternativa.

Madolyn sonrió a carcajadas.— ¿En serio lo amas, y lo vas a matar?

— Cállate, maldita, no sabes cómo son las cosas. — gritó Alondra

— Si tanto me amas, déjala libre. Tú y yo tendremos ese bebé, luego me mata.— pidió Edgar, masajeando sus sienes.

Madolyn lo miró extrañada, mientras que a Alondra se le cristalizaron los ojos. En el fondo deseaba tener un hijo con él, pero desafortunadamente no podía ser madre.

— No te creo, pero tendrás tiempo para probarme que estás diciendo la verdad. Me retiro, tengo que ir al pueblo más cercano a comprar algunas cosas. Edgar, te amo.

Ella se retiró.

Edgar maldijo para sí mismo una y otra vez, se odiaba por haber caído tan bajo con una mujer como ella. Recordar todas las veces que le demostró su amor sincero y ella acostándose con su primo. 

Madolyn recordó las veces que Alondra le presumió a su prometido, Edgar Lewis. Parecía que se llevaban bien, y ahora ella acabará con su vida.

— ¿Era tú él que estaba con Maricarmen y Alondra frente al restaurante?

— ¿Conoces a Maricarmen?

— Sí. No respondiste mi pregunta, ¿por qué trataste a Alondra de esa manera?— indagó la joven.

— Tú no me contestaste cuando te pregunté, qué le hiciste que te odia tanto. Confórmate con saber que la odio, y que es repugnante ante mis ojos.

Los dos se quedaron en silencio. Pasaron las horas, era de noche. Samuel se quedaría en la ciudad, debido a que el camino de regreso era de cinco horas y resultaba agotador ir y volver el mismo día. Le ordenó a Alondra seguir con los siguientes pasos para los secuestrados. Le advirtió que si algo salía mal era su culpa y la primera cabeza que rodaría sería la de ella.

1
Susana Ramírez
Excelente
Fabiola Flores
Malo
ada cecilia diaz leon
Excelente
Patricia Gómez
felicitaciones la novela me tiene súper intrigada
Celia Kinderknecht
Bueno
Yajaira Garcia
muy buena
Anonymous
Muy buena la trama
Rous Casas
Normal
Mirian Cumana
Excelente
Maria Muñoz
me encantó
Anonymous
❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥☺️
Marly Fernández Rodríguez
Excelente
Marly Fernández Rodríguez
Bueno
Inojosa Mercelangel
Excelente
Norma Alvarez Vega
gracias me gusto.
Norma Alvarez Vega
embarazada.
Norma Alvarez Vega
estoy en expectativa.
Norma Alvarez Vega
lastima de mujer.
Patricia Estrella Orozco
Excelente muy bella historia, felicidades escritora.
Yudith Urzua Berrelleza
Excelente
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