una chica cualquiera viaja en busca de sus sueños a otro país encontrando el amor y desamor al mismo tiempo...
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La Forja de la Estrategia: Secretos en el Norte y Conexión en el Sur
La atmósfera en ambas bibliotecas era un campo de batalla silencioso, cargado de una tensión que casi podía palparse en el aire. En la imponente Biblioteca del Ala Norte, Alexia y Javier se movían con una eficiencia implacable, un torbellino de concentración y ambición. La determinación de Alexia era palpable, una llama fría y calculada en sus ojos verdes. No solo quería ganar; necesitaba aplastar a cualquier oponente, y la idea de perder, y menos aún, de perder contra una estudiante de primer año como yo, era una afrenta intolerable a su reputación y a su posición como la alumna estrella y presidenta del centro de estudiantes. Su equipo buscaba incansablemente cada jurisprudencia relevante, cada doctrina que pudiera apuntalar su defensa o ataque en el intrincado "Caso El Nido del Cuervo". Su estrategia se centraba en la solidez argumental basada en precedentes irrefutables y una lógica formal impecable. Cada libro que abrían, cada base de datos que consultaban, era un paso hacia la construcción de un muro legal inexpugnable. Alexia, con su elocuencia innata, visualizaba ya su discurso, las frases precisas y contundentes que desarmarían cualquier contraargumento. Estaban decididos a no dejar ningún cabo suelto, ninguna fisura por la que la 'novata' pudiera colarse.
Mientras tanto, en la más acogedora y menos ostentosa Biblioteca del Ala Sur, Julián y yo estábamos inmersos en nuestra propia burbuja de concentración. Aquí, la determinación de Azul no se nutría de la necesidad de aplastar, sino de un deseo profundo de dar lo mejor de sí, de honrar la confianza que el Decano y, sobre todo, Julián, habían depositado en mí. Mi objetivo era demostrar mi valía a través del intelecto y el esfuerzo, no de la humillación ajena.
Acompañada por Julián, cuya presencia se había convertido en un pilar de calma y apoyo inquebrantable, diseñamos un plan de acción que fluía con una sincronía casi telepática. Nuestra estrategia se basaba en la innovación y en una interpretación menos convencional del caso, buscando ángulos que otros podrían pasar por alto. No nos enfocamos solo en la vasta jurisprudencia, sino en principios fundamentales del derecho y en la psicología subyacente de las partes, buscando una conexión humana que pudiera resonar con el jurado más allá de la fría letra de la ley.
Entre miradas cómplices que transmitían ideas enteras sin necesidad de palabras, y gestos que solo nosotros entendíamos –un pequeño asentimiento de cabeza, un rápido trazo en un cuaderno, una ceja levantada que significaba "piensa más allá"–, construimos nuestros argumentos. Julián aportaba una frescura lógica y una capacidad de síntesis asombrosa, mientras yo tejía las ideas, buscando la narrativa más persuasiva y el punto débil en lo que creíamos que sería la estrategia de Alexia. Sabíamos que ella apostaría por la fuerza de los precedentes; nosotros, en cambio, buscaríamos una grieta en esa fortaleza, una nueva luz sobre el "Caso El Nido del Cuervo" que invitara a la reflexión.
La tensión era palpable, pero la determinación de Julián y la mía era aún mayor. El reloj ya estaba en marcha.
Azul: (Con la vista clavada en el expediente, una ceja ligeramente arqueada) "Dos horas, Julián. El Decano fue muy claro. Y este caso es un laberinto. 'El Nido del Cuervo'... Es un clásico por su complejidad, sí, pero también por lo resuelto que parece estar. Alexia y Javier irán a lo seguro, a los precedentes, a la jurisprudencia consolidada. Y serán impecables en eso."
Julián asintió, su mirada recorriendo las páginas del expediente. Su rubio cabello dorado brillaba bajo la luz tenue de la lámpara de lectura.
Julián: (Paseando un dedo por un párrafo, pensativo) "Precisamente. La sentencia final fue bastante contundente a favor de la parte 'A', basándose en la literalidad del testamento y en la inexistencia de pruebas contundentes de influencia indebida, al menos a nivel procesal. Si vamos por ahí, los vamos a tener encima con cada cita jurisprudencial. Necesitamos... una grieta."
Azul: (Levantando la vista, sus ojos verdes encontrándose con los suyos, un brillo de una idea naciendo) "Exacto. Una grieta. ¿Y si no buscamos la grieta en el proceso, sino en la esencia? En lo humano del caso. ¿Qué fue lo que realmente se debatió, más allá de los papeles? La autonomía de la voluntad, dices tú, pero ¿hasta qué punto es realmente autónoma cuando hay una relación de poder o dependencia emocional?"
Julián dejó de hojear el expediente, sus ojos negros fijos en los míos, captando la dirección de mi pensamiento.
Julián: (Con una pizca de emoción en su voz) "Estás pensando en la parte ética. No en la nulidad de la voluntad, sino en la vulnerabilidad. En el Principio de Buena Fe Contractual, por ejemplo, llevado al extremo de las relaciones familiares en un testamento. O en la figura del 'dolo incidental' que, aunque no anula la voluntad, sí puede generar... compensaciones. ¡Es atrevido!"
Azul: (Una sonrisa cómplice se dibujó en mis labios) "Atrevido, sí. Pero Alexia no se lo esperará. Ella irá por el camino más transitado, el que le dio la victoria en otros debates. Nosotros podemos ir por un sendero menos explorado. ¿Recuerdas el artículo del Profesor Garrido sobre la 'interpretación teleológica' del testamento? Aquel que hablaba de buscar la verdadera intención del testador más allá de la palabra escrita, especialmente cuando hay indicios de manipulación, aunque no se pruebe el vicio de la voluntad. No es un argumento principal, pero..."
Julián: (Terminando mi frase, sus ojos brillando con la comprensión) "...pero si lo usamos como un punto de inflexión, una pincelada que invite al jurado a mirar el caso desde otra perspectiva. No intentamos anular la sentencia, sino cuestionar su espíritu final en base a la justicia material." Hizo una pausa, su mirada pensativa. "Podríamos enlazarlo con el concepto de 'abuso de derecho' en el contexto familiar, aunque el caso original no lo abordara directamente."
Azul: "¡Exacto! Ese es el punto. Abuso de derecho. O incluso el concepto de 'lesión' en el Código Civil, adaptándolo a una situación donde no hay un vicio formal del consentimiento, pero sí una desproporción en el beneficio. Podemos argumentar que la sentencia, si bien legal, no fue del todo justa en su aplicación más profunda de los principios del derecho. No se trata de decir que el tribunal falló, sino de ofrecer una visión alternativa, una interpretación más amplia de la justicia."
Julián se levantó, empezó a caminar de un lado a otro por el pequeño espacio entre las estanterías, su mente visiblemente acelerada.
Julián: "Necesitamos tres pilares fuertes para esto. Primero, una síntesis impecable del caso, para que el jurado nos siga en nuestra 'nueva' lectura. Segundo, el desarrollo del principio de 'interpretación teleológica' y 'abuso de derecho' aplicado a las herencias, citando doctrinas. Y tercero, la forma de refutar los argumentos de Alexia, anticipándonos a sus precedentes. Podemos decir que sus precedentes son válidos, pero que en este caso, por sus particularidades, la interpretación literal no contempla el espíritu de la ley."
Azul: (Abriendo un nuevo cuaderno, sus manos ya escribiendo febrilmente) "Perfecto. Y la refutación... No vamos a atacar a Alexia directamente, sino a la rigidez de su enfoque. 'La ley es ciega, pero la justicia no tiene por qué serlo', algo así. Un golpe más retórico que legal puro, pero que conecte con el sentido común del jurado. Empezamos por aquí: ¿Qué artículos del Código Civil se pueden hilar con 'abuso de derecho' y 'lesión' en el contexto familiar? Y busquemos algún fallo donde la voluntad del testador haya sido interpretada de forma más amplia ante indicios, aunque no pruebas irrefutables, de manipulación."
Julián se sentó de nuevo, sus ojos verdes brillando con una mezcla de emoción y concentración. Su anterior duda se había disipado por completo.
Julián: "Me gusta. Es arriesgado, pero tiene sentido. Es la forma de que no nos vean como meros estudiantes de primer año. Vamos a buscar jurisprudencia comparada, incluso, si es posible, algo de otros países que aborden la 'influencia indebida' de forma más laxa que nuestra legislación. Eso le dará un toque internacional a nuestro argumento. Tendremos que ser muy precisos en las citas para que no suene a divagación."
Azul: "Por supuesto. Y la presentación. Tenemos que ser muy claros, muy didácticos. Que cada concepto que usemos, aunque sea complejo, se entienda. Esto no es solo de derecho, es de persuasión." Miré el reloj. Una hora y media restante. "Manos a la obra, Julián. Esta noche, 'El Nido del Cuervo' va a ver una nueva verdad."
Y así, en ese pequeño rincón de la biblioteca, envueltos en una burbuja de concentración y una conexión inquebrantable, Julián y yo nos sumergimos de lleno en la batalla intelectual. Cada idea, cada argumento, cada posible refutación era sopesada con precisión, tejiendo la red de nuestra estrategia, una que buscaba no solo la victoria, sino también la oportunidad de iluminar el caso desde una perspectiva única y profundamente humana.