Ayer fue uno de los peores días de mi vida. Era el aniversario de mi papá y mi madrastra.
Tuve que hacerlo casi todo porque mi hermanastra, aunque es dulce y simpática, no le gusta trabajar demasiado. Puedes llamarla perezosa, pero es una de esas chicas que sueñan con ser fashionistas.
Después de lavar los platos, fui a mi habitación. Estaba tan cansada que no me molesté en ponerme el pijama. * Me desperté con un dolor de cabeza terrible. Me bañé y me puse una camiseta negra de tirantes y unos vaqueros con una chaqueta negra a juego. Estaba a punto de abrir la puerta de mi habitación cuando oí una voz baja abajo; reconocí una de las voces: la de mi madrastra. Una parte de mí quería escuchar a escondidas y la otra solo quería acurrucarme en la cama un rato. Antes de decidir qué hacer, mi madrastra me llamó.
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15
El punto de vista de Brittany
***
He estado ignorando a Cole durante dos semanas.
Ni siquiera es que haya intentado hablar conmigo...
Lo único que me mantenía entretenido era escribir canciones.
Antes de que me vendieran como mascota, me encantaba la música. No me malinterpreten, todavía me encanta, pero la verdad es que no tuve la oportunidad de escribir canciones ni siquiera de cantar. Pero ahora sí podía hacerlo, ahora que Cole apenas entraba en su habitación.
No me dejaba salir con mis amigos, así que todo lo que hacía era sentarme junto a la ventana y escribir canciones.
Siempre había pensado en pedirle a Cole que me llevara a su oficina para poder ver televisión, pero ver a Cole siempre hacía que todo mi coraje desvaneciera.
Ya era de noche y yo estaba escribiendo otra canción en un trozo de papel.
Ya había escrito cinco canciones... sólo tenía que encontrar la melodía perfecta para ellas.
Siempre escondía mis papeles en una caja vacía que encontraba en el armario cuando estaba probándome mi ropa, en ese momento me aburría mortalmente.
Conseguir el periódico no fue mi problema, Cole tenía muchos.
¿Me olvidé de añadir que Cole me ha estado encerrando en la habitación cada vez que él no está allí?
Sí, él también lo ha estado haciendo. No confía en mí lo suficiente como para dejar la puerta abierta.
Cuando terminé de escribir mi canción, la escondí en la caja y la mantuve segura... También me aseguré de que ninguno de mis papeles quedara por ahí, porque Cole es un maniático del orden discreto.
Casi inmediatamente después de que terminé de limpiar todo, entró Cole.
Caminé en silencio hacia el sofá y me senté, teniendo cuidado de no hacer el más mínimo ruido.
Seguí cantando canciones en mi cabeza para distraerme mientras Cole estaba ocupado haciendo lo que fuera que estuviera haciendo.
El sofá se hundió. Me quedé paralizado al instante.
"Britt", dijo Cole.
—S-sí, Maestro —tartamudeé.
"Te dije que no quise decir lo que te dije. No quise decirlo, te lo prometo. Lo dije por enojo..."
"Pero es la verdad. Olvidé mi lugar. Olvidé que era una mascota..."
"Lo siento. De verdad..."
"No deberías decirme que lo sientes, Maestro."
—No me llames Maestro —gruñó.
Miré hacia otro lado.
"Brittany, mírame", dijo.
Con miedo, lo miré lentamente. Incluso sentado, era evidente que era más alto que yo.
Lo siento. Sé que no debí haber dicho todo eso. Por favor, deja de comportarte así conmigo. Quiero que vuelva la verdadera Brittany.
Sonreí ante lo que dijo.
Él no me conocía. No conocía a la verdadera Brittany.
La verdadera Brittany era una chica segura de sí misma a la que no le importaba lo que los demás pensaran de ella.
Todo eso cambió el momento en que mi padre decidió volver a casarse cuando yo tenía diez años.
Yo era como mi mamá... al menos eso me decía mi papá.
"¿La verdadera Brittany?", dije con una risita. "No conoces a la verdadera Brittany. Hace mucho que se fue y no creo que vuelva jamás".
Él parecía confundido pero no iba a explicar más.
"¿Qué quieres decir?" preguntó frunciendo el ceño.
No iba a responder así que lo ignoré.
Él suspiró.
Por alguna razón, ese suspiro me hizo sentir un poco culpable.
"Amo, por favor, no me pidas disculpas. No estoy enojada, solo me comporto como una mascota", dije con mi voz más dulce.
"Deja de ser tan difícil. Estoy tratando de enmendarlo. Lo siento mucho, Britt".
Ya no pude fingir más. Dejé salir mis emociones.
¿Sabes cuánto duele que te recuerden que no eres más que una mascota? ¿Una mascota sin ningún valor? ¿Sabes cuánto duele...? Me interrumpieron mis sollozos.
Dejé caer las lágrimas que había estado conteniendo por mucho tiempo.
Me dolió muchísimo. Duele saber que tu vida cambió de algo a nada. Duele que te lo recuerden justo cuando empiezas a creer que eres mejor que nada...
Cole ahuecó mi rostro entre sus grandes manos.
Dejé caer todas las lágrimas. Llevo semanas intentando contenerlas con todas mis fuerzas...
"Lo siento mucho, Britt, lo siento mucho", dijo.
Secándome las lágrimas con su pulgar, me miró fijamente a los ojos como si pudiera leerme de adentro hacia afuera, sus ojos azules ardían en mi alma.
"No estoy enojada contigo, Cole, de verdad. Solo estoy molesta con mi vida", dije convincentemente, mirándolo a los ojos.
Por alguna razón desconocida, mi mirada se posó en sus labios. Al darme cuenta de que pensamientos sucios se gestaban en mi cabeza, mi rostro se encendió.
Cole dio una sonrisa cómplice pero luego la atmósfera se volvió tensa nuevamente.
Como si hubiera leído mi mente, Cole presionó sus labios sobre los míos, cerrando la brecha entre nosotros.
Me quedé congelado.
Me rodeó la cintura y el cuello con los brazos, acercándome más a él para profundizar el beso. No dudé en corresponderle el beso, aunque era un poco inexperta.
Pasó su lengua por mi labio inferior, pidiéndome entrar, lo cual no le negué por alguna extraña razón.
El beso fue lento y delicado.
Atrapada en el momento, mi mano encontró su camino hacia la parte posterior de su cabeza y tiró suavemente de su cabello.
Después de unos minutos, me aparté sin aliento.
Todos estos días, estuve en una etapa de negación, sin querer admitirme a mí mismo que tenía sentimientos por Cole, mi amo, porque era algo inaudito.
El beso que compartimos simplemente hizo aflorar los sentimientos y el sentimiento fue más fuerte.
Se suponía que debía sentir arrepentimiento después del beso, pero los sentimientos que negué regresaron con más fuerza.
Cole, en cambio, parecía arrepentirse. Ni siquiera se esforzó por ocultar el arrepentimiento, tan evidente en su expresión.
Quizás no debería sentir nada por él.
Pensé.
"Lo siento", dijo una última vez antes de salir de la habitación.
Quería llamarlo y gritarle que lo había perdonado. Quería que me volviera a besar sin arrepentirse, pero se fue antes de que me diera cuenta.
Después de unos minutos, entré al armario y escogí mi pijama.
Sabía que Cole no iba a regresar, así que me cambié de ropa en la habitación antes de meterme en la cama de Cole.
No iba a dormir, quería pensar en mi vida.
***
El punto de vista de Cole
No debería haberla besado.
El beso trajo consigo un sentimiento... Uno abominable.
No podía alejarme de ella. Quería estar donde ella estaba. Verla feliz también me hacía feliz. Verla triste me hacía sentir culpable, sobre todo si quien la hacía triste era yo.
Me estaba enamorando de Brittany.
Pero no podía estar con ella por mucho que lo deseara. Así que la única solución era deshacerme de los sentimientos ajenos.
Entré en mi oficina y salté en el sofá después de cerrar la puerta detrás de mí.
Estuve alojado allí durante más de una semana, por lo que podría llamar a este lugar mi segunda habitación.
Lo siento mucho Britt, pero enamorarnos de ti no nos hará ningún bien.
