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EN PENUMBRAS

EN PENUMBRAS

Status: En proceso
Genre:Amor prohibido / Amor a primera vista / Profesor particular / Traiciones y engaños / Enemistad nacional y odio familiar / Secretos de la alta sociedad
Popularitas:2.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Lily Benitez

Azul Zetas nació en un entorno complicado, marcada desde su infancia por el abandono y el maltrato. Su madre biológica la dejó en casa de su abuela materna, que no le brindo el amor que se merecía, siendo maltratada y abandonada a su suerte. Un trágico incendio en la casa de su abuela marcó un giro inesperado en la vida de Azul. Fue la única sobreviviente, gracias a la intervención oportuna del oficial de investigación Franco Coen, que se sintió conmovido por la situación de Azul y decidió llevarla a casa de sus padres, intentando ofrecerle un refugio seguro. A pesar de las buenas intenciones de Coen, la ley lo obligó a devolver a Azul a su madre biológica. De nuevo, Azul se encontró en un hogar sin amor, bajo el techo de su abuelo materno, un policía abusivo y alcohólico. Un nuevo incendio llevo a qué Azul quedé bajo el cuidado de unos tíos que la tenían como sirvienta. El oficial Coen la acomoda en un internado para liberarla del sufrimiento. ¿Encontrará la felicidad y el amor aquí?

NovelToon tiene autorización de Lily Benitez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

15° Castigo

#AZUL#

La primer noche dormí plácida y feliz, no fue mucho pero dormí al sentir que mi vida cambiaba, y soñar que por fin terminaría todo lo malo.

Eso cambio, después del ataque que sufrí de Cristal, por más que me repitiera y me dijeran que todo estaría bien, no puedo dormir, no logro cerrar los ojos, la cena fue un abrir y cerrar de ojos, porque era como si yo no estuviera presente, aunque mi cuerpo si estaba ahí. Todos hablaban e interactúaban, en cambio yo, solo hacía danzar al tenedor en el plato, casi no probé bocado o en realidad nada comi. Me retire a mi cuarto para dormir, pero no logro hacerlo, las chicas hace horas se durmieron. Miro la hora y son las una de la madrugada, salgo al pasillo para hablar con el señor Franco, tal vez escuchar su voz me tranquilice, y más que nada quiero preguntarle que pudo averiguar y hacer por mi, por lo que me pasó. Cómo el dijo que no importaba la hora, por eso lo haría, me gustaría hablar con Nahuel, pero el celular que me dió se apagó, no se como cargarlo, no tengo como, eso no me dió.

📱Hola.

Escuché su voz ronca.

📱Lamento molestarlo.

Le dije al oírlo.

📱No molestas, vino bien tu llamado, estaba por dormirme.

Me respondió.

📱Lo dejo que duerma .

Le digo avergonzada, sin animarme a preguntarle lo que quería.

📱No, no, estoy de servicio, no debo dormir.

Responde carraspeando.

📱Si usted lo dice.

Le digo en un suspiro.

📱Corta, te haré una video llamada.

Me dijo.

📱Ok.

Le respondo cortando la llamada.

Hasta que lo haga, camino por el pasillo en penumbras.

-Santos cielos, no me voy a acostumbrar nunca. Choco con Jhon en el pasillo.

-¿A qué no te vas a acostumbrar? Le pregunto.

-Je, no me hagas caso, ¿Qué haces paseando por aquí? Me pregunta.

-Lo mismo te pregunto, no es la primera vez que te sacan así. Le comento.

Él suspira hondo, mueve la mano en el aire como diciendo ya fue.

-Quieres caminar. Me señala.

-Ok. Le digo.

-Veo que tienes un celular, era cierto que hablabas a esta hora, y puedes hacer más que hablar, es uno bueno. Me dice al sacarmelo de la mano, tiene esa costumbre de sacar las cosas sin permiso.

En eso empezó a sonar mi celular.

-Tienes una video llamada. Me dice Jhon entregándome el celular y se pone serio.

📱Hola.

Le respondo viendo al oficial Franco.

📱Hola Azul, ¿te sientes mejor?, ¿se te pasó el dolor?.

Me pregunta.

📱Un poco, aunque no puedo dormir, ese incidente hizo que reviva el pasado.

Le comento con pena, veo que se endereza.

📱Eso ya no volverá, no debes pensar en ello, hay personas que te quieren, me incluyo.

Me anima.

📱Es muy amable.

Le respondo.

📱Azul, puedo pedirte algo.

Me dice con vergüenza

📱Claro, lo que pueda hacer por usted, que siempre está para mí, con gusto.

Le respondo

📱Se que, es tonto, pero necesito que me des suerte, en encontrar a esté niño.

Me dice enseñándome una foto de un pequeño.

📱Lo va a hacer, tiene mi energía positiva en que lo haga.

Le digo. El sonríe mirándome a los ojos.

📱Lamento molestarte con esta petición, pero siento que gastamos todos los recursos, pero nunca use mi talismán que eres tu.

Me dice con una sonrisa.

📱Lo va a lograr, es muy bueno conmigo, y en lo que hace.

Le respondo.

#Oficial Coen, tenemos novedades.

Escucho que le avisan.

📱Te dejo Azul, al parecer funcionó, te quiero.

Me dice al despedirse.

📱También lo quiero.

Le respondí cortando la llamada.

-Asi que lo quieres. Escucho a Jhon que estaba prestando atención a mi conversación con él oficial Franco.

Los colores se me subieron al rostro.

-Es el hombre más bueno que jamás conocí. Es mi salvador. Digo en un susurro.

-¿Estas enamorada de él? Me pregunta.

-He, no, ¿Por qué?. Le pregunto confundida.

-Y ¿quién te gusta?. Me interroga.

-Nadie. Le respondo en un suspiro.

-¿Nadie? Creo que sí y me mientes, tus mejillas rojas dicen otra cosa. Me dice.

-No es así. Le aseguro.

-Escuche que le das suerte, voy a frotarte la cabeza para tener suerte. Me dice Jhon despeinandome el cabello.

Me pasó los dedos por el cabello arreglándomelo.

Me miraba intenso, de una manera como si quisiera decirme algo. El silencio se puso incomodo.

-Voy a regresar. Le digo incómoda.

-He, no, quédate un poco más. Me pide.

-Debo estudiar. Me excuso.

-Te molesto que te despeine, lo siento, es que no se cómo actuar ante una chica, y contigo me siento cómodo, lo lamento. Se disculpa colorado.

-Tranquilo, no me enoje, pero ya debo ir a descansar. Le respondo.

-Azul, no soy bueno para estás cosas, pero te lo diré... Tú... En realidad, me resulta difícil hacer amigos. Me dice.

-No parece así, veo como te relacionas con los demás, sabes cómo poner en orden las cosas, como un... No sé cómo decirlo... Pero eres como la luz que le enseñas el camino. Le digo.

-Ho, bueno es la primera vez que me ven así como una luz, siempre me dicen el agua fiestas, porque elijo estudiar y no estar en las fiestas. Me comenta.

-Se equivocan, tienen mal enfocado lo que es importante... Para mí es el estudio, es lo que te hace libre, lo siento así, la posibilidad de estudiar no hay que desperdiciarla. Le comento al recordar las veces que fui encerrada y el único momento que sentía libertad era cuando estudiaba.

En eso se escucho un estruendo, como si el tiempo se preparara para llover. Jhon sin darse cuenta se prendió de mi mano fuerte, eso me recordó a Nahuel que tenía miedo a las tormentas.

-Va a llover. Expreso con entusiasmo y me encamino para apreciar el espectáculo.

-Ten cuidado, hay truenos, y rayos. Me dice Jhon.

-Ven a mirar, el cielo parece iluminarse y se forman como caminos. Le digo señalando en una ventana al patio.

Él tomo aire y se aproximó a mirar.

En eso escuchamos que se aproximan y vemos el reflejo de la luz de una linterna, Jhon me toma la mano y corremos, él me mete en su cuarto haciéndome gesto de silencio. Sentimos que mueven la perilla de la puerta, él me estira indicándome para meternos en la cama y nos cubre con la manta. Espiamos que ingresan alumbran con la linterna y vuelven a cerrar.

Mi corazón late acelerado, casi nos descubren. Al escuchar que se fue me incorporo.

Jhon me sostiene la mano, haciéndome gesto que espere, él se aproxima a la puerta a oír si seguían afuera, abre la puerta y salgo a dirigirme a mi cuarto.

-No quieres quedarte un rato más. Me consulta en un susurro.

-Hay olor a pies en tu cuarto. Le comento.

-No siento nada de eso. Me dice.

-Deben estar acostumbrados, pero se siente. Le aseguro.

-Vamos a la biblioteca. Me dice.

Lo miro aproximandome y él retrocede.

-Le tienes miedo a las tormentas. Le digo.

-He, no. Me respondió con una voz aguda.

-Bien, te acompaño, pero antes sales conmigo a ver la tormenta, así sabes que solo es agua que cae del cielo, no hay nada que temer. Le comento.

-Se ve que no conoces un tornado. Me dice serio.

-No, nunca ví uno, ¿Cómo son? Le pregunto.

-Es la razón por la que nos mudamos, donde vivía, uno se llevó nuestra casa. Me cuenta.

Llegamos a la biblioteca, me guía a un sector, prende la luz de su celular y elije un libro, lo hojea y me lo enseña.

-Esto es un tornado, el que se llevó nuestra casa era de esta clase, el barrio donde vivíamos quedó como un enorme terreno baldío, como le dicen aquí. Me explica.

-¿Y ustedes? ¿Cómo sobrevivieron? O ¿Sufrieron alguna herida? Le consulto preocupada al leer lo que es el tornado que me señalo.

-Todos acostumbran a tener sótanos o refugios anti tornados, en el lugar hay una sirena en la via pública que al escucharla sonar, sabes que debes ponerte a resguardo, ese día estaba en el colegio, al oír esa sirena nos refugiamos, un compañero sufrió un ataque de pánico, alteró a todos, fue algo terrible. Me dice torciendo la cara sin poder seguir contando.

No le insistí, yo no podía hablar de ciertos temas, el solo recordar me daba dolor, lo mismo le debe pasar a Jhon.

Note que se puso serio en un momento, por lo que sabía que el silencio era mejor, y no la insistencia en querer saber, al menos para mí era así.

Me puse a dibujar para pasar el tiempo, Jhon miro lo que hacía y tomo una hoja y también se puso a dibujar.

-Soy de dibujar los rostros, me gusta ver los ojos de las personas. Me cuenta Jhon.

-Cuando algo me atrae lo dibujo. Le comento.

-¡NO PUEDEN ESTAR AQUI, A SUS DORMITORIOS! Apareció el guardia que nos sorprendió.

-No estamos haciendo nada. Le dijo Jhon.

-NO DEBEN ESTAR FUERA DE SUS DORMITORIOS, ES UNA DE LAS REGLAS, MAÑANA VAN A ESTAR EN EL COMEDOR TRABAJANDO. Dijo con severidad.

-Pero...

Iba a protestar Jhon.

-UNA PALABRA MAS Y EL CASTIGO SERA PEOR. Recalcó el guardia y tomó nota en su celular de a quienes pescó.

Nos acompaño a nuestros dormitorios, con Jhon nos despedimos sacudiendo la mano.

Suspiré hondo acostandome en mi cama.

-Azul, ¿hablaste con tu novio?. Escucho a Norali preguntarme.

-No, solo salí a tomar aire, me cuesta dormir. Le respondí.

-Puedo acostarme contigo, la tormenta me asusta y me sacaron a mi conejo. Me dice.

-Tenias un conejo. Le pregunto.

-Un peluche que me regaló mi padre y me lo sacaron con la escusa que soy grande para eso. Me cuenta con tristeza.

-Eso es tonto, no te pueden sacar lo que es tuyo. Le respondo.

-No crees que es infantil. Me pregunta.

-Si te gusta a vos, que importa a los demás. Le dije.

Me solidarizé con ella, al saber lo que dolía que te saquen algo que valorabas, mis primas eran expertas en sacarme cosas y romperlas por puro gusto.

-Tienes algo así. O tuviste algo así. Me pregunta y siento que se sentó a la orilla de mi cama, le hice señas que se acueste.

-Aqui es más temeroso ver la tormenta, pero Anahí no se queda quieta al dormir, una vez tenía su pie en mi cara. Me cuenta.

Cómo mi cama estaba próxima a la ventana se veían los rayos.

-Es lindo los dibujos que se forman, imagino que es un mapa a una ciudad misteriosa y que tiene todo tipo de tesoros. Le digo.

-Si lo ves así, no da tanto miedo. Me dice.

Nos quedamos dormidas y siento que me tocan, abro los ojos encontrándome con la señorita Vega Jefa de nuestro dormitorio.

-Preparate, debes estar en el comedor para ayudar a servir el desayuno, te descubrieron en la biblioteca fuera del horario permitido. Me dice.

-Me pongo ropa deportiva. Le pregunto.

-Si, esa está bien. Te espero afuera. Me dice.

Miro la hora y son las cinco y media de la mañana.

"Se ve que se levantan temprano para hacer el desayuno" pienso dirigiéndome a lavar la cara y pasar el peine por mi cabello.

Al estar lista salgo y veo que cruza Jhon acompañado por su jefe de dormitorio, va caminando con la cabeza gacha, como si aún no se despertara del todo.

Llegamos a la cocina, me sorprendió ver lo enorme que es, hay como cuatro cocinas enormes, y las cocineras amasando para hacer pan.

-Niña ven aquí, sácate los lentes o se te opacaran. Me indica la cocinera.

-No puedo ver con la claridad, Le explicó.

-Amasen aquí, pondré esto en el horno. Indico sería.

Nos lavamos las manos y nos colocaron unos delantales.

-¿Cómo se hace? Pregunto Jhon.

-Solo haz como yo, no debe costarte,tienes manos grandes y calientes. Le comento.

-¿Cómo sabes? Me pregunta.

-Ya lo hice antes. Le respondo.

-No, ¿Cómo sabes que tengo manos calientes? Indaga.

-Ha, me tomaste anoche cuando cayó el rayo. Le recuerdo una de las veces.

-No me da miedo los rayos, solo lo hice por si a ti te asustaba. Me dice suspirando.

-No diré nada, no te preocupes. Le digo.

Él se gira y me lanza harina en la cara.

-¿Qué haces? Le digo sacudiéndome.

-Ahora pareces un fantasma. Se burla riendo.

-No es lugar de juegos, lleven las bandejas. Nos reta sacándonos de la cocina.

Me limpie y salí con la bandeja.

-TE QUEDA MUY BIEN EL DELANTAL, DEBES DEDICARTE A ESO. Escucho que se burla Cristal al verme.

"Ignorarla" me susurro Jhon.

-ME SIRVES A MI PRIMERO. Le pide con voz coqueta, él la ignora dirigiéndose al lugar de sus amigos.

Deje la bandeja, como me indico la cocinera, y Cristal toma una de las masitas dulces, lo lanza manchando todo el frente de mi ropa con la crema pastelera, no se de dónde vuela otra pegándole a ella en la cara, sin pensarlo todos empezaron a lanzarse cosas al grito "¡GUERRA DE COMIDA!"

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Luisa Fernanda Aguilar Areiza
buen capitulo, siempre quiero más y más jiji
Sweet Lee.🖤
Omg! Qué emoción!

Continúa con está historia!.
Lilyben
La madre de Azul la protegía para que no abusen de ella.
Lilyben
De nuevo usaban a la niña para sacar dinero a las personas, eran estafadores todos.
BERNARDINA PASTELIN
dale una muerte dolorosa a ese maldito, por fas , escritora
BERNARDINA PASTELIN
si la quería , la ocultaba de su padre para que no lo hiciera lo mismo
BERNARDINA PASTELIN
protegía a su hija de su mismo padre, 🤬🤬🤬🤬
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