Reynaldo Marrugo, un hombre de 28 años con una dura infancia por parte de su padre; estaba en su oficina recordando todo por lo que ha pasado.
Se acordó que a sus 14 años su padre lo puso a ver películas para adultos, la razón fue porque pasaba con un amigo todo el tiempo, su amigo se quedaba a dormir en su casa, en su cuarto y en la misma cama, la madre no le veia problema a eso, pero su padre si, el era Emiro Marrugo.
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ESTADO DE SHOCK
Salió de la casa sin saber dónde buscarla, la casa de ellas aún no estaba terminada, no sabía que hacer, se subió a su auto y se acordó que tenía el número de Alicia y marco, la mujer al ver el número no contestó; no quería que su hija la escuchara hablando por teléfono; decidió mandarte un mensaje dándole la dirección donde se iban a quedar, pero le dijo que fuera al día siguiente para ella hablar con su hija, Reynaldo un poco aliviado aceptó.
Las dos mujeres se iban a quedar en un hotel, Alicia fue a hablar con su hija, la vio saliendo del baño nerviosa, pero supuso que era porque prácticamente salieron huyendo de la casa de Reynaldo, ella quería que le explicara lo que estaba pasando.
ALICIA: ¿Cuentame que sucede?
KENIA: Mamá, me enamoré perdidamente de Reynaldo, pero el me dejo las cosas claras desde un principio, y ya no puedo más, no puedo seguir así.
ALICIA: ¿Se lo hiciste saber a él? ¿ Le dijiste para terminar con todo?
KENIA: No, a él lo único que le importa es el s*xo, nada más.
ALICIA: Eso es lo que tú supones, enfrenta las cosas y terminale de frente, no hayas como una cobarde, tu no sabes que siente el por ti, tu solo Sabes lo que tu sientes, ¿Tú le haz preguntado si el siente algo por ti?
KENIA: No..
ALICIA: Entonces no supongas, habla con el y deja las cosas claras, habiendo como dos personas adultas, no asumas que el no siente lo mismo solo porque tú lo sientes así; tu solo prepárate para cualquier resultado, acepta que el otro puede sentir o no sentir lo mismo y prepárate para manejar esa situación.
KENIA: Está bien mami, le voy a mandar un mensaje para que venga y así poder hablar como tú quieres.
ALICIA: ¡No como yo quiero! es como se debe, para que ninguno de los dos quede con dudas, sé paciente Kenia, la comunicación y él entendimiento mutuo pueden llevar tiempo, pero también recuerda que tu valor y dignidad no dependen de la respuesta del otro. Tú eres valiosa y mereces ser feliz, independientemente del resultado.
Kenia le mando un mensaje a Reynaldo y la ubicación del hotel donde estaba con su madre, quería aclarar todo lo más pronto posible.
Eran las once de la mañana cuando Reynaldo llegó al hotel, cuando frente a la puerta que coincidía con el número que le dio kenia, suspiró y tocó tres veces seguido; ella fue abrir porque sabía que era el, el la miró y ella apartó la mirada y lo hizo entrar, cuando se sentaron en el sofá el dijo.
REYNALDO: ¡No entiendo por qué te comportas como una niña fugitiva! si necesitabas estar sola solo tenías que decirlo, no necesitabas huir así. ¿Qué pasa con tu trabajo?
KENIA: ¿Qué estás diciendo? ¿solo te importa el trabajo? ¡nada más eso!
Él se queda callado por un momento sin saber que contestar, ese fue el momento más largo que ella pudo haber sentido, el más largo de su vida, ella se sintió tan incómoda porque sentía que estaba forzándolo a hablar; en ese momento ella haría cualquier cosa por poder desaparecer de su vista, para que nunca volviera a mirarla.
REYNALDO: Quiero ayudarte kenia, porque eres así, porque me estás excluyendo de tu vida y sabes que haría cualquier cosa por ayudarte. ¿Por qué me excluyes? ¿Qué he hecho mal? Piensa en tu madre kenia.
Ella lo miró y se acordó las veces que ha dicho en el pasado y presente lo afortunada que es por tener una madre que cuida de ella, que le habla y aconseja como lo haría una verdadera amiga.
KENIA: ¡Hay algo que debes saber!
Ella estaba decidida a confesar sus sentimientos, tenía la leve esperanza de que al final todo saliera bien, el la miró y dijo.
REYNALDO: Hablemos con toda la sinceridad del mundo, sin omitir nada kenia, por favor.
Él tenía la esperanza en el, quería que Kenia confesara sus sentimientos, que diera el paso, el quería el puente para llegar, para también confesar sus sentimientos.
KENIAEspero mi no te preocupes Reynaldo, voy a ser sincera
Ella respiro hondo antes de continuar, recordando el momento en que el le dijo para hablar con toda la sinceridad del mundo sin omitir nada, pero ella en ese momento dudo, ella sabia que cualquier cosa que dijera iba a cambiar para siempre, sea bueno o malo cambiaria, para bien o para mal.
KENIA: ¡No quiero seguir más!
Reynaldo permaneció por unos segundos inmóvil, no era lo que quería escuchar, no entendía que estaba pasando, quedó en estado de shock, quedó con los ojos vidriosos y con la mirada pérdida, estaba aturdido y era incapaz de aceptarlo, no podía aceptarlo, el la miró desconcertado y se dio cuenta que no podía perdérse demasiado tiempo en la angustia, no quería verse derrumbado delante de ella y dijo.
REYNALDO: Porque dejar todo así? ¿Hice algo mal? si es así dimelo.
Ella no sabía que decir, no estaba segura de confesar sus sentimientos, sabía que era completamente normal sentir dudas y miedo al rechazo, sabía que al confesar sus sentimientos se estaba poniendo en una posición de vulnerabilidad, sentía que se iba a poner en ridículo si Reynaldo le decía que no sentía lo mismo, que solo le atraía el s*xo.
Reynaldo la vio pensando mucho, quería saber por qué esa decisión, su silencio lo perturbaba y dijo.
REYNALDO: Habla kenia por favor.
Ella lo miró y analizó bien lo que queria decir, pensó que al se honesta sobre sus sentimientos podía sentir un gran alivio y libertad en su corazón y en su conciencia, también pensó que era mejor sacar todos los sentimientos reprimidos porque podía ser una forma poderosa de liberar emociones y encontrar descanso mental y emocional.
KENIA: Yo... no sé por dónde empezar, estoy que me vuelvo loca.