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La Boutique De La Marquesa

La Boutique De La Marquesa

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Mujer poderosa / Traiciones y engaños / Amor eterno / Mujer despreciada / Edad media
Popularitas:21.2k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Fachis Reyes

En la turbulenta Inglaterra medieval, Lady Isabella de Worthington, una mujer de espíritu indomable y belleza inigualable, descubre la infidelidad de su marido, Lord Geoffrey. En una época donde las mujeres tienen pocas opciones, Isabella toma la valiente decisión de pedir el divorcio, algo prácticamente inaudito en su tiempo. Gracias a la ley de la región que otorga beneficios a la parte agraviada, Isabella logra quedarse con la mayoría de las propiedades y acciones de su exmarido.Liberada de las ataduras de un matrimonio infeliz, Isabella canaliza su energía y recursos en abrir su propia boutique en el corazón de Londres, un lugar donde las mujeres pueden encontrar los más exquisitos vestidos y accesorios. Su tienda rápidamente se convierte en el lugar de moda, atrayendo a la nobleza y a la realeza.

NovelToon tiene autorización de Fachis Reyes para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La caída de Geoffrey

El cielo estaba nublado, como si la propia naturaleza presagiara la inminente caída de Geoffrey. En las calles de la ciudad, el ambiente era tenso. Las noticias se esparcían rápidamente entre los nobles y los plebeyos: Geoffrey, el infame exmarido de Lady Isabella, había sido arrestado por cargos de conspiración, amenazas y extorsión. La caída de un hombre tan poderoso y respetado en la sociedad no era algo que pasara desapercibido. Las miradas de los transeúntes se centraban en las puertas del tribunal, donde el juicio más esperado del año estaba a punto de comenzar.

Isabella observaba todo desde el balcón de su boutique. Aunque Geoffrey había sido una sombra oscura en su vida desde su separación, ella no se había permitido imaginar que llegaría el día en que él sería sometido a la justicia. La última semana había sido intensa, llena de revelaciones y acciones decisivas que finalmente llevaron a su captura. El intento de sabotaje a su tienda había sido la chispa que encendió el fuego de su propia caída.

Desde el incidente con los matones, Alexander había estado a su lado, proporcionando no solo apoyo emocional, sino también conexiones estratégicas. Fue gracias a su influencia en la corte y su cercanía con ciertos jueces que las denuncias de Isabella finalmente encontraron eco en los oídos adecuados. La intervención de Alexander no había sido solo en defensa de su boutique, sino también en su deseo de poner fin al reinado de manipulación y terror que Geoffrey había construido a lo largo de los años.

El sonido de los cascos de los caballos resonó en las calles, interrumpiendo los pensamientos de Isabella. Los guardias reales escoltaban a Geoffrey al tribunal, su figura altiva y arrogante contrastaba con las cadenas que ahora lo ataban. Su rostro, que alguna vez había sido el de un hombre carismático, ahora estaba lleno de ira y desprecio. A pesar de la humillación pública, aún mantenía su arrogancia, seguro de que encontraría una forma de evadir la justicia, como tantas veces antes.

Sin embargo, esta vez, Geoffrey subestimaba el poder de aquellos que había agraviado.

Isabella, acompañada de Alexander, se dirigió al tribunal poco después. Al entrar, las miradas curiosas y murmurantes de la gente se centraron en ella. Algunos la miraban con respeto, otros con envidia, pero todos sabían que su testimonio sería crucial para el destino de Geoffrey. Al cruzar las puertas del tribunal, Isabella sintió el peso de lo que estaba por suceder. Geoffrey no solo la había traicionado en lo personal, sino que también había puesto en peligro su futuro y su dignidad.

El interior del tribunal estaba abarrotado. Los nobles se habían reunido para presenciar el juicio, un espectáculo que prometía drama y revelaciones. Geoffrey, sentado en el estrado de los acusados, apenas levantó la mirada cuando Isabella entró en la sala. Su rostro estaba pétreo, pero sus ojos delataban la rabia contenida.

El juez, un hombre de mirada severa y recta, dio inicio al juicio. Las acusaciones eran muchas: conspiración para dañar la propiedad, amenazas contra la vida de Isabella y de otros comerciantes, y sobornos a oficiales menores para ocultar sus crímenes. Cada cargo iba acompañado de pruebas claras, presentadas por testigos y documentos que Alexander había ayudado a reunir. La red de corrupción que Geoffrey había tejido durante años comenzaba a desmoronarse ante los ojos de todos.

El primer testimonio fue el de Claire, una de las trabajadoras de la boutique de Isabella, quien relató el incidente de las amenazas y de la entrada violenta de los matones. Su voz temblaba al principio, pero a medida que avanzaba, ganaba seguridad, especialmente al ver a Geoffrey encarcelado y privado de su poder.

—Mi señora, Isabella, nos ha tratado con el mayor respeto y ha trabajado incansablemente para construir su negocio. Geoffrey intentó destruirla, y con ella, a todas nosotras que dependemos de este trabajo para mantener a nuestras familias. —dijo Claire con firmeza.

A medida que más testigos se acercaban al estrado, el peso de las pruebas contra Geoffrey se hacía más abrumador. El propio líder de los matones, bajo promesas de clemencia, confesó su participación en el plan de Geoffrey para incendiar la tienda de Isabella. Sus palabras fueron un golpe devastador para Geoffrey, quien hasta ese momento había negado con desprecio todas las acusaciones.

Cuando llegó el turno de Isabella para testificar, la sala se sumió en un silencio expectante. Cada palabra que pronunciara podría sellar el destino de Geoffrey. Con pasos firmes, subió al estrado, y por primera vez en mucho tiempo, enfrentó a su exmarido con una calma que no sabía que poseía.

—Durante años, fui víctima de los abusos de este hombre, no solo como su esposa, sino también como ciudadana de este reino. Geoffrey utilizó su posición para manipular, amenazar y dañar a quienes consideraba una amenaza para su ego. Intentó destruir mi vida cuando decidí tomar control de mi propio destino, pero hoy, no es solo por mí que estoy aquí, sino por todas las personas a las que ha dañado en su interminable sed de poder. —dijo Isabella con voz firme y clara.

Geoffrey no dijo nada. Su mirada era un abismo de odio, pero no podía refutar las pruebas que se acumulaban en su contra. Había sido atrapado, y ya no tenía el control.

El juez escuchó atentamente a todos los testigos y examinó las pruebas presentadas. Al final del juicio, se levantó de su asiento y, con voz solemne, pronunció la sentencia.

—Geoffrey Harrington, se le encuentra culpable de todos los cargos. Será despojado de sus títulos y propiedades, y será encarcelado por un período de no menos de veinte años, con posibilidad de aumentar la pena por otros delitos que se investigarán. La justicia del reino ha hablado.

Las palabras del juez resonaron en la sala. Geoffrey, por primera vez, mostró una chispa de desesperación en sus ojos. Todo por lo que había trabajado, todas las redes que había construido, se desmoronaban ante él. Los guardias lo rodearon y comenzaron a llevarlo fuera de la sala. Justo antes de ser arrastrado, Geoffrey se volvió hacia Isabella, con sus ojos llenos de una mezcla de furia y derrota.

—Esto no ha terminado, Isabella. —gruñó, pero sus palabras ya no tenían el mismo poder.

Isabella lo observó en silencio mientras se lo llevaban, sin dejarse perturbar. Sabía que sus amenazas eran las últimas palabras de un hombre acabado, un hombre que finalmente enfrentaba las consecuencias de sus acciones.

Al salir del tribunal, Isabella sintió una inmensa liberación. La sombra de Geoffrey había sido eliminada de su vida. El viento frío del invierno soplaba a su alrededor, pero esta vez no le trajo miedo, sino una sensación de nueva libertad.

Alexander estaba esperándola fuera del tribunal, con una sonrisa tranquila en su rostro. Cuando se acercó a ella, le ofreció su brazo, y sin dudarlo, Isabella lo tomó.

—Lo lograste. —dijo él suavemente.

—Lo logramos. —respondió ella, con una sonrisa serena.

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s Gonzalez
Bueno
s Gonzalez
Normal
Sabri Nahir Zapata Zini
Me encanto la historia! Verdaderamente fascinante
Madelein 😍
poco hombre
Madelein 😍
que emoción por ella
Madelein 😍
así se habla con todo
Madelein 😍
me alegro que el papá la apoye
Madelein 😍
es valiente no es fácil tomar esa decisión en esas épocas
Madelein 😍
típico infiel
Sandra Garnica
Es un maldito perro infeliz que no puede superar qué su ex sea mejor que el en todos los sentidos y que pensó que ella siempre iba a estar hay para que el la pisoteara😡😡😡
Lucia Rosalba Garcia Mercado
y no invito a su papa tanto que la apoyo cuando se divorcio
Maria Josefa
preciosa la novela gracias al la autora me gusto muchísimo besos
Monica Lopez Cortes 🇻🇪🇦🇷
me encantó la historia ,,, felicidades autora 💝🤗💝 muy buena y recomendada
Irma Ruelas
💐❤️❤️🌹🌹
Irma Ruelas
💐❤️❤️🌹🌹🌹
Irma Ruelas
💐❤️❤️🌹🌹
Irma Ruelas
❤️🌹🌹🌹
Irma Ruelas
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Irma Ruelas
❤️❤️💐💐🌹🌹
Irma Ruelas
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