CORRIENDO A LA VELOCIDAD DEL AMOR

CAPÍTULO 15.

El día del evento habia llegado finalmente, las chicas se reunieron para vestirse juntas, mientras que en otra habitación, Henry, Dominic y Kilian entablaban amistad mientras terminaban de prepararse.

Dom se habia encargado de contratar una limusina para llevarlos a todos a la fiesta, por lo tanto, llegarían todos juntos.

Las chicas se tomaron su tiempo y, al terminar, las tres se veían hermosas. Los chicos quedarían con la boca abierta al verlas.

La primera en salir al encuentro de los hombres, que ya estaban listos y solo esperaban pacientemente a sus acompañantes mientras bebían un vaso de whisky, fue Dana quien vestía un hermoso vestido de color verde petróleo. Kilian y Dominic al verla, sonrieron orgullosos. Mientras que Henry, no podía creer que frente a sus ojos este semejante belleza.

—Luces muy bella. —Exclamo Dominic, dándole la vuelta.

Ella le agradeció y, al igual que Henry quedo embelesado por ella, Dana también posó su vista en ese hombre guapo. Se veía hermoso.

Después, fue el turno de Audrey, quien también sorprendió a todos con su vestido floreado. Pero sobre todo a Dominic, a quien Kilian, hizo un gesto de cerrarle la boca con su mano.

La chica se veía espléndida y, ese vestido no hacía más que acentuar sus curvas. Audrey miro a Dominic. Aunque, aún no arreglaban sus problemas, el hombre no dudo en decirle lo bella que estaba.

—Y ahora, el gran final. —Dijo Dana, abriendo la puerta de la habitación para que Briana salga de allí y muestre lo hermosa que se veía.

Ella salió caminando tímidamente y se acercó a los hombres. Kilian se sorprendió. Su corazón comenzó a palpitar fuertemente al ver a esa mujer que hace tiempo ocupaba el podio en sus sueños y fantasías. Verla vestida de esa forma, no hacía más que acentuar aquellos sentimientos que él intentaba mantener ocultos.

—¿Y bien? —pregunto Dana golpeando a Kilian en el brazo. —¿No le dirás nada?

—Te ves… preciosa. —Dijo finalmente, suspirando.

—Digno de la señora Becker. —Sonrió Dana, satisfecha.

Kilian tomó a Briana por el brazo y, antes de que Dominic evada a Audrey, Dana se agarró del brazo de Henry. Sin dejarle alternativa a su amigo de llevar a su enamorada del brazo. Ella sabía, que a pesar de todo, Dominic era un caballero y no dejaría que una dama camine sola.

Los chicos subieron a la limusina y comenzaron su viaje hacia el enorme salón donde la fiesta se llevaría a cabo.

Al llegar, los chicos bajaron primero con sus respectivas parejas, mientras que Kilian se tomó un momento para calmarse. No solo por los nervios del evento, sino por estar al lado de la mujer más hermosa que había visto jamás.

—¿Estás bien? —pregunto Briana, acariciando el rostro de Kilian.

—¿Ya te dije lo hermosa que te ves? —Dijo él, observándola con cariño.

Ella asintió, tímida.

—Vamos. —Dijo él, extendiéndole su brazo. —Es hora de mostrarle al mundo que somos un matrimonio unido y feliz. Solo nos queda un mes.

Oír eso, a Briana le dolió en el pecho. El tiempo había pasado rápidamente, a ella le agradaba Kilian y la convivencia de ambos, no estaba nada mal. Pero, la realidad era que ese matrimonio era falso y que solo estaban actuando ante los medios y el resto de las personas.

Apenas ingreso la tan esperada pareja, todo el mundo aplaudió y los medios los fotografiaron juntos. Todos querían tener la mejor tapa del lunes.

Briana estaba nerviosa, sobre todo por estar acompañada de un hombre tan imponente. Brian y Charlotte, a quien apenas se le notaba la barriga, se acercaron para saludarlos y decirles lo lindos que se veían juntos. Mientras que, a un lado, sus amigos estaban esperándolos, ilusionados con que, de todo este caos, se forme una pareja. Por otro lado, estaban Zack y Lucia. Zack tenía una cara de pocos amigos y, Lucia, se veía algo triste. A pesar de como se dieron las cosas, ella realmente amaba a Zack, pero se dio cuenta de que para él, ella era solo un juguete. Algo que necesitaba para ganar las olimpiadas de patinaje y, probablemente después, la deje para intentar volver con Briana. Porque, era obvio que ella era el amor de la vida de Zack.

A Zack, lo único que lo mantenía cuerdo, era la sorpresa que le tenía preparada a su querido tío para cuando la fiesta llegue a su momento cúspide.

Briana observo la decoración y sonrió en dirección a Dana. Ella observó el logo elegido para la escudería, el cual tenía los colores negro y dorado, con un león con una corona y laureles a su alrededor. En letras igualmente doradas, estaba la inscripción “B&G Racing”.

—Hago juego con el logo de la escudería. —Dijo Briana divertida.

—Eso te hace aún más sexy. —Exclamo Kilian, sin pensar. Ambos se miraron y se ruborizaron.

Kilian saludó a algunos conocidos y presentaba a Briana como su esposa. Esa no era la idea, ya que, en realidad, era todo una fachada hasta que salga el divorcio. Pero lo cierto, es que lo hacía inconscientemente y se sentía orgulloso de tener una esposa como Briana.

Finalmente, se reunió con sus amigos. En el centro del salón había dos autos cubiertos, los cuales serían presentados más tarde.

Un chico de aproximadamente veinticinco años, se acercó a saludar, alegre. Kilian y Dominic lo recibieron con un cálido abrazo y entre risas, lo presentaron al resto.

—Amigos, amigas… Briana. —Exclamo Kilian, dejando a todos con la boca abierta. —Quiero presentarles a Matt Lanter. El primer piloto de la escudería. Esta misma noche, firmaremos el contrato delante del público.

—Mucho gusto. —Sonrió el chico. Saludando a todos.

—Por cierto, Matt. —Dijo Dom. —Acompáñame, quiero que leas el contrato antes de firmarlo.

Matt asintió y siguió a Dominic quien lo llevo a un lugar más tranquilo y le mostró la documentación.

Horas más tarde, después de que Kilian y Dominic dieran un pequeño discurso y presentaran a Matt, se procedió a la firma del contrato y el descubrimiento de los coches. Tanto Matt como Dominic se acercaron y quitaron la sabana que los cubría y se subieron para darles arranque y acelerarlos unos minutos para dar una pequeña muestra.

—¿Dominic seguirá corriendo? —pregunto Audrey.

—Dominic prometió que cuando establezcamos una escudería, daría su última carrera. Quería despedirse bajo el mandato de nuestra propia escudería. Por lo tanto, participará en la próxima carrera, pero solo para despedirse. No competirá. —Explico Kilian.

—Kilian. —Exclamo una voz potente a espaldas del grupo. —He venido a felicitarte por tu nuevo proyecto.

Kilian, quien tenía a Briana por el brazo, se giró sobre sus talones.

—¿Qué hacen ustedes aquí? —pregunto, frunciendo el ceño.

—Parecería que no te alegras de vernos. —Exclamo, esta vez, la mujer, a quien Briana identifico como Cassandra Lopetteghi, la ex de Kilian.

—Saben perfectamente que no son bienvenidos aquí. —Exclamo él. —¿Cómo ingresaron?

—Yo los deje entrar. —Exclamo Zack. —Lo siento, tío. ¿Hice mal?, creí que no te molestaría ver a tu amigo y a tu novia. —Dijo esto último observando a Briana.

—Ex amigo y exnovia. —Corrigió Kilian. —Y sí, hiciste mal. Será mejor que se vayan antes de que llame a seguridad.

Kilian se disculpó de Briana, besando los nudillos de sus manos y se dirigió hacia el baño para calmarse. Esas dos personas le hacían perder la paciencia y no quería montar una escena. No en esa noche.

Dado que ya habían logrado lo que querían, Vincent y Cassandra se prepararon para irse. Sin embargo, antes, la modelo decidió derramar una dosis más de veneno.

—Hola. —Exclamo ella. —Así que tú eres la esposa de Kilian.

—Lo soy. —Dijo ella, con la frente en alto.

—Imagino que son muy felices. —Exclamo.

—Lo somos. —Dijo ella, cortante.

Cassandra suspiro.

—Mira, solo quiero advertirte. —Dijo ella. —Kilian no es el hombre que parece. Sé que piensas que nos separamos porque lo engañe con su mejor amigo. Pero lo cierto es que fue el quién me engaño primero con cuanta mujer se le cruzó por delante de las narices. No te ilusiones demasiado querida. —Exclamo ella.

Briana no le respondió. Simplemente, observaba a su alrededor, demostrándole a su oponente lo aburrida que le parecía la conversación.

—Sin embargo, también quiero advertirte. —Dijo, acercándose más. —Ahora que he vuelto, me encargaré de que Kilian regrese conmigo. Y tú, pequeña, no serás un impedimento para mí.—Exclamo sonriente, dejando a Briana metida en sus pensamientos.

Ella sabía que esa mujer solo quería derramar de su veneno. Pero, se dio cuenta de que ella estaba comenzando a sentir cosas por Kilian y haciéndose ilusiones. Cosa que no debería ocurrir debido a que, en poco más de un mes, su matrimonio quedaría disuelto. Briana estaba aturdida. Decidió que lo mejor sería tomar un poco de distancia de Kilian. Al menos hasta aclarar esos sentimientos.

—¿Ocurre algo? —pregunto Kilian, tomándola por los hombros.

—No. —Respondió ella. —Solo estoy cansada, tal vez deba irme.

—Tengo que quedarme un rato más aquí. —Dijo él, algo triste. —Me gustaría irme contigo, pero…

—No, no te preocupes. —Exclamo ella. —Puedo tomar un taxi.

—No, claro que no. —Dijo Kilian. —Te llevará la limusina. ¿Segura no quieres esperarme?, yo cortare la fiesta antes…

—De verdad estaré bien. —exclamo ella, tomando su rostro.

Él asintió, aunque no muy convencido. La acompaño hasta afuera del evento, llamo al chofer de la limusina que los había traído al evento y le dio indicaciones de llevarla y luego regresar para esperar a los demás.

Kilian se despidió de ella con un beso en la mejilla. No estaba segura de dejarla ir, pero ella no quiso quedarse y él no podía obligarla. Sin embargo, le tranquilizo saber que luego la vería en su casa. En la casa que ambos compartían. Sonrió al pensar eso.

Pero, en la limusina, todo era diferente. Briana le hablo al chofer para decirle que hubo cambio de planes. Por lo tanto, le indico la ubicación de su antiguo apartamento y le pidió que la lleve hasta allí. Le envió un mensaje a Audrey para avisarle y para tranquilizarla en caso de que Kilian la llame al no encontrarla en su apartamento.

Atuendo de Kilian.

Atuendo de Dominic.