RECUPERAR TU AMOR

"Dónde estabas, mujer", preguntó Jorge, el padre de Angie. Estaba dando una vuelta por ahí, amor. Tu hija y Melissa están muy mal. Pablo y Samuel no aparecen por ningún lado.

 Fuera de eso, la familia de Pablo tampoco aparece, eso es raro. Y tú, andando de paseo, Salomé. No te desquites conmigo, Jorge.

 Yo les advertí que ese muerto de hambre solo le importaba el dinero de nuestra hija.

Ese miserable no va a aparecer, lo dije, los sospeché y ahí tienen la respuesta a todo. Ahora voy a ver a mi hija y sobrina, permiso. —Papá —habló Andrés, sentándose en la silla con un vaso de whisky— ¿Y si mamá les hizo algo? —me quedé sin palabras mirando a mi hijo. Nunca opinas, Andrés, y me sales con esto, hijo. —Mamá no es la misma mujer que cuando teníamos diez años con Angie, es como si nos la hubieran cambiado de un momento a otro.

 Yo defiendo a Pablo y a Samuel, esa mujer le cambiará la mentalidad a mi hermana y a Melissa.

No digas tonterías, Andrés. Tu madre solo quiere lo mejor para tu hermana y para todos nosotros. No podemos culparla sin pruebas. Vamos a esperar a ver qué sucede y a apoyar a Angie y Melissa en este momento tan difícil. Todo va a salir bien, verás. Jorge asintió, tomando el brazo de Andrés con ternura.

Gracias por preocuparte, hijo. Somos una familia y vamos a salir juntos de esto, no importa lo que pase. Vamos a confiar en que todo se resolverá de la mejor manera posible. La familia es lo más importante. Andrés sonrió, sintiendo el apoyo de su padre y sabiendo que juntos podrían superar cualquier obstáculo que se les presentara. Era hora de unirse como familia y enfrentar juntos lo que les deparaba el destino.

Andrés respiró hondo y se sintió reconfortado por las palabras de su padre. Sabía que debían permanecer unidos y fuertes en este momento difícil. Se prometió a sí mismo apoyar a su hermana Angie y a su prima Melissa en todo lo que necesitaran, y confiar en que todo se resolvería de la mejor manera posible.

Andrés se abrazó con fuerza, fortaleciendo el vínculo que los unía como padre e hijo. Juntos, enfrentarían cualquier desafío que se cruzara en su camino. Andrés sabía que, con amor, paciencia y confianza, podrían superar cualquier obstáculo. Y así, unidos, se prepararon para afrontar juntos lo que les deparaba el futuro a la familia.

Mientras en la cárcel, Pablo y Samuel estaban en shock por lo que se enteraron. Resulta que Salomé Cardona no es ella, es la hermana gemela de Salomé, mejor dicho, quien se hace pasar por la mamá de Angie y Andrés en realidad es su tía Devora. Melissa es hija de Devora y de Pedro Castillón, —Así que usted es mi yerno —habló Samuel sentándose en una de las sillas que hay en la celda. —Sí, muchacho, usted ya es de mi familia, como un hijo para mí, ya que es el esposo de mi pequeña Melissa. —Yo necesito salir de aquí —habló Pablo mirando fijamente a Pedro, —por ahora no puedes, muchacho, si lo intentas te van a matar empezando por el director de la cárcel, sé muy bien que Devora le pagó una muy buena cantidad de dinero para tenerlos aquí a los dos. No sé nada de mi familia, ¿cómo les habrá ido en medio de ese barranco? —Tu familia está bien, mis hombres los recogieron y están con la verdadera Salomé en una de mis mansiones en otro país, así que Pablo tiene que calmarse, muchacho.

—Pero, ¿cómo pudieron hacer algo así? ¿Por qué nos metieron en esto? —preguntó Pablo con frustración.

—Devora siempre ha sido una mujer ambiciosa y sin escrúpulos, no le importa quién resulte lastimado en el camino para lograr sus objetivos. Ella se obsesionó con usted, Pablo, y también tiene una red de negocios ilegales que ha mantenido en secreto durante años. Tienen mucho poder y dinero, por lo que no les importa a quién tienen que dañar para mantener su imperio en pie —explicó Pedro.

Pablo y Samuel se miraron con incredulidad. Todo lo que pensaban que sabían sobre sus vidas se había desvanecido en un instante. Estaban en una situación complicada y peligrosa, y no sabían cómo iban a salir de ella. Pero sabían que debían mantener la calma y encontrar una manera de salir de la cárcel y enfrentar a Devora y al tal Carlos.

"Maldita vieja", gritó Pablo en medio de lágrimas. Si pierdo el amor de Angie, mi destino es incertidumbre. ¿Cómo decirle que no quiero olvidarla si la vida me ha enseñado que ella es lo primero? Y si no me espera, ¿no puede ser el destino tan cruel conmigo?.

En su desesperación, Pablo sintió un nudo en la garganta y un pesar profundo en el pecho. No podía imaginar su vida sin Angie a su lado, sin su risa, sin su complicidad, sin su amor. El pensamiento de perderla era insoportable, y la idea de que el destino pudiera separarlos le resultaba inaceptable.

Pablo sabía que debía luchar, que debía demostrarle a Angie todo lo que significaba para él. No podía permitir que la incertidumbre y la desesperanza lo consumieran. Con determinación en el corazón, se prometió a sí mismo que haría todo lo que estuviera en sus manos para mantener viva la llama de su amor, para no dejar que la distancia o el tiempo los separaran.

Con paso firme, Pablo se dispuso a enfrentar lo que viniera, sabiendo que la fuerza de su amor por Angie sería su guía y su salvación. No importaba lo que el destino tuviera preparado para él, estaba decidido a luchar por su felicidad, por su amor, por su Angie.

Samuel se levantó, fue hasta donde su amigo Pablo estaba y le dio un abrazo reconfortante. "Juntos lucharemos por el amor de nuestras esposas."

"Pablo, no estás solo en esto. Estoy aquí para apoyarte en todo momento", dijo Samuel con determinación. Los dos amigos se miraron a los ojos, compartiendo una conexión profunda y un lazo de amistad inquebrantable.

Decididos a recuperar el amor y la confianza de sus esposas, Samuel y Pablo se abrazaron una vez más antes de poner en marcha su plan. Sabían que no sería fácil, pero estaban dispuestos a luchar por lo que más importaba en sus vidas: el amor y la felicidad de sus seres queridos.

Con valentía y determinación, Samuel y Pablo se embarcaron en una travesía emocional para recuperar el amor perdido. Juntos, enfrentarían cualquier desafío que se interpusiera en su camino, sabiendo que con el apoyo mutuo y la fuerza de su amistad, podrían lograrlo todo más ahora que tenían el apoyo de Pedro Castillón.

Continuara ...