Mi Cielo... Mi Infierno

Miré extrañado hacia Darío, Siena negó con la cabeza sin saber lo que estaba sucediendo, lo mismo que pensaba. Él daba pequeños pasos dejando caer su mochila que traía en su hombre.

Máximo: Darío…

Siena: Darío ¿la conoces?

Darío: Es… es Wellia.

Rodé los ojos empezando a firmar, Siena se puso de frente a Darío ya que ellos se entendieran de lo que estaba sucediendo. Mi móvil empezó a sonar, no podía revisar la llamada por los guantes que aun no me iba a quitar.

La enfermera se acercó le hice seña que metiera su mano cosa que hizo mostrando la llamada. Asentí con la cabeza.

Máximo: en alta voz.

Tomé la llamada a pesar que aun estaba en el proceso de la revisión de un cuerpo.

Llamada:

- Di…

- Máximo Gerard, estas en altavoz.

- Lo siento, de acuerdo. Te estaré enviando toda la declaración e información de la madre y hermana de la fallecida.

- ¿Las interrogaste?

- No apenas estoy llegando a la comisaría.

- Bien, Gerard, necesito todo lo que puedas darme de información sobre Wellia…

Darío: Wellia Zanetti.

Levanté mi mirada hacia Darío, no aparté la mirada de él, no me estaba agradando mucho el hecho de que se comportara de esa manera.

- Wellia Zanetti, cubre el patrón de las demás victimas. En que estaba metida, en todo lo que pudieras investigar. Si Bastian o Lucio están por allí.

- Deben estar llegando, ya se les notificó.

- Gracias Gerard.

Le hice seña a la enfermera que oprimió para terminar la llamada, empecé a quitarme los guantes, me acerque del otro lado de la plancha pero quedando de frente a Darío.

Máximo: ¿Puedo saber que demonios te sucede?

Darío: conozco a Wellia.

Siena: ¿De donde?

Darío: Es la hermana menor de Willow.

Rodé los ojos, ya sabía el nombre de la hermana de Wellia, nada importante para mi. Miré hacia la enfermera.

Máximo: Necesito que lleves los informes de las victimas al laboratorio, le pides a la doctora Mavie que te entregue las muestras necesarias para revisión.

Enfermera: Pero si no quiere, nunca me ha tenido buena voluntad.

Máximo: Le dices que la orden soy quien la está dando.

Asintió con la cabeza bajando con la mirada, solo eso me faltaba, que entre mujeres estén con sus tonterías olvidándose que teníamos mucho trabajo por hacer. Esperé a que la enfermera saliera del lugar, pasé mi atención hacia Darío que estaba mirando a Wellia de una manera, quizá la conocía más de lo pensando. Tomé uno de los documentos para realizar un expediente a lo que pudiera decir.

Darío: Ella, es la hermana menor de mi ex prometida. Willow Zanetti.

Entreabrí mis labios al ver la tristeza en sus ojos, pasó la mirada a Siena que tampoco podía mucho que decir.

Máximo: tú prometida…

Darío: Justamente ayer en… bueno en la madrugada terminamos por un mal entendido. Solo pensar que esto le sucedió a Wellia, no la puedo imaginar por lo que está pasando.

Máximo: No, claro que no lo puedes imaginar. Darío, llevas tiempo trabajando aquí y nunca había escuchado el nombre de tu ex pareja. Pero si te miraba con Keila de un lado y del otro. Espero no tener problemas de faldas ni de cama en el hospital. Como sabrás… por ser persona cercana a la víctima, no podrás estar en este autopsia.

Siena: Hay que terminar las demás revisiones de las demás chicas.

Darío: No puede sacarme de este caso. Wellia, la quiero mucho.

Máximo: Eso lo hubieras pensado antes de decirme que terminaste con tu novia cuando he visto que entraste de la mano con otra. No es cosa que me interese lo que hagan con la vida que tienen fuera del hospital, pero… No falta mucho que los familiares vengan para identificarla. No quiero que te vea la hermana ni la madre.

Darío: Jefe por favor se lo ruego.

Máximo: DIJEEE QUE FUERAAAAA.

Siena y Darío dieron tremendo salto del susto que les causé al levantar la voz, pero nome importaba si la conocía o quería estar al lado del cuerpo de la fue parte de su familia, si tan solo hubiera visto otra cosa sabría que no habría ni un solo problema, pero el interrogatorio a la familia solo es un trámite para pasar e identificar el cuerpo antes de proceder a la autopsia que tenían que firmar.

Darío: De acuerdo Jefe.

Levantó su mochila, saliendo del cuarto, la puerta se cerró… No apartaba la mirada de la puerta que iban y venían por la fuerza que había utilizado. Seguí escribiendo el informe que había empezado…

Siena: ¿Qué es lo que te pasa Dimitri? ¿De cuando aquí prohíbes que estén presente los médicos que sean familiares?

Máximo: No lo hago por Darío ni por esta pequeña ni por los familiares que no conozco.

Siena: ¿Entonces?

Solté un respiro, levanté una pierna reposando en el escritorio, mirando fijamente a Siena, ella siempre ha sido una mujer completa y demasiado compresiva, tanto que era de las mujeres que podían dar una segunda oportunidad a pesar de haberle fallado. Levanté mi mano hacia su cabello pasando atrás de su oreja.

Siena: ¿Qué tienes? Es… por el recuerdo de Beida.

Máximo: Ella siempre estará en mi vida presente en todo momento, pero la familia debe estar triste, queriendo saber lo que pasó. Si la ex y Darío tuvieron problemas, a la ultima persona que desearías ver y que sepa antes que tú sería a Darío. Keila entró sonriendo, Darío se impresionó. ¿Qué puede estar sintiendo la madre y la hermana?

Siena: Bueno… eso si.

Máximo: Darío es de los mejores forenses, pero esta vez su vida personal le jugó muy mal. Para mi gusto no me parece que él sea quien dictamine a la hermana de la ex pareja, tendrá que mirarla, palparla. No es lo correcto Siena. Además Keila…

Me puse de pie, negando con la cabeza, sostuvo mi brazo dando un paso hacia mi quedando de frente.

Siena: Lo dices por lo que ella está metida.

Máximo: Keila, tiene intensiones con todos los del hospital, no sé si haya formalizado con alguien o no, no me importa, pero en este instante tiene al novio de la hermana de la victima. Así que el dolor ajeno puede ser un arma en contra para la persona que se puede interponer en su camino.

Levanté los documentos que me había dado para firmar, tomé otros guantes poniendo sobre mis manos ella sonrió saliendo del cuarto, tenía que inyectar el cuerpo para su conserva. Respiré profundamente, hacía tiempo que no preparaba los cuerpos en conserva, me acerqué hacia la mesa viendo los medicamentos ya preparados, tomé unos más preparando los que eran de suma importancia y el cuerpo no tuviera dificultades.

La puerta se abrió entrando Keila, ella sonrió acercándose hacia donde estaban los medicamentos, se puso sus guantes mirándome con una sonrisa. Miraba por todo el cuarto.

Enfermera: ¿Darío?

Máximo: Debes retirarte de este cuarto. La doctora Siena y yo estaremos con el cuerpo.

Enfermera: Doctor.

Máximo: Si me entero que vas con la familiar de la chica para regocijarte de su pérdida, no solo te echo del hospital, notifico que no te empleen en ningún lado..

Enfermera: Pero doctor, usted no puede hablarme de esa manera.

Máximo: conozco tus intensiones de regresar a este cuarto. Ya Darío dijo quien es la víctima. Darío te debe necesitar en otro lugar.

Enfermera: Tengo un juramente ante la salud. Conozco muy bien mis derechos así como la misión y visión del hospital.

Máximo: estas lejos de conocerlos. Ahora sal de este lugar de inmediato.

Mavie: Máximo.

Levanté la mirada al ver a Mavie que entraba con una hermosa sonrisa, miró hacia Keila que levantó una ceja por la cercanía que tenía conmigo. Rodé los ojos pasando de las dos, yo diciendo a Darío de sus colegas de cama y estas dos locas que no daban paz a nadie.

Enfermera: con permiso.

Pasé frente a mi siguiendola con la mirada, Mavie solo levantó una ceja tratando de preguntar, pero seguí en el proceso de preparación.

Máximo: ¿Qué necesitas?

Mavie: Me dice la otra asistente que no se da abasto para sacar los pendientes. Que le han dejado casi todo el trabajo mal hecho por la anterior que le diste incapacidad.

Máximo: ¿Qué quiere que haga?

Mavie: Contarás una nueva, al menos temporal mientras Bane regresa.

Máximo: Di al despacho de recursos humanos que solicite a 5 asistentes, solo una quiero temporal.

Mavie: ¿cinco?

Máximo: si, 2 se quedarán una temporal y la otra fija. Las demás es para tener prospectos.

Sonreí cuando Mavie se acercó golpeando mi brazo, ella dejó un beso en mi mejilla, se apartó pero la sostuve del brazo. Ella me miraba con una intensidad. Suspiré tan profundo.

Mavie: No preguntaré si tiene nombre ese suspiro.

Dejé las inyecciones mirándola, mis manos reposaron en su cintura complaciendo esa hermosa mirada.

Máximo: Sabes que la vida ha sido demasiado injusta conmigo, no te prometo que tendremos una relación por que no deseo nada con nadie.

Mavie: Ya me lo has dicho.

Máximo: solo… solo quiero que las cosas fluyan sin presiones, sin altas expectativas a lo que uno quiere o el otro no.

Mavie: Te dije que daría el tiempo necesario. Eso haré

Asentí con la cabeza, no estaba muy convencido, cuando ella juntó sus labios con los míos, recuerdo que muchas veces me basta para ver a Beida y sentir que el cuerpo me hervía solo estar esperando una mirada suya, pero con Mavie, estaba demasiado lejos de tener las mismas reacciones, era imposible…

La puerta se abrió agradeciendo a ser interrumpidos.

Siena: Ustedes no pierden el tiempo. Los familiares de Wellia han llegado.

Máximo: Te encargas por favor, tengo que ver el problema de las asistentes.

Sonrió asintiendo con la cabeza, Mavie me tomó de la mano entrelazando nuestros dedos, miré hacia el agarre, la miré a ella sonriendo.

Siena: Te aviso cuando tenga el consentimiento.

Máximo: Necesito el test de agresión sexual.

Asintió con la cabeza, Siena sabía muy bien su trabajo y no había que decirle paso a paso lo que tenía que hacer, venía de casos de agresión sexual al menor y en esta parte para el hospital ha sido muy importante, siempre dando lo mejor de si, no solo por ser Siena, sino por ser una de las mejores Médicos que he conocido en mi vida, con muchas ramas de la medicina, no había algo que no tuviera respuesta para ella.

Abrí la puerta de la jefatura de asistentes, Mavie se despidió de beso en los labios, se dio la media vuelta, pero miraba la cara de las enfermeras que me miraban entendiendo que ya habían perdido todo tipo de oportunidad con un viudo muy codiciado. Bueno eso es lo que me han dicho que las lenguas andan diciendo.

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Siena

Dario

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