Cleo es una joven que vivía la vida universitaria bastante tranquila, tenia amigos y era la mas popular, pronto a cumplir 23 años, no se imaginó que su vida cambiaría radicalmente y que todo dependería de un secreto que le guardaron toda la vida...aun asi lo afronta con valentia esperando que todo sea igual....pero, ¿podra todo volver a la normalidad después de ese gran secreto?.
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¡NO ME DEJES!
Cleo tuvo que regresar a su forma humana, se limpió el rostro y se dio cuenta que se había quedado completamente sola, con aquel silencio una oleada de dolor se apodero de su cuerpo, este era un dolor que le dejaba sin aliento, estaba cansada y cuando recorrió con sus ojos todo el lugar se encontró con ese charco de sangre, sangre que le hizo recordar que su madre había muerto.
Mas dolor se apodero de ella, no entendía si debía de llorar, gritar o darse en ese momento por vencida, la única familia que siempre estuvo con ella durante toda su vida ya no tenía vida, el odio se apodero de su corazón, el dolor le partió el alma y las ganas inmensas de matar a Evans le segaban la razón, pero la noche había sido demasiado agitada, con todo lo que estaba cargando encima, su cuerpo ya no podía más y se desplomo.
Las lágrimas empezaron a salir de sus ojos, estaba cansada, la fuerza de su cuerpo se había ido por completo, tirada ahí en suelo solo miraba al cielo y le comenzó a reprochar el por qué las cosas tenían que ser asi, n podía ni siquiera gritar porque su voz también se ahogó en el llanto interno que tenía su corazón.
— Madre, me has dejado, porque te fuiste, vuelve por favor — decía — Por favor no te vayas, por favor no me dejes sola, llévame contigo, por favor regresa por mi – decía entre lamentos, entre gritos y susurros, entre el silencio y el ruido, pero en aquella oscuridad nadie respondió.
— No es momento para lamentos —
— ¿Madre? ¿eres tú? — pregunto al silencio, abrió los ojos, una luz muy brillante le cegaba, no era este el bosque donde estaba tirada, se levantó y una silueta a lo lejos la miraba — MADRE, ¿ERES TU? — grito desesperadamente mientras corría en dirección a la silueta que se podía ver en aquella intensidad, parecía tan cerca, pero por más que corría menos lograba alcanzarla.
— Hija mía detente, no corras más, no me alcanzaras, no avances más, aun no es tiempo de avanzar, hoy me adelantare un poco, tú tienes que cuidar a los nuestros, tienes una misión que cumplir, no estés triste hija mía no es momento para llorar, tienes que ser muy fuerte, solo te permito extrañarme hoy, pero mañana te tienes que levantar, yo estaré bien, tú también estarás bien, porque yo crie a una chica fuerte, no tenemos mucho tiempo asi que déjame verte por última vez mi niña — la silueta se acercó a Cleo y la tomo en sus brazos, acaricio su rostro, sus cabellos y luego la dejo ir
— Madre no, por favor no, no estoy lista, no estoy lista para dejarte ir, sin ti mi vida no es nada, sin ti que voy hacer, por favor no te vayas, no me dejes — Cleo lloro, lloro como nunca había llorado, lloro has que no quedara más que expulsar, la mujer se acercó y seco las lágrimas que no dejaban de brotar, y solo con una mirada tierna la miro.
— Si puedes, si puedes estar sin mí, tú eres fuerte porque eres mi hija, y yo estoy orgullosa de ti, estoy orgullosa de la hija que tengo, todo lo que he hecho hasta el día de hoy ha valido la pena, porque lo he hecho por ti, y para ti; si hay una segunda vida elegiría volver ser tu madre, estarás bien Cleo, todo estará bien, TE AMO HIJA y recuerda esto: nunca estas sola, y en el futuro no estarás sola, solo tienes que esperar — conforme hablaba la mujer se alejaba más y más de Cleo, ella empezó a correr y a correr.
— NOO, MADRE NO TE VAYAS – y Cleo volvió a llorar, a llorar como si sus lágrimas no tuvieran fin, lloro hasta que le dolió el corazón.
Aquella inmensa luz se apagó, no brillo más y volvió a su realidad, volvió a la oscuridad de aquel bosque en el que aun yacía su cuerpo inconsciente y destrozado, nadie a su alrededor, quería levantarse y volver, pero su cuerpo no le respondió más y se desmayó.
Hora después la encontraron y la llevaron de regreso, mientras Cleo estaba inconsciente Demian la cuidaba, ella estaba inquieta en su sueño, sudaba y la fiebre no quería ceder, entre lamentos y delirios ella no deba de hablar a su madre, todos estaban asustados, le estaba costando a su cuerpo recuperarse, su emociones le bloqueaban esta posibilidad, Cleo estaba destrozada internamente, y estaba luchando contra todos sus sentimientos en estos momento, solo de ella había a depender si despertaba pronto o no.
— Joven amo, no creo que la joven Cleo pasé la noche, la fiebre no quiere ceder, nunca me imaginé que las mordeduras de los alfas pudieran ser tan mortales — dijo Paul
— No lo son Paul, pero ella está luchando ahora mismos contra todos los sentimientos que le ha provocado la muerte de su madre, pero ella tiene que despertar Paul, ella es fuerte; — la miro con tristeza y preocupación — Cleo tienes que despertar, por favor lucha con lo que se a que estas lidiando, no estás sola, A´kira te espera, yo te necesito — le dijo, tomo su mano, y no la soltó, la cuido durante toda la noche; la cual transcurrió igual, la fiebre no quería ceder, pero aún quedaban esperanzas, Cleo era un alfa mayor, y en ella estaba el poder de manejar con lo que sea que se enfrentara, un Alfa como Evans no debía ser un rival para ella. Llegada la madrugada empezó haber cambios en el cuerpo de Cleo, las herida empezaron a sanar y la fiebre empezó a ceder, Cleo dejo de delirar y al fin pudo dormir durante el resto de la noche.
Todos quienes estaban esperando por su recuperación se aliviaron tanto, tras la muerte de la señora, Tom y Saul se integraron a la manada nuevamente, sabían que debían de explicar la situación a su alfa, pero ahora había prioridades y era acabar con el maldito de Evans.
Aunque el cuerpo de Cleo ya había empezado a curarse y se había calmado, no despertó no al menos en varios días, días en los que la que más la visito aparte de Demian que no separo de ella en todo momento fue Luna, quien también preguntaba cómo había sido que ella estuviera en esta situación y la mamá de Cleo muerta, nadie le dijo nada, Luna era una humana, y no debía conocer la lucha interna que tenían los lobos y los cazadores, ya era suficiente con que supiera la verdadera identidad de Cleo.
Unos días más pasaron y Demian seguía a su lado — La fiebre por fin ha cedido, sabía que podías hacerlo Cleo; Paul, trae un cambio de ropa para tu joven ama, estoy seguro que pronto despertara – ordeno, el mayordomo asintió y salió de la habitación dejando a los dos solos.
— De hecho, he despertado desde hace unas horas, es solo que te vi profundamente dormido y no quería despertarte — dijo ella, Demian se sorprendió al escuchar su voz
— sabía que no te dejarías vencer – le dijo, ella lo miro y sonrió por primera vez para él, la más hermosa de las sonrisas él la pudo ver,
— Cleo tú…— iba hablar, pero fue interrumpido.
— No digas nada, déjame hablar por favor, porque siento que si no lo digo ahora no voy a poder después — lo miro y luego continuo — cuando te conocí, tuve un sentimiento raro al verte, quería alejarte de mí porque no entendía este sentimiento, era extraño que cada vez que te veía quería asesinarte, al menos eso pensé que sentía, pero no era mi sentimiento, era el rencor de muchos años que pesan sobre mí, he tenido un sueño en el que he visto a mi madre, y me lo ha contado todo, soy una elegida en mi yacen todos los recuerdos de aquel día, de la guerra entre los hombres lobos y los guardianes, nosotros somos parte de ese linaje, directamente de ellos, es por eso que sentía que debía matarte, pero no quiero eso, quiero que volvamos a unir a las dos razas, que volvamos hacer lo que nuestros antepasados querían, que volvamos a tener paz — ella le dijo, Demian sintió que su corazón le latía a mil por hora.
— Cleo, siempre creí que debía protegerte, siempre quise acércame y cuidarte, sabía perfectamente que no lo necesitabas, pero aun asi lo quería, quería estar a tu lado, igual entendí mal mi sentimiento hacia ti, pensé erróneamente quera era amor lo que yo sentía por ti, pero es más, es un sentimiento más grande ahora lose, mi padre igual me lo ha contado todo, tu madre, Evans y el eran esos tres guadianés que nunca se preparaban, por eso la traición de Evans les dolió y cada uno tomo su propio camino, ahora es nuestro turno, sabes que no te dejare sola nunca y te ayudare en todo lo que tú me pidas – le dijo, ella lo miro
— Ven aquí Demian – él se acercó y tomo la mano que Cleo le había extendido — Demian, no puedo corresponder el amor que me tienes de esa forma, pero puedo ofrecerte mi hermandad, siento que este es nuestro destino, así de esta forma, no quiero hacerte sentir que no me importa, por la verdad es que, si lo haces, me importas mucho, lo supe ese día, al verte protegerme, protegerla a ella. ¿sabes a lo que me refiero?, te necesito Demian, en verdad te necesito, se mi hermano por favor. — le pido entre lágrimas.
El hombre que estaba sentado a un lado y sostenía esa cálida mano, la apretó aún más fuerte y sus ojos se llenaron de lágrimas y la abrazo – me encantaría ser tu hermano, estoy feliz con el solo hecho de estar a tu lado, gracias Cleo, gracias por confiar en mí, gracias por darme esta oportunidad, y te prometo que no estarás sola de ahora en adelante. —
— lo sé, Demian sé que no estaré sola porque te tengo a mi lado, gracias —
Aun sabiendo que no estaría sola, ella sentía que le hacía falta algo, algo que no comprendía que era, estaba aceptando el hecho que su madre ya no estaba, y acaba de despertar de un coma de tres días. Tenía cosas que pensar, cosas que hacer y cosas que organizar.
Era momento de que ella se despidiera de su madre, Cleo se levantó e hizo todos los arreglos para el funeral de su madre, ya que al estar inconsciente no habían podido hacerlo, esperaban que ella despertara para que pudiera despedirse adecuadamente, todas las manadas seguían en la mansión, la señora era alguien importante asi que todo el mundo estaba esperando para poder despedirla.
— Joven ama los jóvenes Tom, Luna y Saul están aquí – informo Paul.
— Hazlos pasar por favor — le pidió.
Ya se le había informado a Cleo que Tom y Saul eran parte de la manada, dos betas que su madre a su cuidado, y aunque habían formado un vínculo de amistad también conocían su lugar y sabían que Cleo hoy era el Alfa al que ellos debían de respetar, ya no era necesario que ellos explicaran los detalles, porque ya todo estaba aclarado por el mayordomo de la familia.
— Cleo, amiga realmente lo siento, lo siento tanto, no puedo creer que tu madre ya no este, ¿Cómo pudo pasar? — le consoló Luna, mientras abrazaba a Cleo con ternura y dedicación, Cleo se sentía reconfortada al tener a su mejor amiga a su lado, pero Demian se sentía nervioso cada vez que la veía.
— Gracias Luna, agradezco que estés aquí a mi lado — dijo.
Después de saludar a su amigos se dirigió nuevamente a donde Demian estaba — Demian, he visto a todos aquí, pero ¿y A´kira donde esta?, ¿Por qué no la he visto desde que he despertado?, ¿ella esta…— fue interrumpida antes que esas palabras salieran de su boca,
— Ella está bien, recuerdas que fue mordida por Evans y después tú le diste tu sangre, ella está en su proceso de adaptación, pero me dijo que si preguntabas por ella te dijera que está bien y que se está esforzando para volver a tu lado pronto, pero que por el momento necesita tiempo – le explico
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Una mirada triste se hizo presente en el rostro de Cleo, Demian no soporto verla así ya demasiadas cosas había estaban sucediendo a su alrededor y no quería añadirle una más; se acercó a ella y la consoló con un abrazo cálido ella lo dejo hacerlo por que en verdad lo estaba necesitando estuvieron así un momento, más Demian no dejaba de sentir que alguien los observaba.
— Cleo, ¿puedo preguntar como conociste a Luna? – pregunto, a Cleo le pareció demasiado extraña su pregunta por lo que pregunto
— ¿A qué se debe tu pregunta? – dijo ella confusa.
— No sé, algo en ella me mantiene intranquilo, sé que la acabo de conocer, pero asi lo siento, sabes que después hablaremos de eso ¿ok? vamos — le dijo, Cleo lo miro, pero tampoco pregunto más.
Había llegado la hora de ir al funeral, Cleo y todos los de la manada se reunieron para llevar las ceniza de su madre a donde todos descansaban, pero en las sombras alguien estaba disfrutando de él dolor de Cleo, alguien está encantado con verla tan débil y destrozada.
— Luna ¿no vienes con nosotros?, ¿qué haces ahí escondida? — le dijo el chico
— No es nada, solo me duele ver a mi amiga pasar por todo este dolor, quien diría que tanto poder no le iba a servir de nada, pobre de mi amiga se ha quedado sola completamente. — dijo con lágrimas en los ojos.
— Estas equivocada señorita, mi joven ama no se ha quedado sola, ella tiene al joven Demian a su lado, por su puestos a ustedes que son sus mejores amigos o ¿no es así? – les dijo Paul, la chica apretó los puños y no dijo nada.
La ceremonia termino una hora después, y todos fueron a descansar, Luna se despidió de Cleo y se marchó a toda prisa, Tom y Saul permanecieron en la mansión para cuidar a Cleo, junto con su beta Dhar.
— Joven ama, debería de ir y descansar un poco, desde que despertó ha estado trabajando, no debe de forzar su cuerpo cuando aún no has recuperado todas tus fuerzas — le dijo Paul,
— Estoy bien Paul, ahora díganme ¿Por qué ella no ha venido? — dijo, los otros dos se miraron
— Ah eso, joven…—
— Ah sabes que no importa, ella no vino debe de tener sus razones, más talvez no acepta la idea que por mi culpa su vida se ha convertido en un maldito desastre.… por favor déjenme sola…quiero estar sola —les dijo mientras perdía su mirada en el espeso bosque,
— pe…pero joven…— Paul quería decir algo, pero las palabra no salieron de sus labios,
— Cleo — Demian igual quería decir algo, pero tampoco las palabras salieron de su boca.
— por favor, déjenme sola, solo pido eso, no lo pueden hacer, váyanse, si necesito algo les llamare — les dijo, sin siquiera quitar la mirada de aquel bosque, no querían dejarla sola, pero tampoco podían negarse.
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Después de llorar un poco más, y de pensar en los siguientes pasos que tiene que dar de ahora en adelante, su cuerpo no lo resistió más y se quedó dormida en el sofá, siendo casi la madrugada Demian entro en el estudio, para ver que Cleo estuviera bien, ya que no había salido en toda la tarde, tampoco había querido comer, y no dejo que nadie más entrara.
Cuando la vio ahí tendía en el sofá, se acercó a ella, y por un rato la observo, <
Al día siguiente Cleo despertó en su habitación, se levantó de la cama, se dio una ducha se vistió y bajo — buenos días joven ama — le saludaron los sirviente
— Buenos días, por favor Paul, comunícate con Dhar y con Demian, los necesito en mi oficina en máximo dos horas, — le ordeno.
Se había convertido en una persona totalmente diferente, su mirada fría volvió y aun parecía que había llorado toda la noche, su mirada parecía perdida en el odio y el dolor, su voz sonaba tan fría y cruel, su palabras dolían, dolían como espinas que se clavan en tu piel, algo había sucedido que ella ya no era la misma.
— Si joven, enseguida me comunico, por favor sírvanle su comida a la joven — les dijo Paul a las sirvientas y se marchó, las cocinera más mayor se acercó a Cleo – joven ama, discúlpeme si soy entrometida, pero ¿está usted bien?
Se levanto de un golpe y los miro con ojos amenazadores — escuchen bien todos, porque solo lo diré una sola vez, no quiero la lastima de nadie, no quiero la compasión de nadie, solo por el hecho de que mi madre se murió, esto asi es ella ya no está y no va a volver, asi que, de ahora en adelante la vida continua en esta casa, en esta familia solo estoy yo, yo estoy viva, asi que preocúpense por atenderme a mí y dejar de andar preguntando estupideces – les dijo Cleo, con las misma voz fría.
— Si joven, entendemos- contestaron las sirvientas
Paul entro en el momento en que Cleo decía aquellas palabras y un escalofrió le recorrió la espina dorsal, había usado su voz de alfa para decir todo aquello, se le partió el corazón, porque su alfa estaba sufriendo internamente y él no podía hacer nada por ella.
— Muy bien, se me ha ido el apetito, vamos Paul a mi oficina, hay trabajo que hacer — dijo ella, mientras caminaba hacia el estudio.
— Dilo – dijo Cleo mientras se ponía frente a la ventana
— ¿Qué? — respondió Paul sorprendido
— Dije que lo digas, sé que escuchaste lo que le dije a las sirvientas y sé que tienes algo que decir, asi que dilo — le dijo mientras lo miraba por el rabillo del ojo.
— Está bien, ya que me dio la oportunidad; lo diré, no creo que este bien, sé que está en duelo y está muy dolida por haber perdido a su madre, asi que no se haga la fuerte, si le quiere guardar luto un poco más, eso no está mal joven – le dijo Paul,
Cleo lo siguió mirando por el rabillo del ojo, y luego volvió su mirada a la ventana, soltó un suspiro — Paul, en realidad, ya no estoy triste, antes de morir mi madre y yo nos encontramos, era algo asi como un sueño, pero era real, ahí estaba ella, me dijo que solo la podía llorar una vez y que me tenía que levantar por que la manada me necesita, solo estoy siguiendo lo que ella me dijo, tengo que trabajar en mi entrenamiento, tengo que encontrar a Evans y matarlo, ahora entiendes, ¿por qué Paul?, ¿Por qué no puedo llorar más?, no hay tiempo para eso ahora. – los puños de Cleo se apretaron con furia, y siguió hablando, y se giró para mirarlo.
— A la joven A´kira, no la quiero ver más en esta casa, si vuelve échala, ¿entendiste? — Paul se quedó asombrado por lo que estaba escuchando
— pero…— intento hablar el hombre, sin embargo, fue interrumpido
— Dije ¿que si entendiste?, si alguien te pregunta diles que desperté sin saber quién es ella, desde ahora no la conozco y nunca la he visto, es lo que le tienes que decir a cualquiera que te pregunte — desvió la mirada — ella es una debilidad demasiado grande, y ahora no puedo tener ninguna debilidad, y si Evans sabe que la he olvidado y que ahora ella no me importa, si siquiera la tocara.
— Entiendo joven, le diré a los sirvientes que igual no la mencionen más, y le daré sus órdenes – dijo Paul.
— Igual dile a Demian lo que ha pasado, y que sea creíble — le dijo ella.
Pronto Demian y Dhar llegaron a la mansión, Paul lo salió a recibir y los invito pasar, — Joven Demian, ¿tendrá un momento?, beta Dhar, usted vaya primero —los dos hombres se miraron y el beta se dirigió al estudio.
— ¿Qué pasa Paul? – le pregunto Demian un poco curioso.
— Vera joven Demian, hoy en la mañana la joven Cleo me llamo a su habitación apenas y despertó, y luego bajo a desayunar, les dijo algunas cosas a los sirvientes, y me ordeno llamarlos a ustedes – le decía el hombre
— Pero no veo nada raro en lo que me estas contando Paul, ¿Qué pasa realmente?, — pregunto aún más curioso.
— Pues vera joven este es lo raro, es que le hable a la joven de la joven Akira, y ella pregunto ¿Quién es?, no recuerda nada de ella, no sabe quién es y no sabe qué relación tiene con ella, es como si todo lo que vivió con la joven se hubiese ido, no está más, asi que ordene que nadie más la mencione hasta que ella misma vuelva a recordarla y eso si es que pasa algún día, ahora mi joven ama esta sedienta de venganza. — dijo Paul con una enorme triste en su rostro.
— No te preocupes Paul, vamos a darle tiempo con ese tema, pero explícame, ¿Qué es eso de la sed de venganza? — pregunto.
— Sí, ella quiere encontrar a Evans y matarlo con sus propias manos, ya que ha probado un poco del poder de ser un alfa mayor, ella quiere entrenar para poder desatar todo ese poder, y asi poder vengarse, realmente la entiendo, le han arrebatado lo único que le quedaba y parte se entera que este mismo hombre le arrebato lo que no pudo conocer, entiendo su sed de venganza. – le dijo Paul, mientras que por su rostro rodaban una que otras lágrimas.
— Entiendo, definitivamente la ayudare – dijo Demian
Mientras estos dos hombre hablaban, Dhar se acercó a llamarlos, Cleo los estaba esperando desde hace un rato; luego los tres caminaron hasta el estudio de Cleo.