En el oscuro arte de la escritura, Ella dio vida a una novela donde la astucia de la villana desafiaba los límites de la imaginación. Sin embargo, está muere a causa de los protagonistas, la autora fue cruelmente criticada pues la historia no tenía mucho sentido. En "El último acto de la villana caida", descubre cómo la mente maestra lucha por redimirse en un mundo donde la realidad y la ficción se entrelazan, desafiando las expectativas y sumergiendo al lector en un juego de venganza y astucia. ¿Te atreves a explorar las páginas de esta historia donde la autora se convierte en su propia creación?
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Madeline y el príncipe
La familia Hart continuo con su celebración de bienvenida, mientras en el palacio Adrian Mercer, el príncipe heredero, salía al pueblo para comprar un regalo, para aquella señorita que lo había cautivado cuando volvió de la academia.
El príncipe era un joven apuesto, de ojos azules, y cabello rubio, su carácter era tranquilo e incluso en ocasiones era un poco cobarde.
Adrian Mercer, conoció a Madeline apenas llegó a Astaroth, pues en una de sus paradas vio a una dulce jovencita que ayudaba en aquel pequeño pueblo a los más necesitados, eso a él le llamo demaciado la atención, esa joven además de ser hermosa tenía una nobleza encantadora, sin embargo el estaría pronto comprometido si no hacía algo para evitarlo. Pero su padre había Sido muy claro con la orden, el debía casarse con la joven heredera de los Hart, pues el duque Nolan era el hombre más importante después del emperador, y la alianza que tenían era de suma importancia para Astaroth, no podían dejar que el duque retirará su contribución.
Adrian se encontraba furioso, pues el aseguraba que esa señorita junto a sus padres habían propuesto un compromiso, por eso su padre insistía tanto, pero el no podía estar más equivocado, pues Isabella y su padre no fueron los que pidieron la unión en matrimonio, fue el propio emperador quieren lo propuso.
El príncipe llegó a una joyería, allí tomo unos pendientes con piedras azules, así que decidió comprarlo para Madeline pues eran hermosos como ella lo era. Cuando salió rumbo a la cabaña dónde le dijo su espía que vivía la joven Madeline, choco con alguien, de inmediato volteo enojado, frente a el estaba un joven de cabellos negros, alto y con un buen físico, pero lo que más le llamo la atención a Adrián fueron esos ojos rojos como la sangre que tenía.
— Lo siento, no me fijé en que usted venía — Draven se inclinó pidiendo la disculpa.
— No se preocupe, yo igual venía distraído —
Adrián continuo su camino, aunque volteo a ver al hombre que recién había conocido, ese chico era alguien que llamaba la atención a simple vista, pero lo que tenía intrigado al joven príncipe era que sentía que había visto esos mismos ojos antes, pero no recordaba donde.
Por su parte Draven continuo su camino, se disculpó con el hombre porque lo reconoció, apenas lo vio supo que se trataba del príncipe heredero de Astaroth, además de ser uno de los estudiantes en la academia, quizás el también era una pista para encontrar a los asesinos de su hermana.
El príncipe llegó al pequeño rancho donde vivía Madeline junto a sus padres, quienes al ver llegar a un joven con vestiduras caras, supusieron que se trataba de un noble de alto rango, así que con la mejor de sus sonrisas salieron a recibirlo.
— Buenas, caballero, ¿Qué lo trae a este humilde hogar? —
— Buenas, vengo a ver a la joven Madeline, soy un amigo que recién conoció —
De inmediato la mujer, salió a buscar a Madeline, ese chico había dicho que era su amigo quien quita y en realidad sea un enamorado de su hija, en los pensamientos de la mujer solo estaba el hecho de que era un joven de una buena familia, si su hija se casaba con el seguro tendrían una muy buena dote.
— Madeline, un joven te busca. Vamos apresúrate no lo hagas esperar —
Madeline dejo lo que hacía y salió de inmediato para atender a la persona que la visitaba, ella supuso que sería el joven que conoció en uno de los pueblos donde repartía ayudas, pues el le dijo que la visitaría.
Cuando llegó, su padre ya había invitado al chico a sentarse en un pequeño comedor que ellos mismos habían hecho a mano, y su madre empezó a atenderlo dándole de lo que tenían en su casa.
— Joven Adrián, espero no haberlo hecho esperar —
— Para nada, acabo de llegar y sus padres son unas personas encantadoras — el miro a los padres de la chica quienes le sonrieron con zalamería — si no es molestia me gustaría hablar con la joven Madeline un momento.
_ Para nada, nosotros estaremos allí, entenderá que una dama no puede quedarse sin supervisión, menos cuando está acompañada de un hombre, pero no se preocupe no escucharemos vuestra conversación — Fue el hombre el que hablo, mientras la mujer solo asentía a lo que su marido decía.
— Por supuesto —
Los padres se alejaron un poco, pero manteniendo a su hija a la vista, Adrián empezó a charlar un poco con Madeline y después saco la pequeña cajita donde estaban los pendientes.
— Dentro de poco habrá un baile, de bienvenida por el regreso de los príncipes, me gustaría verla usando estas joyas —
— Vaya, son hermosas, pero alguien como yo no debería llevar algo tan fino, no puedo aceptarlo —
— Por favor, usted es la joven más bella que he visto, si alguien debe llevarlos es usted, por favor no se menosprecie —
— Gracias, está bien los llevaré ese día —
Ambos se despidieron, pues el debía regresar a sus quehaceres, apenas el príncipe desapareció de su vista, la madre de Madeline se acercó a su hija, vio el obsequio que Adrián le dio y de inmediato comento lo afortunada que era su hija por conseguir un partido como lo era ese joven.
— Madeline, no pierdas a este joven por lenta, cautivado hija mía —
— No te preocupes madre ese chico va a ser mío y así dejaremos de vivir en esta pobreza. —
Ambas mujeres sonrieron, pues utilizarían a ese joven para escalar en la sociedad, al parecer los años de ser una niña buena y servicial estaban dando sus frutos.
Isabella, había salido de la mansión para visitar a Madeline, esa niña tenía cuentas pendientes con Isabella, pues cuando despertó en ese pueblo ellas eran "amigas" y ahora que Isabella estaría comprometida con el príncipe, ser amiga de su enemigo sería de gran ayuda, pues si alguna de las dos debía ser hipócrita, pues Isabella lo sería mil veces más, con tal de conseguir todo lo que se propone.