Es una mujer de 30 años que no a creído en la transmigracion en novela como lo hacen ver algunos escritores. Pero muere en un asidente aerio, transmigra en la villana de un novela que su madre leía y no sólo eso, es la esposa del protagonista y tiene un hijo de 5 años, que va a hacer el villano en la segundo libro.
Decide pasar que perdió la memoria, se Divorcia y decide cuidar al mini villano para que no seiga tan malo en el futuro.
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Capítulo 15
Desde ese día, su hija no volvió salir con Frederick, cuando salía, salía sola.
Pero las personas hablaban mal de su hija sin conocer la verdad.
- Está bien, puedes ir, pero también iré - aunque sabía que el doctor había recomendó que tenía que descansar, pero no podía prohibirle querer acompañar a su hijo en un día tan importante, como hoy.
Ya podía imaginar a su nieto feliz al ver a su madre llegar, por un lado, se sentía feliz por su nieto porque su madre se está interesado en él y por el otro preocupado que su hija pudiera recaer.
Sacudió la cabeza, no quería pensar lo peor, con alegría ordenó - ¡Sebastián, preparen el carruje! - rápidamente le quito las maletas a Clarisa.
Clarisa miró como el primer Ministro bajaba las escaleras con sus dos maletas en cada mano.
Escogiéndose de hombre siguió al primer Ministro hasta llegar al comedor donde ya los estaban esperando los sirvientes para comenzar servir el desayuno.
Cada uno se sentó en su respectivo lugar. Al ver que el primer Ministro y Clarisa estaban en sus respectivos sitios, la jefa de la cocina entró a la cocina y ordenó a los sirvientes que sirvieran el desayuno.
Clarisa nunca ha sido quisquillosa con la comida, al momento que se sirvió la comida comenzó a comer.
En la silla del jefe de familia, el primer Ministro miró como Clarisa comía, la comisura de sus labios se elevaron, al principio no tenía hambre, pero al ver a Clarisa comer, sintió hambre.
Con cada bocado que comía miraba a Clarisa, iba a servirce ensalada, pero su mano quedó suspendida al ver que el plato de ensalada estaba vacia.
Él recordaba que el plato estaba lleno, porque cuando él iba a servirce no hay, miro a su rededor por si se había equivocado de plato.
Y miró que su hija tenía ensalada en su plato, él sabía que su hija no le gustaba la ensalada, se frotó los ojos,
- ¡Amanda! - al ver que no era una ilusión, llamó a la jefa Amanda.
Amanda era una mujer amable gordita - ¿Señor? - pregunto cuando llegó al lado del primer Ministro.
Le hizo señas para que se inclinara un poco - ¿Ves lo mismo que yo? - pregunto señalando a Clarisa con la cabeza, la cual seguía comiendo la ensalada.
La jefa Amanda vio comer a Clarisa y se sorprendió al ver que comía ensalada, tenía mucho tiempo trabajando en la Mansión del primer Ministro, por lo que sabía muy bien que Clarisa no le gustaba comer ensalada, cada vez que se servia miraba al plato de ensalada con asco.
Dejó con voz sorprendida - Veo lo que usted ve señor - no podía creer lo que veía.
- ¿Esto es bueno o malo? - volvió a preguntar, el primer Ministro no dejó de ver en ningún momento a Clarisa.
- No lo sé señor - la jefa Amanda susurro con temor que Clarisa la escuchara, y conociendo como era, seguro que comenzaría a gritar.
Clarisa sentía una mirada sobre ella y miró que el primer Ministro la estaba viendo como si fuera otra persona que estaba enfrente de él.
Clarisa: "¡Esto es malo!, no debería saber que no soy su hija, ¿verdad?."
- ¿Sucede algo, padre? - pregunto sonriendo
Al ver que su hija se haba enterado que la miraba, dijo rápidamente - No pasada nada, cariño - dijo feliz
cuando vio la sonrisa de su hija sintió que la piedra que estaba en su corazón desaperecia, desde que tania diez años dejó de sonreír y ahora que la vio sonreír de nuevo, le recordó cuando era una niña alegre.
- Amanda, sirve un otro plato de ensalada, por favor - el primer Ministro penso si su hija quería ensalada, que comiera más ensalada, él no iba a prohibire que no comiera, al contrario, el mismo iria a la cocina a traerle.
Primero Ministro: "¿Será que le gusta la ensalada es porque perdió la memoria?, debe ser eso."
El primer Ministro pensó que el cambio de Clarisa debió de ser la perdida de memoria y no que el alma de su hija había cambiado con el alma de otra persona.
ya extraño a los tres pequeños juntos