Rodrigo es un joven de 23 años que se enamora de la mejor amiga de su mamá y a su vez es al mamá de su mejor amigo, ven a descubrir que pasará con esta pareja.
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Capitulo 15
Douglas también se fue todos se fueron lucía, se llevó a la muchacha, la novia de Rodrigo, me quedo pensando en la forma que Rodrigo me vio cuando la chica apareció ante sus ojos, ¿Será que Rodrigo está coqueteando conmigo? No vale Katrina qué cosas estás pensando, como ese muchacho se va a fijar en una mujer como yo.
No, no desisto de pensar en eso, es más, no sé ni por qué estoy pensado en ello.
—Señora Katrina disculpé—Me llama la chica sacándome de mis pensamientos.
—Dime muñeca.
—¿Sabe algo de Douglas? —Pregunta algo preocupada.
—No, la verdad no sé nada de ellos.—Hago una pausa y no puedo evitar preguntarle—¿Y esa chica es la novia de Rodrigo?
—Si ellos tienen tiempo juntos—responde ella de lo más natural.
—¡Ah! ¿Y por qué Rodrigo tomaría esa actitud Cuando la vio?
—No lo sé, cuando él se vino había terminado con ella, pero ella y Douglas hablaron un día y él dijo que ella también vendría, no sé que sería lo que pasó.
Me quedó pensando que pasaría entonces para que Douglas la trajera aún en contra de Rodrigo.
En eso mi teléfono vibra, es un mensaje de Lucía diciendo que ellos están bien, que están con Gustavo, por lo menos me quedo más tranquila, me despido de la chica y voy a mi habitación, me siento muy cansada y quiero dormir.
Me despierto con un ruido, miro la hora y son casi las cuatro de la madrugada. Me levanto con cuidado y veo a Douglas subir las escaleras casi gateando.
—Hijo, pero mira nada más como estás—llego hasta él para ayudarlo.
—Déjame mamá, yo me pongo como me da la gana, yo hago lo que quiera y las mujeres no dicen nada.
—¿Pero qué coño te pasa?—le grito furiosa.
—Vete a dormir mamá, mañana hablamos.
Me doy la vuelta y entro a la habitación, ¿pero qué coño fue todo eso?
Douglas es igual a su papá, machista.
Me tiró a la cama frustrada, doy un par de vueltas y me duermo.
Al otro día, cuando me levanto reviso mi teléfono, dónde reposa un mensaje de Rodrigo, me lo envió en la madrugada.
"Eres preciosa" reza el mensaje, un suspiro sale de mí al leerlo.
Me doy un baño y de mi mente no puedo sacar lo que dice ese mensaje.
Bajo a la cocina a ver qué preparó, ya que la señora, está en su día libre, en lo que llegó están todos, cuando digo todos me refiero a Douglas, su novia y José Alfredo.
—Buen día, mamá o mejor dicho buenas tardes—Dice con algo de ironía.
—Buenos días— respondo sin mirar a ninguno, entro a la cocina
Me sirvo un café y me siento en un taburete, a disfrutar de la bebida, no quise ir hasta donde ellos están, sé cuáles son las intenciones de Douglas, él piensa que por estar aquí en casa y traer a su papá todos los días voy a volver con él, ese plan ya lo olí desde que lo estaban preparando.
—Fer preparo comida—Me dice Douglas mientras se sienta aún lado.
—Gracias —Le doy una leve sonrisa.
—Mamá perdona por lo de anoche, estaba muy ebrio y...
—No te preocupes, hijo—Interrumpo sus palabras, no quiero terminar peleando con él.
—Igual disculpa mami—me levanto para darle un beso en la mejilla e ir a servirme algo de lo que había preparado su novia.
—¿Y Rodrigo?—mi pregunta lo hizo tensarse.
—Debe estar bien, anoche estaba muy bien acompañado de una rubia, Mila dijo que se llama.
Su respuesta me hizo girar la cabeza como si fuera Emily Rose, la niña del exorcismo.
—¿Por qué te preocupa tanto?—Me pregunta sin dejar de mirarme, no sé por qué, pero no pude evitar ponerme nerviosa.
—Bueno, es que la forma como salió de aquí, pero si dices que está bien.
Douglas se levantó y salió de Allí dejándome sola, ¿Qué hacía Rodrigo con Mila? ¿Será que se habían gustado? Bueno de parte de ella no me extraña, bueno a decir verdad de parte de él tampoco, ella es una chica muy linda.
Medio probé la comida, lave el plato y subí a mi habitación bajo la atenta mirada de los tres.
Me acosté de nuevo solo deseando que llegará el otro día para ir al salón donde tengo paz y tranquilidad.
Amo mucho a mi hijo, es la razón de mi vida, pero me exaspera su forma de ser, siempre queriendo controlar todo, mandar, Es igual a su padre, pobre chica, su novia se le nota en los ojos que es una sumisa igual como yo lo fui algún día.
De pronto mi teléfono suena en un mensaje, no lo quería ver pero lo hice.
"Hola" decía el mensaje de Rodrigo.
Sentí mi corazón acelerarse, ¿Por qué me escribe? ¿Qué pretende? Esas preguntas rondan mi cabeza, decido no responder a su mensaje, en cambio, me entrego a los brazos de Morfeo.
****************
Desperté ya pasado el medio día, con un fuerte dolor de cabeza, recuerdo que Douglas se desapareció con la rubia, después de un rato volvieron, tomamos una botella, luego él me trajo y ya no supe más nada.
Me quedo en la cama pensando como carajos voy a resolver el asunto con Mariana, si ella vino sé que no va a hacer fácil que se vaya con lo intensa que es, bufo de frustración.
Tomo el teléfono para mirar la hora, pero no puedo evitar enviarle un mensaje a ella, quiero saber cómo está, ¿Estará enojada conmigo?
Pensará que le dije mentiras cuando le dije que no tenía novia.
Envió el mensaje con un simple hola, espere ansioso después de ver qué estaba leído, pero, en cambio, me dejó en visto. . Eso solo significa que está molesta.
Y unas ganas horribles de ir a por ella me invadieron, pero que excusa iba a utilizar para llegar allá Douglas va a sospechar y lo que menos quiero es eso.
Me doy un baño y salgo de mi habitación, saludo a mi madre quien me saluda, con esa mirada dónde no hace falta que me diga nada por qué ya sé lo que quiere.
—¿Dónde está Mariana?—Le pregunto ignorando su mirada.
—Está en la piscina tomando el sol—Dice mi madre —Debes hablar con esa chica, no hizo más nada que llorar toda la noche.
—Es una dramática mamá—Le digo sin darle importancia—Cuando estábamos en Londres era igual, mamá, yo fui muy claro con ella, siempre le dije que no la quería, bueno no como ella quiere.
—Ay, hijo—Dijo suspirando—Esa chica está enamorada y no va a ser sencillo para ti, creo que sí Douglas no la traía ella igual se hubiera venido.
—Pero no entiendo por qué no entiende que no la quiero, que quiero a otra persona y... Mi mamá no me deja terminar
—¿Quieres a otra, hijo? Si te fuiste muchos años y de dónde salió.
—Mamá ahorita no te puedo decir nada, pero yo estoy enamorado de otra persona, por eso no puedo tener nada con ella.
Un suspiro pesado sale de mi boca.
—Hijo, no sé cómo ayudarte, solo te digo que tampoco es justo que esa chica sufra, también es tu culpa que ella se halla enamorado.
—Lo se mama, me dejó caer aún lado de ella.
—Habla con ella, lleguen a un acuerdo.
Miro a mi madre quien me da un beso en la mejilla, se levanta dejándome solo, yo solo reposo mi cabeza en el respaldo del sofá.
