Shophie simplemente desapareció. No hubo explicaciones y dejó a Aiden con el corazón en mil pedazos. El destino siempre tiene la última palabra y después de cinco años vuelven a verse. ¿Tendrá Sophie una buena explicación para su ausencia?
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Capítulo 14
Antes de volver con su novia, Aiden decide caminar por las calles céntricas del pueblo. Entabla alguna que otra conversación con la gente del lugar y se sorprende al darse cuenta de que la mayoría conoce a la madre de su hija.
Así se entera de que es maestra en la escuela del lugar y es claro que se ha ganado el respeto y el cariño de todos ahí. Se descubre preguntando si tiene algún enamorado y la respuesta siempre es negativa. Al parecer se ha dedicado a trabajar y al cuidado de su hija.
No recibe un solo comentario que signifique una señal de alarma, todos son elogios para la "maestra Sophie".
Sube a su auto, pensativo. No esperaba volver a verla y mucho menos enterarse de que tienen una hija. Su vida ha dado un cambio drástico de un día para otro.
Hay decisiones importantes que tomar y en cada una de ellas debe de pensar en el bienestar de Aitana. No sabe cómo podrá llevar una relación cordial con la madre de su hija, siente un odio profundo hacia ella.
Apenas entra a la casa de los Sánchez se encuentra con Ximena.
- ¿Cómo te fue?
- Salgamos y te cuento.
No quiere que Federico Sánchez se entere aún de su reciente paternidad y la casa no le parece el lugar más seguro para tratar el tema.
Caminan por los alrededores y le relata los detalles de su encuentro con su hija.
- Por lo que escucho, es una niña muy inteligente y te ha robado el corazón.
- No voy a mentir, desde el primer momento en que la vi sentí una conexión única y no lo esperaba.
- Es natural, la sangre llama. ¿Qué planeas hacer?
- Contactaré a mi abogado en cuanto lleguemos a Londres. Requiero que redacte un acuerdo y darle mi apellido a Aitana.
- ¿Piensas exigir que se muden?
- Sí, quiero y es mi derecho ser partícipe de la vida de mi hija. Ya me quitaron mucho tiempo con ella.
- ¿Vas a pelear la custodia?
- Solo si ella no accede y se niega a llegar a un acuerdo.
- Ok. ¿Nosotros en que situación estamos?
- Lo nuestro no tiene por qué cambiar, quizá debamos reorganizar nuestros tiempos, nada más. Comprenderás qué debo pasar tiempo con mi hija y en algún momento quiero que se conozcan y convivan.
- Eso lo entiendo, pero me siento insegura con respecto a tu ex.
- Te aseguro que entre nosotros no hay nada, lo único que tenemos en común es a Aitana. No quiero que nuestra relación se vea afectada por esto.
- Confío en ti y quiero seguir confiando. Por favor, recuerda que prometimos siempre ser sinceros.
- Soy totalmente sincero y lo seré siempre.
Aiden abraza a Ximena y deja un beso en su frente, sabe que ha mentido. Reencontrarse con Sophie ha generado un remolino de sentimientos y aunque el más fuerte es el odio, también es innegable que en el fondo de su corazón aún existe amor hacia ella.
Lo que menos desea es hacerle daño a su novia, ella es una gran mujer y no merece que la haga sufrir.
Es por eso que se convence de que debe mantener la distancia con la madre de su hija. No es una mujer en la que pueda confiar, ya lo hizo una vez y este fue el resultado.
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Sophie no puede sentirse peor, su hija no para de hacer preguntas y habla de su padre sin cesar.
Entiende su entusiasmo, pero la culpa y el miedo se han apoderado de ella. El futuro de ambas es incierto. Aiden no va a ceder hasta que tenga a Aitana viviendo en Londres y eso significa dejar su vida en este lugar para siempre.
El lunes llega a la escuela y sus compañeras notan de inmediato su estado de ánimo. La directora que además le tiene un gran aprecio se acerca para conversar.
- ¿Sucede algo, Sophie?
- Sí, maestra. ¿Tiene unos minutos?
- Claro, vamos a mi oficina.
Una vez ahí, ambas toman asiento y es Sophie quien toma la palabra.
- Deberé dejar mi puesto en unos días, sé que debí avisarle con más tiempo de anticipación, pero es algo que yo tampoco esperaba.
- ¿Estás bien? ¿Tienes problemas? Puedes tomarte unos días.
- El padre de Sophie apareció y quiere que ella viva en Londres.
- No puede hacerte cambiar de ciudad así como así.
- De hecho, puede. Fui yo quien actuó mal y lo separé de ella. Créame, no hay mucho que pueda hacer.
- Me entristece escuchar eso, sabes que eres muy querida aquí y como maestra eres excepcional. Ojalá hubiera otra solución.
- Es lo que más me gustaría, lamentablemente, no la hay.
- ¿Cuánto tiempo crees que puedas quedarte?
- Quizá hasta fin de mes.
- Ok, es poco tiempo, pero encontraremos a alguien. Nunca tan buena como tú.
- Gracias por comprender, maestra.
Sophie regresa a su salón, va a resultar muy doloroso despedirse de sus alumnos.
Al terminar el día, su hija ya le ha hablado a todos sus compañeros sobre su papá.
- ¿Qué les contaste, cariño?
- Pues que tengo un papá muy guapo y que además nos iremos a vivir a Londres con él. ¿Me enseñas fotos de Londres? Quiero ver como es ese lugar.
- Claro, nena. El clima es muy distinto al que tenemos aquí. Allá llueve mucho y hace frío.
- Entonces necesitamos comprar ropa.
- Así es, pequeña.
Cuando llegan a su casa, Sopbie se encarga de cocinar mientras Aitana hace los deberes.
Afuera la noche comienza a caer y su teléfono suena. Es él, realiza una respiración profunda antes de responder la llamada.
📲 Hola.
📲 Quiero hablar con mi hija.
📲 Algo de cordialidad no estaría de más.
📲 Entre menos hablemos mejor. Pero ya que insistes, te informo que consulte a un abogado y ya se encuentra redactando un acuerdo con respecto a nuestra hija. Lo primero que haré apenas lleguen a Londres es reconocerla legalmente. Espero que no pongas trabas para venir aquí.
📲 Sé muy bien con quien estoy tratando y no me arriesgaría a dejar de ver a Aitana.
📲 Mira quien habla, la mujer que me alejó de mi hija con las manos en la cintura. Qué digo alejó, la ocultó de mí por años. No te queda hacerte la víctima. Ahora comunícame con mi hija antes de que pierda los estribos.
Sophie comunica a Aiden con Aitana, no tiene sentido discutir con él y menos cuando ella es la principal responsable de esta situación.
Escucha a su hija hablar emocionada con su padre, él le promete que tendrá una habitación hermosa en su apartamento y que se encargará de alquilar un lugar con todas las comodidades para ellas.
Le preocupa el reencuentro con los Wilson, en especial con Ava. Es consciente de lo injusta que fue cuando ellos no hicieron nada más que brindarle apoyo y convertirla en parte de su familia.
A la pequeña le cuesta conciliar el sueño y se refugia en la habitación de su madre.
Sophie no ha dormido desde el encuentro con Aiden, su vida está a punto de cambiar y el no saber lo que le depara el destino la tiene sumamente preocupada.
Entiende que su hija ahora está entusiasmada, pero que va a suceder al transcurso de los días. Estarán muy lejos de la que fue su familia hasta ahora.
Lo único bueno que hizo en este tiempo fue enseñarle a su hija a hablar inglés, desde que era una bebé le hablaba en ambos idiomas y ahora no significará un problema cuando se muden a Londres.
A mediados de semana se presenta el abogado de Aiden. Lleva un acuerdo perfectamente redactado y ella sabe que deberá firmarlo, pero no tan rápido.
Le asegura que lo hará en cuanto lleguen a Londres. Ambas deberán viajar con él el fin de semana. Es muy poco tiempo para definir que hacer con su casa alquilada y sus pertenencias, le hace saber al abogado dichas interrogantes y se sorprende al enterarse que el padre de su hija ha comprado la casa y sugiere que deje todo como está.
- No puedes negar que fue un muy buen detalle de su parte, no solo compró la casa, sino que pretende ponerla a nombre de Aitana- señala Elena.
- Para mí es solo su manera de ejercer control sobre nosotras.
- Yo creo que podría estar actuando de maneras mucho más irracionales. Hasta ahora no ha peleado la custodia.
- Creo que lo hará en cuanto nos tenga en su territorio.
- Lo dudo, pienso que no quiere afectar a Aitana de ninguna forma. Solo quiere ejercer sus derechos como padre y de alguna manera recuperar el tiempo perdido.
- Quizá tengas razón.
El viernes la directora organiza una pequeña despedida para Sophie y Aitana. La niña comienza a sentirse triste al entender que no verá más a sus amigos.
Es Elena quien se encarga de hablar con ella y animarla porque Sophie no sabe qué decir.
- Tranquila, pequeña. Estoy segura de que podrán venir de visita o nosotros iremos a verlas.
- ¿De verdad irán a visitarnos?
- Claro, lo prometo.
- Te voy a extrañar tía y a mis abuelitos también.
- Y nosotros a ustedes, mi niña.
El domingo se despiden de Elena y de sus padres a primera hora de la mañana. Sophie hace un esfuerzo enorme para no echarse a llorar y poder contener a su hija qué tiene sentimientos encontrados.
Abordan el Jet privado que Aiden mando para recogerlas acompañadas por el abogado. Dentro de unas horas estarán aterrizado en Londres.