Kaylin Meyer es una mujer caprichosa, consentida y torpe, que lo tiene todo por ser la única hija de la influyente familia Meyer.
Siempre ha conseguido lo que desea, excepto en el amor. Su primer amor la dejó por una mujer más hermosa y madura, quien ahora es su cuñada. Y cuando por segunda vez entregó su corazón, sus sentimientos se marchitaron antes de florecer al descubrir que Alexander, el guardaespaldas de la familia Arbeto, ya tenía pareja.
Pero, ¿qué sucederá cuando el destino los vuelva a reunir y terminen atrapados en una noche de pasión en Dubái? ¿Se darán una oportunidad o volverán a separarse? ¡Descubre su historia!
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Capítulo 15
"¿Has empacado todo?" preguntó Kaylin a Alex mientras cargaba su maleta en el maletero del coche.
"Todo listo, señorita", respondió Alex con voz monótona.
En efecto, desde el incidente ocurrido hace unos días, su relación se había enfriado. Tanto Kaylin como Alex mantenían distancia, hablando solo cuando era necesario.
"¿Dónde está Mario? ¿Por qué no vino a recogerte?" preguntó Cleo.
Ella sabía que Mario era el hombre elegido por su esposo para casarse con Kaylin. Mario, un socio comercial de Kenan, era muy guapo y aparentemente amable. Cleo lo había conocido durante una visita a la corporación Meyer.
Pero sin importar cuan amable o guapo fuera Mario, Cleo prefería que su cuñada estuviera con Alex. Alejandro era un hombre decidido y maduro que podía equilibrar la naturaleza infantil, terca e imprudente de Kaylin.
"Se fue temprano al aeropuerto", dijo Kaylin, echando un vistazo a su sobrino parado al lado de Cleopatra. "¿Qué souvenir le gustaría a Rex?"
Rex negó rápidamente con la cabeza.
"¿Por qué no quieres nada?" Kaylin pellizcó cariñosamente la mejilla regordeta de su sobrino.
"Mamá siempre compra cosas equivocadas", dijo tímidamente, temiendo que ella se enojara y no quisiera jugar con él nunca más.
"¡Hey, cuándo he hecho eso alguna vez?" Kaylin afirmó confiadamente, sintiendo que siempre compraba exactamente lo que su único sobrino quería.
"Cuando fuiste a Singapur, Lex pidió una estatua de Merlion. Pero trajiste una pequeña", Rex explicó con gestos de manos enfatizando su punto.
"Oh, así que Rex quiere una gran estatua de Merlion. En ese caso, le pediré al tío Edgar que la consiga", dijo Kaylin.
"¿Prometes?" Rex preguntó con entusiasmo.
"Por supuesto, ¿qué tan grande la quieres?"
"Quiero la que está en el Parque Merlion", Rex dijo con una sonrisa encantada.
"De acuerdo, compraré una estatua de Merlion tan grande como la del Parque Merlion".
"No, mamá, no comprar. Quiero que el verdadero Merlion de allá sea traído a la Mansión", Rex aclaró.
"¿Qué?" exclamó Kaylin en estado de shock.
Cleopatra estalló en risas al escuchar la solicitud imposible de su hijo. Mientras tanto, Alex, quien había estado escuchando la conversación entre su antigua amante y Rex, solo pudo suspirar, dándose cuenta de que el niño compartía muchas características con Kaylin.
"¿Quieres decir que realmente traigan la estatua de Merlion aquí?" preguntó, reiterando la pregunta.
Rex asintió vigorosamente.
"Oh Dios mío, Rex. Pídeselo a tu propia mamá", dijo Kaylin.
"¡Kay!" Cleopatra lanzó una mirada penetrante a su cuñada, viendo cómo la mirada llena de esperanza de Rex se dirigía hacia ella.
Pero Kaylin sonrió triunfalmente, disfrutando del pánico en el rostro de su cuñada. Por primera vez, había logrado hacerle una broma a Cleopatra después de años de ser ella la víctima.
"Tengo que irme. Recuerda ser travieso y molestar a mamá y papá", aconsejó Kaylin con una sonrisa burlona y se alejó antes de enfrentar la ira de su cuñada. "¡Vamos!" le dijo a Alex, quien le sostenía la puerta del coche abierta.
Antes de subirse al auto, notó a un hombre parado junto a su antiguo amante, alguien que nunca había visto antes.
"Ese es Bobby. Él se encargará de ti mientras estés en Dubái", explicó Alex al notar la expresión confundida de Kaylin.
"¿Se encargará de mí? ¿Tú no vienes?" preguntó, habiendo pensado que Alex la acompañaría a Dubái, pero de repente, él sugirió que alguien llamado Bobby estaría a cargo de ella en su lugar.
