Samanta James, es una chica de 16 años, vive con su hermano Stephen James de 17 años... pero su relación no es como todas.
Sus padres murieron cuando Samanta tenía 7 años y desde entonces que su hermano la odia, pero ella no sabe la razón. Van al mismo instituto, pero nadie sabe que el chico popular tiene una hermana y menos saben que es la pequeña nerd a la cual él le hace la vida imposible.
Ella sufre con el odio y rechazo de su hermano, su único hermano.
Pero llegará alguien a sacar las verdades a flote, y también sacara los celos de Stephen, y el amor de un chico rudo, que por años la quiso.
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capitulo 17
El timbre sonó, tomé mis cosas y sin mirar a nadie, salí del salón.
¿Me esperas?Dije que tenemos que hablar. — insiste.
—Yo te digo que no. — contesté un poco nerviosa y seria.
—Vamos pequeña ¿que te ocurre hoy?¿Por qué estás así conmigo? —Preguntó dolido.
—Oh ¿ya se te olvido? - dije con ironía y sarcasmo, cosa que me impresionó muchísimo - ayer se suponía que ibas a llevar a cabo con tu madre .... nunca llegaste y dolió - dije mirándolo con tristeza y parando de caminar - pensé que eran distintos - el miro extrañado y alsando una ceja.
Igualmente ha dicho dicho problemas incrédulo, y hasta enojado aparentemente.
—Eso — dije dándole la espalda. —Ayer te olvidaste de mi ... esperé hasta las nueve de la noche a aquel chico que dice ser mi mejor amigo y me dejó allí ... esperándolo. — estaba dolida, y la idea de que todo era una broma se hacia presente en mi mente.
No, no, no. — negó parándose frente a mí.— Ayer te mandé un mensaje, te dije que iba a buscar, tú me dejaste a mí ya mi madre con la cena lista ... Me dijiste que tenías cosas que hacer y que no podías venir conmigo.Un momento ¿qué dijo?
—¿Cómo? —Lo mira como si tuviera dos cabezas. —Ayer yo esperé tu mensaje ... el que nunca llegó.
—¡¡Pero si te hablé !! - gritó. — Es más ... tengo la conversación aquí. — dijo sacando su celular.
Narra Stephen.
Justin y yo mirábamos la escena divertidos, esta niña pensaba que yo era estúpido y que me iba a creer que ella iría por la compra a esas horas de la noche, escondidos, mirando a esos idiotas como peleaban, pero mi sonrisa se borro al escuchar sobre la conversación que tuvo ayer indirectamente.
—Mierda. — solté. — Eso no estaba en mis planos. — dije apretando los dientes.
—Y que ignorara mi advertencia tampoco estaba en mis planos. —Murmuro a mi amigo.Espera ... ¿qué?
¿Qué advertencia? --Dije mirándolo.El se tensó y me miró.
—Nada viejo. — dijo palmeando mis brazos completamente tatuados.No dije más y miré al frente a los idiotas.
Su cara me lo dijo todo.
Mierda, mierda, mierda.
Se supone que ella no le hablaría ... Lo dejaría solo, oh que el también no le hablara.
Sí, sí, fui el de los mensajes ... Pero yo ayer los borré ... Y resultó que el muy niñato los tiene ... Y se los tuvo ... Mierda.
Seguí mirándolos y su cara cambió de una de asombro a una ceñuda ... Y para nada agradable, hace mucho que no cambie su rostro enojado, y eso es mi pequeño recuerdo de cuando se enojaba conmigo por quitarle sus juguetes.
Me había descubierto.
Pero sé que no me dirá nada ... me tiene miedo.
Ella nunca podrá hacerme algo porque sabe que no responde de mis actos.
—Maldito. — la voz de Justin me hizo despertar de mis pensamientos.
Miro al frente y no me agrada lo que veo ...
Ese hijo de puta está abrazando a MI HERMANA.
lo que mas me da rabia es que así la abrasaba yo, de una manera protectora, con cariño, y miedo de que la alejasen de mi.
odie también el hecho de que ella no se alejara de la enojada, si no le respondió el abrazo de igual manera.
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Escritora: Natalia Manriquez.
También que en más o menos la mitad de los capítulos, tienen algo como un enlace o no sé qué, que se repite en CADA PARRAFO literal, y se pone al inicio y al final de cada diálogo o narración, si pudieran editarlo por favor. Dificulta mucho la lectura.