El Peso De Tu Mirada.

Faltaban casi 3 semanas para que el verano terminara y Penélope solo tenía un fin de semana para mudarse. Andy, Joe y Ana se ofrecieron para ayudarle a mudarse. Su abuela, Justina y Alfonso, le preguntaron a todos en dónde está la casa de Penélope, pero ninguno quería decirle, sabiendo que sería un cansancio para ella tener que aguantarla.

Rogelio y Sofía le habían aclarado a Justina que no molestara a su nieta, que la dejara vivir, por un tiempo. En cambio, Dennis, que ya se había enterado a dónde se iría a vivir, no desaprovechó la idea de ir a verla, a escondidas. Gloria se molesta porque su prima logró conseguir lo que ella no pudo.

Entre otras cosas, Penélope se encontraba saliendo de su trabajo junto con Ana, varios días en los que Ana y ella salían a bailar, pasear y a tomar algo en algún lugar. Aún no tenía tiempo para presentarles a Andy y Joe, pero por mensaje ya les había hablado.

—Vale a ver si entiendo. — habló Ana, mirando a Penélope. — Tu vecino de casi 40 años… —

—30… —Sonríe.

—Vale, tía 30 años… Te beso en 3 ovaciones, y tus tíos no saben nada. — alzó una ceja.

—Claro, pero tampoco quiero contarles lo que pasó. — Ana golpea el hombro de Penélope. — ¿Y eso por qué? —

—Sí, es el mismo chaval que conocimos cuando de niñas jugábamos, yo no digo nada y me voy de puta a provocarlo. —

—Claro, me tengo que dejar lamer por un idiota como chupetín, solo porque está bueno. — Se quejó devolviéndole el golpe.

—Está bien, suponiendo que él te pide que lo perdones. ¿Lo perdonarás? — cuestionó.

—No lo sé, aún no puedo decidirme si volveré a Argentina o quedarme. — Entran a una confitería. — Ven, quiero algo para tomar mate. —

—Bueno, pero después vamos por cigarrillos. — Ana se muerde el labio cuando ve a la chica que está en caja.

—¿Alguna vez te dijeron que eres torta? — pregunto.

—¿Por lo dulce? Sí, obvio. — respondió segura.

—Amo tu inocencia. — se acerca al mostrador.

Al comprar, salen de la tienda y se cruzan con Florencia, que también está comprando, pero con Evan del brazo, los dos se quedan mirando, confundidos.

Penélope solo les sonríe y continúa caminando con Ana, que no llegó a reconocer a Evan y mucho menos a Florencia. 

Cruzando la calle, el celular de Penélope suena y ve que es Evan quien la llama, suspira y atiende.

—Mande. — 

—Lo siento, Pen pensé que estaba trabajando. — 

—Tranqui, no pasa nada… Yo tampoco sabía que me dejarían salir temprano. — respondió, caminando hasta su auto. — Che, nos vamos mañana. — 

—Qué va, por supuesto. —

Evan corta la llamada. Penélope se sube al auto y Ana se sienta en el asiento del copiloto, se dispone a manejar hasta llegar a la casa de su tía Sofía.

Veía a Gloria salir con su novio James, pero no le dio importancia, ya que ambos estaban discutiendo pero al ver que James se pone un poco agresivo se baja del auto y se quedó mirando los fijamente, esperando a que él no le haga nada malo a su prima.

Los minutos fueron pasando y James al final no le hiso nada, Penélope respiro profundamente y entró abla casa, en donde se encuentra a su tío tomando té con su tía. Ella deja la bolsa con las que compró y deja su mochila en el sofá, para volver con ellos.

—Tía, mañana dar por oficial mi mudanza y terminaré de llevar las pocas cosas que tengo. — Sofía la mira con una triste sonrisa.

—¿No hay nada que pueda hacer que te quedes? —

—No, tía recuerda que tu solo me ibas a cuidar hasta que tuviera 21 años y yo ya los cumpli. — aclaró con voz tranquila.

—Eso me quedo muy claro. — respondió ella. — ¿Necesita algo? —

—No en realidad, pero quería hablarles sobre James... Hace unos momento la escucha a él a Gloria discutiendo... — Rogelio sonríe y ella asienta.

—Si, déjalos son adolecentes. — respondió tranquila.

—Pero tia, él la estaba queriendo maltratar. —

Aquello dejó en silencio la sala. Gloria jamás le había dicho que James la maltrataba ni mucho menos que de cierta manera él la despreciaba con palabras. Había notado algunas señales pero no se animaba a meterse en su vida, Gloria hacia deportes y pensó que capas así se había hecho los golpes pero al ver aquella escena, lo penso mejor.

A la mañana siguiente, Penélope despertó 2 horas antes para salir de la casa de sus tíos y ponerse en marcha a su nueva casa, con una gran sonrisa y sus pensamiento en orden, acomodo toda su ropa dentro de su maleta, guardo sus cosas en su mochila y sale de la habitación, para encontrarse a Gloria sentada en el sillón.

Una parte de ella queria hablarle, pero otra parte no quería, Gloria no la había tratado muy bien, no se habían dado el tiempo necesario para conocerse nuevamente y saber que entre las dos son buenas y que podrían ser amigas. Aunque ambas crecieron de maneras diferentes, eso no las vuelva mejor o peor persona.

Al final Penélope se decidio de consolar a su prima, pero cuando toca su hombro para hacer que la ve, Gloria levanta la cabeza mostrándo su gran golpe en el pómulo derecho, Penélope se agachó para verla mejor.

—¿En donde vive? — pregunto con el ceño fruncido.

—¿Que haras? — pregunto entre lágrimas.

—¿En donde? — Penélope se levantó y tomó de laanao a Gloria. — Vamos tenemos que hablar. —

Salieron de la casa y se subieron al auto, Penélope aceleró un poco llamando la atención de Dennis que volvía de correr, Sofía salia fe su casa despavorido.

—¿Oye que pasa? — pregunto quitándose los auriculares.

—Penélope y Gloria se meterán en problemas. — grito desesperada. — Tienes que detenerlas Dennis, por favor. —

—Esta bien. — se apresura para seguirlas con su auto.

Gloria le indica a Penélope por donde ir, y darse cuenta que su padre no mentía cuando le dijo que James fue golpeado por su prima, cuando do el sobrepasó. James tenía la idea equivocada sobre Gloria, en la escuela ella era conocida por ser fácil y muy ofrecida entre los chicos.

—Es la casa de la esquina. — Penélope se detiene de golpe y sale del auto.

—No salgas del auto. —

Dennis había llegado casi 5 minutos después que ellas, y observa a Penélope golpeando la puerta de una casa con furia y mucho enojo, sonríe de lado al ver ese lado de la joven que en dos ocasiones lo abofeteó.

Se baja del auto y camina hasta donde se encuentra Gloria. La puerta se abre y se deja ver a James con la cara con rapones de uñas, este sonríe y se acerca a ella.

—¿Que coños quieres? — Penélope lo agarra del pelo, sacándolo de la casa.

—¿Quien te dio la autorización de ponerle las manos envía a esa chica? — apunta a Gloria.

—Mira gordis... —

¡PIM! ¡PUM! ¡PAM!

Penélope dejó tirado a James en el suelo, luego de darle varios golpe en la cara, dejándole hematomas en su rostro.

—¿No sabes quien soy yo? — grito tirado en el suelo.

—Quien te juna a vos nene... —

—Maldita zorra. —

—Escuchame una cosa, gil de goma. — habló desafiante y acomodando se el cabello. — La volves a tocar, y te juro que te pongo ¡Las pelotas de corona! —

Aquel grito, hace reír a Dennis que la ve volver feliz cuando llegó a su auto no dejó de mirar a Gloria que se encuentre en el auto sonriendo y feliz por lo que su prima había hecho por ella.

—¿Penélope te encuentras bien? — pregunto con la S voz ahogada.

—Y para ti también es la advertencia... — dijo apuntándole con un dedo. — Te veo con él, y te voy a dar la paliza más grande de tu vida. —