Astrid Morano, hija de la poderosa líder de la mafia italiana, regresa a Estados Unidos con la fachada de estudiar en el exclusivo instituto Blackwood mientras resuelve una misión.
Tres apuestas peligrosas se entrelazan en su vida:
1. Seducción doble: Astrid apuesta con su mejor amiga Nadia seducir a los irresistibles hermanos Escott.
2.Desafío familiar: Su hermano Erick apuesta conquistar a la inalcanzable Nadia, con quién se lleva mal desde la infancia.
3. Amor prohibido: Nadia apuesta que su amiga Meredith no podrá enredarse con el apuesto profesor de matemáticas.
Entre amor, balas y secretos de familia...
Una apuesta que comenzó como un juego, terminó en un amor que cambió todo.
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ESPIONAJE
Después de terminar mis clases en el instituto, me dirigí al estudio de pole dance en el gimnasio. Las horas pasaron rápidamente, bailando y practicando; cuando quise ver, eran exactamente las ocho de la noche y la hora de regresar a casa había llegado.
Después de conducir al rededor de veinte minutos, llegué finalmente a casa. Mi mente estaba concentrada en la apuesta que había hecho con Nadia.
Baje del auto y me dirigí directamente a mi habitación, una vez dentro, me preparé para la misión que llevaría a cabo esta noche, me cambié de ropa y me vestí con: Una chaqueta de cuero negra ajustada, una camiseta negra de manga larga, pantalones negros de tela elástica y resistente, botas negras de cuero con suela gruesa y antideslizante y un par de guantes negros de cuero con agarre magnético en las palmas. Recogí mi cabello cobrizo en una cola baja y lo oculté bajo una gorra negra.
Iba perfectamente vestida de negro, mi color favorito.
Revisé mis archivos sobre La Hermandad:
- Líder: Victoria Moreno, conocida por su astucia y crueldad.
- Especialidad: Robos de alto nivel y extorsión.
- Sede principal: Un almacén abandonado en el distrito industrial de la ciudad.
Después de revisar todo, estaba lista para investigar a "La Hermandad", una de las dos organizaciones restantes sospechosas de robar "Eclipse", junto con "Los Lobos".
Ya había descartado a "Los Rojas" después de infiltrarme y descubrir que no tenían el cargamento.
Salí de la casa y me subí a mi auto deportivo, Bárbara - un elegante modelo negro con detalles plateados, equipado con tecnología avanzada:
- Sistema de conducción autónoma
- Cámara de 360 grados
- Modo "sigilo" que reduce el ruido del motor y apaga las luces exteriores
Me puse al volante y programé el GPS para llegar al distrito industrial, cerca del almacén abandonado que era la sede de La Hermandad.
Activé el modo "sigilo" y me dirigí hacia el lugar, manteniendo una velocidad moderada para no levantar sospechas.
Al acercarme, vi que el almacén estaba rodeado por una valla alta con alambre de púas y cámaras de seguridad en las esquinas.
Detuve a Bárbara a una distancia segura y utilicé la cámara de 360 grados para escanear el perímetro del almacén.
Vi a dos guardias armados patrullando la entrada principal, detecté tres cámaras de seguridad adicionales en el techo del almacén, con visión nocturna, escuché voces bajas y risas provenientes del interior, sonaban como una reunión o celebración.
Mi corazón se aceleró, esto parecía ser más que una simple sede criminal...
De repente, una de las cámaras de seguridad se movió y se enfocó directamente hacia Bárbara,
y una voz masculina amplificada por un altavoz exterior dijo:
—Vehículo desconocido detectado. Identifíquese o prepárese para ser interceptado.—
Mi corazón se detuvo un instante. Habían descubierto a Bárbara.
Rápidamente activé el modo "desaparición" de Bárbara, que incluye:
- Pintura que cambia de color para camuflarse con el entorno
- Sistema de niebla fría que rodea el vehículo
- Silenciador de motor para eliminar todo sonido
En cuestión de segundos, Bárbara se volvió casi invisible en la oscuridad.
La voz del altavoz volvió a sonar, confundida:
—Vehículo... desaparecido. Repito, vehículo desconocido ha desaparecido de nuestra visión.—
Mi corazón latía fuerte, había evitado la detección... por ahora.
Decidí aprovechar la confusión para intentar infiltrarme en el almacén.
Salí de Bárbara, aún en modo "desaparición", y me acerqué sigilosamente a la valla perimetral.
Escalé la valla con facilidad, gracias a mis guantes especiales con agarre magnético, y me dejé caer suavemente al otro lado.
Me encontré en un patio oscuro y estrecho, con la entrada principal del almacén a unos 10 metros de distancia.
Dos guardias armados aún patrullaban la entrada, pero parecían confundidos por la desaparición de Bárbara.
Me moví rápidamente hacia la pared lateral del almacén, buscando una entrada alternativa...
Y encontré una puerta metálica pequeña, ligeramente entreabierta.
Me deslizó hacia la puerta metálica entreabierta y la empujé suavemente para abrirla más.
Un pasillo oscuro y estrecho se extendía ante mí, con luces fluorescentes parpadeando en el techo.
De repente, escuché pasos acercándose y voces gritando:
—¡Intruso en el sector 3!—
Antes de que pudiera reaccionar, una ráfaga de disparos resonó en el pasillo.
Una bala rozó mi brazo izquierdo, quemando mi piel, pero logré esquivar las siguientes.
Me lancé hacia la oscuridad del pasillo, corriendo a toda velocidad mientras las balas silbaban a mi alrededor.
Escuché gritos y órdenes:
—¡Deténganla! ¡No la dejen escapar!—
Logré llegar a la puerta metálica por la que entré y la abrí de un golpe, saliendo al patio exterior.
Me lancé hacia Bárbara, que aún estaba en modo "desaparición", y me subí rápidamente.
Arrancó el motor y salimos disparadas del lugar, dejando atrás los gritos y disparos de los guardias de La Hermandad.
Miré mi brazo izquierdo en el espejo retrovisor y vi una herida superficial, sangrando ligeramente.
—Gracias a Dios fue solo un roce—, suspiré aliviada.
Bárbara se estabilizó en la carretera principal y desactivé el modo "desaparición",
las luces de la ciudad iluminaron nuevamente nuestro camino.
La aguja del reloj de Bárbara marcaba la 12:03 am cuando llegué a mi casa, silenciosa y oscura.
Apagué el motor y me bajé del auto, estirando mis músculos cansados después de la adrenalina de la noche.
Entré en la casa con sigilo, no quería despertar a Erick o a Marco, sin embargo, una escena en la sala me dejó en shock.
Mi hermano Erick, estaba teniendo sexo con una chica en el sofá. Los gemidos de la chica se escuchan por toda la sala, y él... La estaba ahorcando y dándole como cajón que no cierra.
Creí que yo era la única que le gustaba el sexo posesivo, pero ya veo que ambos lo heredamos de nuestra madre.
—Demonios Erick, ¿no pudiste llevarla a tu habitación?— pregunté con los brazos cruzados.
— No me dio tiempo — respondió en medio de un gemido, mientras penetraba a la chica debajo de él
— Eres asqueroso — respondí con cara de asco, lo cual le dió igual y siguió con lo suyo
Me dirigí directamente al baño de mi habitación y encendí la luz, examinando la herida en mi brazo izquierdo.
Aunque sangraba un poco, era solo un corte superficial de unos 5 centímetros, causado por el roce de la bala.
Saqué el botiquín de primeros auxilios del armario y comencé a limpiar y vendar la herida con cuidado.
Una vez vendada, me miré al espejo y suspiré aliviada.
Me cambié a una camiseta cómoda y me metí en la cama, mi mente aún llena de preguntas sobre La Hermandad y su conexión con "Eclipse".
¿Debería investigar más mañana o esperar a tener un plan más sólido?
