Mundos Paralelos

Después de pasar el año nuevo con mi familia, le escribí a mis amigos a desearles un feliz año le escribí a Alejandra y a Angélica nunca mire lo que me respondieron. Un tiempo después empecé a planear mi próximo viaje este lo iba a hacer con mi familia, pues este era un sueño compartido que todos queríamos vivir juntos, el próximo viaje fue a Finlandia.

A mediados de enero se ejecutó el viaje tomamos un avión hasta Madrid, España y otro hasta Finlandia el viaje fue largo, pero viajar siempre es bueno así que el tiempo se hizo corto, ya que todos queríamos vivir la experiencia que nos esperaba cuando llegaremos al lugar, nos bajamos del avión y el plan que habíamos comprado no era cerca de las ciudades así que tomamos otro vuelo a un lugar apartado, con cabañas y demás cosas, mi familia y yo estábamos muy emocionados púes pocas veces habíamoss viajado juntos y fuera del país nunca, yo siempre quise vivir una experiencia así junto a ellos pues siempre me agrado el hecho de ver la emoción de las demás personas al vivir un sueño hecho realidad. Nuestro primer plan fue ir a una granja de huskies, nos dirigimos allá y al llegar era un sitio muy amplio para no privar a los perros de tener un poco de libertad, estos animales disfrutaban mucho del frío y aunque al mirar a mi familia toda temblando, a ellos era como si no se les diera nada, pues disfrutaban del hecho de vivir en el frío y hay aprendí que las cosas dependen del cómo las miremos y la emoción que le pongamos a cada acción que hacemos. No tan lejos de este sitio había un criadero de renos esos animales famosos por jalar el trineo de papá Noel estos animales eran muy adorables y más bien tranquilos, pero de estos aprendí algo muy bonito pues ellos cada año cambian de cuernos y entendí que nosotros también debemos cambiar para cada vez ser mejores personas, renovarnos y no conformarnos con lo que ya somos.

Pasaron varios días y recorrimos el sitio, hicimos gran cantidad de actividades, patinamos, esquiamos, montamos en trineo, etc. Pero por fin llegó el día esperado por todos llegó el día en el que íbamos a cumplir el sueño por el que habíamos venido a Finlandia y esto era ver auroras boreales decidimos alquilar un iglú, pero no era un iglú común, era un iglú totalmente hecho de vidrio y en su interior había una cama, llegamos a el lugar y entramos en el iglú nos acostamos perdimos la chimenea y esperamos, en el momento en que el cielo empezó a alumbrar todos nos quedamos sin palabras y hubo un gran silencio voltee a mirar a mi familia todos miraban hacia arriba, impresionados por lo que alumbraba el cielo era un color verde que se movía, imponente, perfecto y sobre todo magnífico e indescriptible pues nadie puede explicar lo que se ve a la perfección pues la perfección es imposible de describir solo puedo decir que en ese momento todos salimos de el iglú abrimos los brazos y miramos al cielo, mirando las hondas de color verde que pintaban el cielo de la forma que ningún artista podría imitar pues no es solo lo que se ve si no lo que se siente esa punsada en la boca de el estómago que te produce ganas de llorar pero a la vez de sonreir, todos decidimos llorar, ajajaj pues no creíamos lo que veíamos hay aprendí que así como las hondas de las auroras boreales nosotros debemos movernos libres sin restricción alguna, que así como los colores que está aurora muestra debemos impresionar por la buena cosas que hacemos por los cambios que producimos, los sentimientos que hacemos sentir las lágrimas que hacemos correr por los rostros de los demás, las sonrisas que nos impulsan a seguir haciéndolo, aprendí que el frío no se siente cuando vez a tu familia feliz que la felicidad lo es todos que si estamos felices estamos bien, que no hay mayor sentimiento que el que es ver a los que te rodean felices, pues justo en ese momento sabes que estás haciendo las cosas bien, aprendí que la mayores virtudes no siempre están en dónde están la mayoría de las personas que a veces debemos alejarnos para explorar y descubrir personas que sean tan impresionantes como una aurora boreal. Todos mis viajes los había hecho solo, pero en ninguno aprendí tanto como en el que viaje acompañado pues aprendes tu, pero también aprenden los demás y te comparten lo aprendido, aprendes a valorar la compañía porque ya sabes lo que es estar solo, aprendes a amar a tu familia pues las miradas que sus ojos transmiten al cumplir un sueño son todo lo que necesitas para saber que los amas y siempre lo seguirás haciendo.