Siempre nos hablan del tiempo como algo lineal, primero el pasado, luego el presente y por último el futuro y también nos hablan de que el único tiempo real es el presente, porque el pasado ya pasó y el futuro no está hasta que llega, pero ¿Qué tal si no fuera así? ¿Qué pensarías si te digo que el tiempo, paradójicamente, es y no es línea a la vez? ¿Y que vivimos varios momentos al mismo tiempo y esto no se limita para nada al presente?
Te invito a descubrir poco a poco la complejidad de esta historia y a sumergirte en un océano de emoción a medida que leas su trama.
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Capítulo XIV, Andrea
Mis sueños resultaban cada vez más extraños y mis pesadillas más aterradoras. Los sueños y pesadillas se me empezaban a hacer más vívidos que la realidad que percibía estando despierta.
La estimulación a cada uno de mis cinco sentidos en esos sueños y pesadillas muchas veces era mayor que la que el mundo real podía ofrecerme.
En ese momento me encontraba meditando, en un intento por dominar mis visiones. Anteriormente había dominado el primer paso, que me permitió tener sueños y pesadillas más vividas y con mayor frecuencia y también que las visiones comenzaran a presentarse con mucha frecuencia estando despierta. El segundo paso debía conducirme al control sobre las visiones, pero era como tratar de domar la corriente de un gran río embravecido usando sólo mis manos. Dominar este don parecía un acto propio de los dioses, no algo que un ser humano como yo pudiera lograr.
«Pero no debo rendirme… si como humana no puedo lograr esto, entonces me convertiré en diosa. Será así de ser necesario.»
Sentía la vibración recorrer mi cuerpo e ir aumentando, veía las ondas vibratorias recorrer mi mente y mi alma. Y de pronto, una luz abarcó el espacio de mi mente consciente y entonces lo supe, en ese momento podía escoger qué punto del futuro ver, podía hacerle una pregunta al universo y este estaría obligado a responderme.
«Ahora tengo miedo de preguntar… pero debo hacerlo, no sé cuándo tendré de nuevo esta oportunidad, si es que llego a tenerla. De acuerdo, en ese caso, ahora quiero saber si algún día me casaré y en caso de que la respuesta sea sí, quiero saber cómo será la boda y cuando.»
Mi don premonitorio no tardó en introducir mi mente en un entorno de oscuridad que pronto se llenó de colores y tomó forma del interior de una enorme iglesia. Había pocos invitados. En el reino Iron las bodas religiosas tienen tanta valides legal como las civiles, por lo que no es necesario una boda civil previa para llevar a cabo una boda religiosa. Ahí estaba yo, con mi vestido blanco, unos diez años mayor y ahí estaba mi apuesto futuro esposo, aunque aún no lo conozco. Entonces oí una poderosa voz.
—Esto será en el nuevo mundo que te espera una vez la gran prueba sea superada, el tiempo que le queda al mundo actual no es suficiente para que algo así se de —dijo aquella voz.
Cuando salí de la visión sentía mi cuerpo bastante agotado. Igualmente, ya era hora de dormir, así que me acosté esperando recibir buenos sueños esa noche.
Por más que recorría las calles, lo único que encontraba era devastación, parecía que acababa de ocurrir un terremoto de magnitud especialmente alta y no encontraba a ninguna otra persona, incluso no había siquiera perros en la calle, me atrevería a decir que tampoco había insectos.
—¿Dónde está mi mamá? ¿Dónde está mi hermano?
Empecé a volar con la fuerza de mi mente y entonces apareció una enorme criatura negra, similar a una gárgola, que emanada maldad pura sin fin ni limite. Era un demonio, pero no cualquier demonio, definitivamente se trataba de un demonio poderoso, aunque no poseyera la enorme belleza que normalmente tienen los demonios poderosos.
Entonces desperté con la respiración agitada, el corazón acelerado, las manos frías y cada poro de mi cuerpo chorreando sudor.
—Ese demonio es lo bastante poderoso para vencer a un dios… y creo que tiene bajo su comando a una cantidad incontable de demonios de bajo poder.