Dulce Venganza

La ceremonia se realizaría en el Jardín de la casa de Eloísa y Daniel, un lugar lleno de recuerdos y significado para Daniel. Luna había optado por una boda íntima y sencilla, rodeada solo de sus seres más queridos. La casa estaba hermosamente decorada con flores frescas, luces cálidas y detalles cuidadosamente elegidos que reflejaban el amor y la dedicación que había puesto Luna en los preparativos.

El jardín estaba radiante bajo el sol de la tarde. Los invitados comenzaron a llegar, llenando el lugar con risas y conversaciones animadas. Julieta, siempre al lado de Luna, se aseguró de que todo estuviera en orden.

El jardín estaba radiante bajo el sol de la tarde. Luna llevaba un vestido sencillo Pero elegantemente hermoso, que resaltaba su belleza natural.

Su cabello caía en suaves ondas sobre sus hombros y una corona de flores adornaba su cabeza, dándole un aire de delicadeza y gracia.

Daniel, vestido con un traje clásico, una camisa blanca y una corbata que resalta entre todo el atuendo .

Esperaba nerviosamente en el altar. Cuando Luna apareció al final del pasillo, todos los ojos se volvieron hacia ella, pero para Daniel, eran como si solo existieran ellos dos. Ella avanzó con una sonrisa radiante, sintiendo cada paso como una confirmación de su decisión de seguir su corazón.

Las palabras del oficiante resonaron con una mezcla de solemnidad y alegría, y cuando llegó el momento de intercambiar votos, tanto Luna como Daniel hablaron con él corazón.

- Luna, prometo estar a tu lado en cada paso, apoyarte y amarte sin reservas.

- Daniel, tu llegaste a mi vida en un momento inesperado, Pero te recibí con todo mi corazón. Prometo amarte y respetarte, ser tu compañera en cada aventura y enfrentar juntos todo lo que la vida nos separe. Eres mi refugio, mi amigo y el amor de mi vida - respondió Luna, con lágrimas de felicidad en los ojos

Después de decir sus votos, el peso de la culpa y el remordimiento se instaló en el pecho de Daniel. A pesar de los sentimientos que ocultaba Daniel, la ceremonia fue hermosa, llena de momentos emotivos y promesas sinceras.

Al final de la ceremonia, los recientes casados se besaron bajo los aplausos y vitorea de sus seres queridos. Luna se sentía abrumada por la felicidad y la esperanza de un futuro lleno de amor y complicidad.

Después de la ceremonia, todos se trasladaron al jardín, el ambiente era mágico, y las mesas decoradas con flores y velas daban un toque acogedor. La comida, la música suave, las conversaciones y las risas llenaban el ambiente.

Julieta, observando a su amiga, no puedo evitar sentir una profunda alegría por Luna, Sabía cuánto había pasado y cuánto merecía este momento de felicidad. Luna y Daniel compartieron su primer baile como marido y mujer, rodeados de amor y buenos deseos.

Sin embargo, Michel, observando desde las sombras, sentia una mezcla de celos y desesperación. Mientras los recién casados celebraban su amor, Michel se retiró en silencio, con la mente llena de pensamientos confusos y un corazón lleno de celos.