La protagonista, Elyssia Thalassian, una noble elfa de Evergreen, se ve atrapada en el vórtice de estas tensiones milenarias. Comprometida con el príncipe elfo, Aldarion Galadrim, su mundo se desmorona cuando una tragedia desata la ira entre vampiros y hombres lobo, poniendo en peligro la ya frágil paz. En un acto desesperado por evitar la guerra, el rey elfo ofrece la mano de Elyssia al príncipe vampiro, Damien Nocturne, en matrimonio, una decisión que altera el destino de todos los involucrados.
Elyssia, arrancada de su amor de infancia y lanzada a un mundo oscuro y desconocido, debe navegar la política de sangre y poder para encontrar su lugar. Mientras lucha por reconciliar su deber con su corazón, descubre que las verdaderas amenazas a su mundo y a su felicidad provienen no solo de las antiguas enemistades, sino también de secretos oscuros y lealtades divididas.
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Capítulo 14
Erik entró en la habitación con Lucien a su lado, sintiendo una mezcla de ansiedad y temor al encontrarse frente al príncipe vampiro.
Damien estaba sentado en un trono oscuro, sosteniendo una copa de sangre entre sus manos pálidas. El brillo carmesí de la bebida contrastaba con la oscuridad de la habitación, y Erik se sintió momentáneamente paralizado por la escena.
—¿Qué tal, Erik? —saludó Damien con una sonrisa sutil pero cargada de significado, como si pudiera leer los pensamientos del joven hombre lobo.
Antes de que Erik pudiera responder Lucien tomo la palabra:
—Este es Erik, mi príncipe. Es el hijo del alfa Thorgal de la manada del norte. Y es el responsable de evitar que la manada le declarara la guerra a Lúmenor.
Damien asintió con aprobación mientras llevaba la copa a sus labios pálidos y tomaba un sorbo de sangre con una elegancia que contrastaba con la naturaleza macabra de su bebida.
—Es bueno saber que la diplomacia aún puede prevalecer en estos tiempos tumultuosos, joven lobo —respondió Damien con calma, su tono de voz suave pero lleno de autoridad—. Has hecho un buen trabajo al evitar un conflicto directo con Evergreen.
Erik se sintió aliviado por el elogio del príncipe, pero también sabía que había algo más por venir. Lucien lo miraba con una expresión expectante, como si estuviera esperando a que el príncipe revelara su siguiente movimiento.
—Ahora, sin embargo, hay otro asunto que requiere tu atención —continuó Damien, su mirada penetrante fijada en Erik—. Necesitamos consolidar nuestra posición en Evergreen, y para eso necesitamos ganar confianza y asegurar una ruta segura a través del valle de Lirien.
Erik asintió, comprendiendo el significado implícito en las palabras del príncipe. Sabía que su deber como miembro de la manada del norte era servir a los intereses de Nocturnia, incluso si eso significaba enfrentarse a su propia moralidad y lealtades.
—Entiendo, mi príncipe —respondió Erik con determinación, aunque su voz temblaba ligeramente—. Haré lo que sea necesario para asegurar la victoria de Nocturnia.
Damien sonrió con satisfacción ante la respuesta de Erik, pero había un destello de algo más en sus ojos oscuros, algo que Erik no pudo identificar pero que lo hizo sentir un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que su destino estaba inexorablemente ligado al príncipe vampiro y a los oscuros designios de Nocturnia, y que no habría vuelta atrás.
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Mientras el príncipe Damien y Erik discutían el futuro de Nocturnia, en Lúmenor, el príncipe Aldarion se encontraba en una sala oculta del castillo, reunido con un selecto grupo de elfos guerreros.
Entre ellos se encontraban Galadriel, un formidable arquero conocido por su puntería impecable y su lealtad indiscutible; Thalion, un hábil espadachín cuyos movimientos eran tan elegantes como mortales; y Aranor, un sabio estratega conocido por su astucia y su capacidad para anticipar los movimientos del enemigo.
Aldarion se sentó al frente de la mesa, con una expresión grave y determinada en su rostro. Sabía que lo que estaban a punto de discutir era de suma importancia y que debían proceder con cautela para evitar alertar al rey Elario sobre sus planes.
—Hermanos elfos —comenzó Aldarion, su voz resonando con autoridad en la sala—, hemos reunido esta noche para discutir un asunto de vital importancia para nuestro reino. Como saben, la presencia de la manada del norte en el valle de Lirien representa una amenaza para la seguridad de Evergreen y de nuestro pueblo.
Galadriel asintió con solemnidad, mientras Thalion y Aranor intercambiaban miradas de preocupación. Sabían que la situación era grave y que debían actuar con rapidez y determinación si querían proteger a su reino de la amenaza que representaban los hombres lobo.
—Estoy de acuerdo, mi príncipe —respondió Aranor, su voz tranquila pero firme—. La presencia de la manada del norte en nuestras tierras es inaceptable. Debemos expulsarlos del valle de Lirien y asegurar nuestras fronteras.
Thalion asintió en acuerdo, su mano descansando sobre el pomo de su espada mientras escuchaba atentamente las palabras de Aldarion.
—Pero debemos proceder con cuidado —advirtió Galadriel, su tono serio y reflexivo—. No podemos permitir que el rey Elario se entere de nuestros planes. De lo contrario, podríamos precipitar una guerra antes de estar preparados para enfrentarla.
Aldarion asintió, reconociendo la validez del consejo de su compañera. Sabía que debían actuar con sigilo y astucia si querían tener alguna posibilidad de éxito en su empresa.
—Entonces, ¿cuál es nuestro plan de acción? —preguntó Thalion, mirando al príncipe en busca de orientación.
Aldarion se enderezó en su asiento, sus ojos brillando con determinación.
—Nuestro plan es simple —declaró—. Reuniremos a nuestros guerreros más valientes y prepararemos un ataque sorpresa contra la manada del norte. Expulsaremos a esos lobos de nuestras tierras y restauraremos la paz en el valle de Lirien.
Los elfos asintieron en acuerdo, sabiendo que la batalla por venir sería difícil y peligrosa, pero también sabiendo que estaban dispuestos a darlo todo por su reino y su pueblo. Juntos, se levantaron de la mesa, listos para comenzar los preparativos para la guerra que se avecinaba.
amistad, confundiéndolos con amor de pareja, al menos de parte de ella. Y es lógico que se confundan , teniendo en cuenta que se criaron juntos
Veremos que les depara el futuro