La Tormenta Perfecta

Dicen que los opuestos se atraen, la ley de la electricidad nos enseña de cuando una carga positiva y una negativa se encuentra se atraen y cuando las cargas son iguales se repelen, en mi caso me siento atraída por mi esposo, amo a Dylan y quiero estar con él todo el tiempo que me es posible.

Pero es como si ambos fuéramos cargas iguales y nos alejaramos, cada vez que quiero tener sexo con mi esposo él hace todo lo posible para hacerme a un lado, cuando miles de veces él era quien me buscaba, quien me hacía quedar rendida a sus pies con sus detalles románticos, no había un día en que yo pudiera decirle que no, conocia a la perfección cada uno de mis puntos débiles.

Hoy prepare un picnic para el y para mí, llevo 20 semanas de embarazo y hoy es la revelación del sexo, quiero que Dylan vaya conmigo y después salir a festejar, jamás me ha querido acompañar a ninguna ecografía, pero hoy quiero que el esté ahí que escuche como el corazón de nuestro bebé late, que el vea que esperamos a un hermoso bebe, fruto de nuestro amor, pero no puedo cada vez que intento sacar él tema, siento que me evade.

No sé que es lo que le ha pasado, ya no lo reconozco, se ha vuelto un adicto al trabajo, todo el tiempo metido en la oficina, sus gustos cambiaron de un día para otro, dejo de vestir casual y se compró muchos trajes, alegando que sus clientes necesitaban ver en la autonomía y poder, mi Dylan jamás había dicho algo así, él siempre era un hombre feliz, y extrovertido con un muy buen sentido del humor, cuando se enfocaba a trabajar solía estar concentrado con música a todo volumen, mientras que yo necesitaba de paz para poder diseñar, y justamente eso era lo que nos hacía estar cerca.

Pero después de haberle contado del embarazo todo cambio, se volvió más serio y antipático, llegaba tarde, salíamos menos y había menos momentos de pareja.

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>>>>>>>>Flashback<<<<<<<<

Marzo 16

—¿Entonces ya no hay ningún impedimento para que mi esposo y yo tengamos relaciones?

—no, señora Tremblay, su embarazo va genial, así que puede tener todo el sexo que guste, solamente no olvide cuidarse para no sufrir alguna infección.

—gracias doctora

—no olvide venir a su próxima cita, revelaremos el sexo de su bebé en la semana 20.

—así lo haré doctora, y traeré a mi esposo, él estará feliz de conocer el sexo de nuestro bebe.

Salí del consultorio y pase al supermercado, compré vino e ingredientes para una cena romántica, pétalos de rosas y varias decoraciones.

Pase todo el día en la cocina preparando la cena y decorando nuestra habitación y nuestro comedor, me compré una lencería sexy de encaje como los que le gustaban a Dylan y me puse mi gel de baño de frutos rojos a él le encantaba mucho ese gel.

Siempre que me lo ponía no podía mantener a mi esposo lejos.

Y cuando todo estuvo listo le llame al celular y espere, espere y espere, pero Dylan jamas llegó a nuestra cena. Eran las 12 de la noche cuando llegó y lo recibí todo estaba frío, pero aún así no me di por vencida, calenté la cena y me quedé con él a esperar que terminara, después me puse de pie y le pedí la mano, él me la dio y yo puse nuestra canción.

—¿recuerdas nuestra primera cita Dylan?

—Isabelle, estoy cansado ha sido un día difícil en la oficina, lo siento, pero tengo que irme a dormir, mañana tengo una junta y necesito reponer energía.

—te dejaré ir luego de que bailemos como aquella noche.

—reproduje all of me y enrosque mis brazos en su cuello, lo mire a los ojos y deje un beso en sus labios.

—haz lo que hiciste en nuestra primera cita Dylan, el día que me pediste ser tu novia y tú esposa.

—¡¡¡no isabelle ya basta de estas niñerías, necesito ir a dormir, déjame!!!

Dylan alejo mis brazos y camino hasta su habitación, yo me senté en la mesa y lloré, que estaba pasando,¿ es que acaso el amor que juro tenerme se había acabado?

¿cómo puedo recuperar a mi esposo?

debía reconquistar a mi esposo, haría lo que fuera para que el fuera el mismo de antes.

Fin del flashback<<<<<<

Abril

me costó mucho, pero por fin Dylan acepto ir al ultrasonido conmigo, llegamos al consultorio y son sentamos en la sala de espera, pero su teléfono sonó y salió a responder, en ese momento una mujer se nos acercó y me dijo.

—su esposo es muy guapo señora

—gracias, pero no me diga señora llámeme Isabelle, Isabelle Tremblay.

—bueél, mi nombre es Zuset Ferguson, mi esposo no pudo llegar, el es paramédico y su trabajo siempre requiere de tiempo completo.

—como lo siento Zuset, igual Dylan trabaja mucho, pero hoy lo obligue a dejar su trabajo y acompañarme.

—me hubiera gustado de Robert estuviera aquí, es una lástima.

Zuset y yo seguimos platicando sobre nuestros esposos, ella me había comentado que su esposo hace unos meses habia rescatado a un hombre de un accidente automovilístico, dijo que el pobre hombre había llegado muy herido al hospital y los médicos no le daban mucho tiempo de vida.

Yo me sentí muy mal por aquella persona, la vida no la teníamos comprada y en cualquier momento podríamos acabar muertos, sin importar la clase social que tengamos, cuando nuestro momento está por terminar nada podrá evitarlo.

Fui llamada a pasar y me despedí de Zuset, Dylan me acompaño, yo ya tenía conocimiento del procedimiento así que me recosté en la camilla y me levanté la blusa que traía, el médico me colocó el gel frío y empezó a pasar el transductor por todo mi abdomen.

—miren la pantalla señores Tremblay.

—el bebé se veía claramente, podía ver sus mejillas regordetas, y como tenía una de sus manitas en la boca. No pude evitarlo mis lágrimas se descontrolaron cuando escuché el corazón del bebé palpitar, la sala se llenó de ese sonido tan hermoso, Dylan solamente miraba a la pantalla, no decía nada pero sabía que estaba muy contento.

—bueno ahora veamos si el bebé quiere mostrarse, señores Tremblay.—aqui está, no se aprecia claramente pero su bebé es un varón, felicidades señores, su primogénito será niño.

—no pude contener más las lágrimas, y al parecer Dylan tampoco, pude ver cómo sus lágrimas caian por su mejilla.

Salimos de la sala de ultrasonidos con miles de fotos y con un dvd del ultrasonido, esto debía mandárselo a mi suegra, estoy segura de que se pondría muy feliz, ella y mi suegro de seguro organizaría una mega fiesta, para el bebé.

En la sala de espera estaba Zuset con un caballero que igual estaba muy guapo, la saludé y me despedí, aunque si esposo se veía raro, su cara estaba blanca como un papel, era como si hubiera visto un fantasma.

Subimos al auto de Dylan y fuimos a casa por las cosas para el picnic, era un estupendo día para celebrar.