La Novia Sustituta

Algunos días después...

Petra bajaba las escaleras cuando nota a su suegra sentada en el sofá, se miran fijamente mientras Petra baja las escaleras y se detiene frente a ella cruzando los brazos.

— Tu ropa está cada día peor. — dice Rebekah.

— Al igual que el color de tu cabello, sabes que el rubio está desteñido, necesitas retocar el tinte. — dice Petra dejando boquiabierta a su suegra.

— Soy rubia natural. — dice la mujer pasándose las manos por el pelo.

— Natural de farmacia. — dice Petra.

— Hijo, mira cómo me trata tu mujer. — dice Rebekah.

Petra se da vuelta y mira hacia atrás donde ve a Bryan acercándose con un hermoso perro.

— Mamá, estoy seguro de que fuiste tú quien comenzó a molestarla. — dice Bryan.

El perro se acerca lentamente a Petra y le huele las piernas, Petra se ríe y se agacha, acariciando al perro.

— ¿Vas a ponerte del lado de ella ahora? — pregunta Rebekah.

— Ella es mi esposa. — dice Bryan.

— Y yo soy tu madre. — dice indignada.

— Tú no eres una santa. — dice Bryan.

— ¿De qué raza es? — pregunta Petra.

— Es un rottweiler, su nombre es Thunder. — dice Bryan llamando al perro que corre hacia él, donde recibe una caricia del dueño.

— En realidad no estás casado, ¿por qué la proteges tanto? — Rebekah pregunta, poniéndose de pie.

— Puede que no haya amor en nuestro matrimonio, me casé inconsciente y ella obedeció. Pero firmamos papeles, nuestro matrimonio es real, sí. — dice Bryan. — Ahora, por favor, no empeore nuestra relación.

— Me voy. — dice Rebekah, recogiendo su bolso del sofá y comenzando a caminar afuera.

Thunder corrió hacia Rebekah y se detuvo frente a ella, donde se sentó y la observó.

— Déjame pasar. — dice Rebekah haciendo ladrar a Thunder. — todo bien.

Rebekah se agachó y pasó su mano por la cabeza de Thunder, y por un segundo creí verla sonreír.

— Adiós, pulga. — Rebekah endereza su postura pasando su mano por su ropa y se va sin mirar atrás.

— Ven aquí chico. — llama a Bryan haciendo que Thunder corra hacia él.

—Si tu madre me molesta una vez más, no lo aceptaré. — dice Petra.

— Tómatelo con calma con ella, entraste en la familia en un momento difícil, además, fuiste la única persona que chocó con ella y no aceptas nada de lo que impone. — dice Bryan. — la vuelve loca.

— Esa no es la razón de todo lo que me ha hecho desde que me uní a esta familia. — dice Petra cruzándose de brazos y mirando seriamente a Bryan.

— Sé que no es una razón, pero por favor. Solo te pido que tengas un poco más de paciencia, seguro que con el tiempo dejará de molestarte. — él dice. — Incluso podrían ser amigas.

Petra suelta una carcajada.

— ¿Tu madre y yo? ¿Amigas? — dice mientras se ríe. — Creo que ya estabas imaginando cosas imposibles.

— Yo creo en eso. — él dice.

— Imagínalo, pero nunca sucederá. — ella dice. — ¿Irás a trabajar hoy?

— Sí, Adam vendrá más tarde para que trabajemos. — él dice.

— ¿Vas a tener terapia física hoy? — pregunta ella, caminando hacia donde está Thunder y acariciando su cabeza.

— No, pero un… amigo, ven luego. — dice Bryan.

— Está bien, ¿Thunder ya ha comido?"

— No, hay comida para perros en la cocina. — dice, también acariciando a Thunder. — Le pedí a Joseph que lo comprara.

— ¿Puedo darle de comer? — ella pregunta.

— Siéntete como en casa. — Dice Bryan haciendo que Petra se levante rápidamente mientras sonríe.

— Vamos muchacho. Te pondré comida. — dice Petra caminando hacia la cocina con Thunder persiguiéndola.

Bryan solo sonríe viendo la escena.

. . .

El día era caluroso, Bryan estaba en una de las mesas junto a la piscina con Adam.

— ¿Vendrá realmente? — pregunta Adam.

— Me envió un mensaje de texto diciendo que estaba de camino aquí. — dice Bryan, estaban esperando a Logan.

— Ahí tienes. — Oyeron la voz de Logan y se giraron para mirarlo.

Logan era diferente, tenía el pelo cortado y teñido de rubio, ropa nueva y algunas joyas. Bryan miró a Adam, quien le devolvió la mirada, se miraron el uno al otro y luego miraron a Logan.

— ¿Cómo fue el viaje? — preguntó Bryan.

— Fue genial. — Logan dice.

— ¿Tu abuelo está bien? — preguntó Adam.

— Está bien, falsa alarma, ya sabes cómo son las personas mayores. — dice Logan sentándose en una silla al lado de Bryan. — ¿cómo estás, amigo?

— Estoy bien. — dice Bryan.

— ¿No sientes tus piernas? — Preguntó.

— Todavía no, pero estoy haciendo fisioterapia, así que pronto caminaré normalmente. — dice Bryan.

— Eso es genial, mi amigo. — dice Logan, tocando el hombro de Bryan. — Pronto estaremos de fiesta y bebiendo juntos, como en los viejos tiempos.

— Claro. — dice Bryan sonriendo sin mostrar los dientes. — ¿Compraste ropa nueva?

— ¡Oh! Yo gané. — dice mirando su propia ropa. — Me lo regaló un tío cuando viajé a Escocia.

— Genial. — ahora es el turno de Adam para hablar. — debe haber sido bastante caro.

— No lo sé, pero fue un regalo, no lo podía negar. — Logan dice.

— ¿Bryan? — La dulce voz de Petra hace que todos los hombres la miren.

— ¿Si querida? — dice Bryan.

— Llevaré a Thunder a dar un paseo conmigo por el jardín. — ella dice.

— Todo bien. — él dice. — Ten cuidado de no lastimarte con las rosas, que tienen muchas espinas, o de no caer sobre las rocas.

— Está bien, papá. — dice burlonamente mientras se va con Thunder.

Los tres vimos como Petra se alejaba mientras Thunder corría a su alrededor, sonriendo mientras decía su nombre.

— Bryan, estás de enhorabuena. — Logan dice. — tu mujer es una delicia.

— No hables así de ella. — dice Bryan enojándose. — No te atrevas a hablar así de mi esposa.

Logan sonríe levantando las manos en señal de rendición.

Bryan quería golpear a Logan en la cara, pero hacerlo lo enojaría y pondría en peligro todo su plan. Ya había llegado tan lejos para arruinarlo.

Adam mira a Bryan quien respira hondo, la mirada de Adam le decía un mensaje silencioso, advirtiendo a su amigo que tendría que estar tranquilo, que pronto Logan pagaría por todo lo que hizo.