ELLA ES MIA

Ricardo Solano

Después del incidente en la casa de Ester, no puedo dejar de pensar en esa mujer de rostro inocente y cuerpo escultural. Volví el viernes para recoger a Ester, ya que habíamos quedado en cenar juntos. Normalmente ella viene a mi encuentro, pero esta vez utilicé la excusa de ir a buscarla para poder ver a Andréa. Ester estaba entusiasmada, pero no sabía cuál era mi verdadera intención.

Llegué a la casa de Ester y toqué el timbre con una sonrisa en los labios, pensando que Andréa abriría la puerta. Pero, para mi mala suerte, quien abrió fue Pilar. Mi sonrisa desapareció al instante, no pude disimular mi desagrado.

Pilar: Hola, querido yerno, entra y siéntete como en casa, Ester ya bajará.

💭Ricardo: ¡Yerno! Esta mujer debe estar loca.

Entré buscando a Andréa, pero no la encontré. Me senté en la sala de estar, impaciente, esperando a que Ester bajara.

Pilar: ¿Quieres tomar algo?

Ricardo: No, gracias.

Pilar: Voy a subir para apurar a Ester.

Después de unos minutos que se me hicieron eternos, veo bajar por las escaleras al señor Francesco. Viene hacia mí calmadamente, me saluda y se sienta en el sofá junto a mí.

Francesco: ¿Cómo van las cosas, chico?

Ricardo: Muy bien, señor Francesco.

Decido sondear para ver si descubro algo.

Ricardo: Aún no he conocido a todos los miembros de la familia, si no me equivoco, usted tiene otro hijo y una sobrina, ¿verdad?

Francisco: Sí, eso es correcto.

Ricardo: ¿Y dónde están?

Francesco: Bueno, Richard debe estar en la universidad y Andréa...

Me doy cuenta de que él se pierde en sus pensamientos cuando habla de Andréa, lo que despierta aún más mi curiosidad.

Ricardo: Sí, y Andréa...

Francesco vuelve de sus pensamientos, pero no tiene tiempo de responder, escuchamos una voz que viene de las escaleras.

Ester: Esa muerta de hambre ya no vive aquí.

Francisco: ¡Ester! No hables así de tu prima.

Ester: ¡Bah! Da igual, vamos, ya estoy lista. Adiós, papá, avisa a mamá que nos vamos.

Salgo de la casa de Ester pensando en qué podría haber ocurrido para que Andréa se fuera. ¿Será por el incidente de la semana pasada, o quizás ya tenía planeado irse? Necesitaba saberlo, de cualquier manera, todo se volvió más fácil para mí.

💭Ricardo: Con Andréa fuera de esa casa, puedo tenerla cuando quiera. No puedo esperar, tengo muchas ideas en mente para esa chica. Sonrío maliciosamente mientras mi miembro cobra vida. Olvido por completo que Ester está a mi lado y me sobresalto cuando ella acaricia mi miembro.

Ester: Hmm... ¿En qué estás pensando, travieso, para ponerte así?

Ricardo: ¡Estoy pensando en ti, ¿a quién más podría ser?!

Llegamos al restaurante donde había hecho la reserva, cenamos y yo ya quería irme, pero Ester quería ir al cine. Fui, contra mi voluntad, pero necesitaba mantener a la familia Gutierres cerca en caso de que Andrea regresara, así que la llevé al cine y luego la dejé en casa con la excusa de estar muy cansado. Llegué a casa, fui directo a la habitación, me quité la ropa y tomé una ducha relajante. Salí de la ducha, me puse unos pantalones cortos y me acosté. Me quedé dormido y solo desperté al día siguiente a las 6:00 a.m., todo sudado. Fui directo a la ducha, me bañé, hice mi higiene matutina y fui a desayunar. Mi padre todavía estaba sentado a la mesa.

💭Ricardo: Maldición, comenzará de nuevo con el tema del matrimonio.

Ricardo: Buenos días, papá.

Padre: Buenos días, hijo. Vi que llegaste temprano anoche.

Aprovecho y me adelanto.

Ricardo: Fui a cenar con Ester, luego fuimos al cine, la dejé en su casa y vine a descansar.

Padre: Me gusta mucho esta relación, Ester parece ser una buena chica. Incluso creo que es digna del apellido Solano.

💭Ricardo: Él ni siquiera sospecha lo mala que es Ester, pero eso no importa, nunca se convertirá en una Solano.

Ricardo: Sí, es una buena chica.

Terminamos nuestro desayuno en silencio, mi padre se fue a su despacho y yo a la academia. Hoy es sábado y, a diferencia de mi padre, no trabajo los sábados.

Ya en la academia me encuentro con algunos compañeros.

Ricardo: ¡Hola, Fernando! ¿Cómo estás, hombre? ¿Cómo va la vida de casado?

Fernando: Tranquilo, Ricardo, estoy bien, ¿y tú? Ha estado genial, Claudia es maravillosa. De hecho, hoy vamos a una discoteca que inauguran. ¿Por qué no vienes también? Claudia llevará a una amiga del trabajo.

Fernando es mi amigo desde la secundaria, estudiamos juntos en la universidad y nos metimos en varios líos, pero luego conoció a Claudia, se enamoró y se casó con ella. Son unos tontos por comprometerse a los 30 años. Llevan casados seis meses.

Ricardo: Tal vez vaya, necesito relajarme un poco.

Fernando: ¡Así se habla, hombre! Luego te paso la dirección de la discoteca.

Ricardo: ¡Genial, hombre!

Me despido de Fernando y voy a entrenar. Estoy trabajando las piernas y me encuentro pensando en la seductora Andrea, mi miembro se endurece de inmediato.

💭Ricardo: ¡Mierda! Esta mujer me va a volver loco.

Voy al vestuario de la academia y me doy una ducha fría. Decido dejar de entrenar y le envío un mensaje a Ester.

*Mensaje*

Ricardo: Buenos días, cariño, ¿dormiste bien?

Ester responde en segundos.

Ester: Buenos días, amor, dormí maravillosamente bien. Me encantó la noche de ayer.

Ricardo: A mí también me gustó. Esta noche no podré verte, saldré con algunos compañeros. Cosas de hombres, ¿sabes cómo es?

Ester: Qué pena, quería tanto verte, pero está bien, saldré con mis amigas de la universidad.

Ricardo: Está bien, cariño. Que te diviertas.

Ester: Lo mismo para ti.