El Es Mi Hijo

Respondió Ivyn caminando a toda prisa para encontrarse con Joseph, fue entonces que al llegar al segundo piso se encontró con la institutriz saliendo de la biblioteca mientras fruncía el ceño, por lo que inmediatamente Ivyn adelanto el paso y encontró a Joseph esperándola en la biblioteca con un rostro afligido.

-Señorito Joseph.

-¡Ivyn!

Grito Joseph mientras caminaba rápidamente hacia ella para abrazarla, fue justo en ese momento que al abrazar a Joseph, Ivyn sintió algo extraño en él, este aprecia rígido y nervioso.

-¡Auch!

-Mi señorito ¿Qué le sucede?

Dijo preocupada Ivyn al notar que este parecía incómodo “¿Qué le pasa, parece que algo le duele? No, no puede ser” se dijo está a si misma alterada mientras cogía la mano de Joseph “su mano esta roja, esa mujer…esa mujer se atrevió a golpearlo ¡cómo se atreve!” Ivyn reviso ambas manos de Joseph y noto aún más marcas en estas, se notaban claramente que había sido castigado por la institutriz.

-Joseph esa mujer ¿ella te hizo esto?

-¿Qué? No, no ella no me ha hecho nada, eh…vamos mejor Ivyn, papá me dijo que serias mi tutora de música.

Ivyn lo observo unos segundos “él no quiere que yo me entere…” Ivyn dio un suspiro y luego hablo tratando de tranquilizarse a sí misma.

-Está bien, entiendo señorito, pero antes de que empiece la clase venga conmigo.

Dijo Ivyn llevando a Joseph a la habitación, este se sentó en la cama mientras que Ivyn tomaba un botiquín y caminaba hacia él, Ivyn se puso de rodillas en el piso sosteniendo las manos de Joseph.

-¡Ah!

-Tranquilo, tranquilo…respira, ardera un poco pero debo desinfectarlo así que aguante un poco ¿sí?

-Eh…si, si señorita Ivyn yo soy fuerte así que aguantare, no me dolerá.

Ivyn vio a su pequeño y luego sonrió al ver a este cerrar los ojos tratando de parecer fuerte “tus reacciones siguen siendo las mismas mi bebe” pensó Ivyn mientras cuidadosamente curaba las heridas en las manos de Joseph, después de un tiempo Ivyn ya había terminado de curar las manos de Joseph y ambos se dirigieron al ático para practicar.

-Vamos, vamos Ivyn.

Dijo Joseph tomando la mano de Ivyn y llevándola hacia el piano, esta toco lindas melodías para  animar a Joseph y después de unos minutos comenzó a enseñarle, este feliz sonreía mientras Ivyn buscaba la forma más divertida para enseñarle “sigue teniendo talento en la música igual que cuando estaba conmigo, supongo que el alma no olvida” pensó Ivyn mientras veía la luz del sol entrar por la ventana y los rayos tibios acariciar delicadamente el rostro de su hijo, “estoy tan feliz de estar contigo a mi lado mi niño” se dijo a si misma Ivyn mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios y una lagrima corría por su mejilla.

-Ivyn ¿Qué sucede? ¿Toque muy mal?

-No no mi pequeño, quiero decir señorito…no se preocupe toco excelente para ser su primera vez.

-Gracias Ivyn, ¿pero porque estas llorando?

Pregunto Joseph mientras pasaba su mano por la mejilla de Ivyn limpiando sus lágrimas, esta lo miro y seco sus lágrimas rápidamente mostrándole una sonrisa cariñosa, “no quiero preocuparlo” pensó Ivyn al mirarlo. Después de unos minutos Joseph e Ivyn salieron del ático hacia el jardín.

-Mira Ivyn una mariposa azul, es muy bonita.

-Si son hermosas, esas son mariposas Morpho y en realidad no son azules señorito, solo es la luz que se refleja en las escamas de sus alas, lo que provoca que se vea ese color, también conocido como fenómeno de coloración estructural, son realmente hermosas estas mariposas, tenemos suerte de poder verlas en este jardín, ¿le gustan a usted también señorito?

-Si son hermosas.

Dijo Joseph al escuchar a Ivyn hablar, esta lo miro y luego tomo la mano de Joseph diciéndole que se acostara en el césped, ambos se recostaron y Ivyn le hablaba de diferentes melodías de música recordando así cuales eran las favoritas de su hijo en el pasado, sin saber que alguien la estaba observando curiosamente desde una ventana a la distancia.

-Ella es… increíble.