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Amor Bajo Contrato

Amor Bajo Contrato

Status: En proceso
Genre:Posesivo / Matrimonio arreglado / Hija rica en bancarrota / Juego del gato y el ratón
Popularitas:7.2k
Nilai: 5
nombre de autor: America Blancas

Violeta Meil siempre tuvo todo: belleza, dinero y una vida perfecta.
Hija de una de las familias más ricas del país M, jamás imaginó que su destino cambiaría tan rápido.

Recién graduada, consigue un puesto en la poderosa empresa de los Sen, una dinastía de magnates tecnológicos. Allí conoce a Damien Sen, el frío y arrogante heredero que parece disfrutar haciéndole la vida imposible.

Pero cuando la familia Meil enfrenta una crisis económica, su padre decide sellar un compromiso arreglado con Damien.
Ella no lo ama.
Él tiene a otra.
Y sin embargo… el destino no entiende de contratos.

Entre lujo, secretos y corazones rotos, Violeta descubrirá que el verdadero poder no está en el dinero, sino en saber quién controla el juego del amor.

NovelToon tiene autorización de America Blancas para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Una promesa con fecha de caducidad

**Capítulo 11:**Una promesa con fecha de caducidad

(Desde la perspectiva de Damien Sen)

El rugido del motor del Rolls-Royce negro rompía el silencio de la ciudad mientras avanzaba por las avenidas iluminadas por los anuncios de neón.

Damien Sen conducía con el ceño fruncido, los dedos tamborileando con impaciencia sobre el volante.

La mirada fija en la carretera, pero la mente... en mil lugares menos en el presente.

A su lado, Caleb, su asistente personal y mano derecha desde hacía años, revisaba documentos en su tableta, sin atreverse a romper el tenso silencio.

—Señor Sen —dijo finalmente, con voz medida—. La reunión con los inversionistas de Singapur se ha movido para el martes. Y la presentación del nuevo proyecto en la costa debe aprobarla usted antes del viernes.

Damien asintió sin apartar la vista del frente.

—Haz que revisen el contrato de nuevo. No quiero otra cláusula mal redactada como la última vez.

—Sí, señor. —Caleb dudó un segundo antes de continuar—. Por cierto... ¿va realmente a la mansión Sen?

Damien soltó un suspiro exasperado, deteniendo el auto en el semáforo.

—Sí. Mi abuela insiste en que vaya. Dice que está enferma… otra vez.

El tono sarcástico fue evidente, y Caleb solo bajó la mirada.

No era la primera vez que la señora Rosa Sen usaba esa excusa.

Damien ya lo sabía.

Siempre que quería que su nieto hiciera algo que él se negaba a hacer, inventaba una “recaída”.

—La última vez fue por el aniversario de bodas de sus padres, ¿recuerda? —murmuró Caleb con cautela.

Damien bufó.

—Sí, y terminé cenando tres horas con mi padre y escuchando su lección sobre cómo “un Sen debe anteponer la familia a sus sentimientos”.

El semáforo cambió a verde y el auto avanzó.

—Supongo que hoy querrá presentarme a alguna hija de empresario —añadió con un deje de ironía—. Es su nuevo pasatiempo.

Caleb guardó silencio. Había aprendido que, cuando Damien estaba de ese humor, lo mejor era no responder.

El ambiente dentro del vehículo era pesado, cargado de un aire de tensión que ni el aire acondicionado lograba disipar.

Pero por dentro, Damien no estaba tan tranquilo como aparentaba.

Desde hacía días, su mente no lograba apartarse de una imagen que se repetía una y otra vez: Violeta Meil.

El día en que renunció seguía tan claro en su memoria que podía ver hasta el temblor de sus pestañas cuando le dijo “me voy”.

No sabía por qué demonios seguía pensando en ella.

Debería sentirse satisfecho, incluso liberado.

Ella ya no trabajaba para él.

Ya no tendría que escuchar sus respuestas impertinentes ni verla rodar los ojos cada vez que él le daba una orden.

Pero no.

En lugar de eso, sentía un vacío extraño.

Una incomodidad que lo irritaba más de lo que estaba dispuesto a admitir.

“¿Por qué me molesta tanto?”, se preguntó mientras giraba por la avenida principal.

“Era lo que quería desde el primer día que entró en mi empresa”.

Y sin embargo… esa sensación de frustración no lo abandonaba.

Una hora después, el Rolls-Royce se detuvo frente a la mansión Sen, una propiedad imponente en las afueras de la ciudad.

Las luces del jardín iluminaban los pilares de mármol y las esculturas que adornaban el camino.

Damien bajó del auto, ajustando el saco de su traje oscuro, su expresión endurecida.

El ama de llaves, Señora Wu, lo recibió con una leve reverencia.

—Joven maestro Sen, su abuela lo espera en su habitación. Está descansando, pero insistió en verlo.

Damien arqueó una ceja.

—¿Mis padres están aquí?

—No, señor. Salieron de viaje a Europa hace tres días.

Un alivio fugaz cruzó por su rostro. No tenía ningún deseo de verlos.

—Perfecto. Llévame con ella, entonces.

Subieron las escaleras alfombradas en silencio.

Damien conocía cada rincón de esa casa desde su infancia, pero esa noche todo le parecía más sombrío.

Cuando entró en la habitación de su abuela, un leve olor a medicina lo recibió.

Allí estaba Rosa Sen, recostada en su cama, con el cabello gris recogido y un chal de seda cubriéndole los hombros.

Su rostro se veía pálido, más de lo habitual.

Por primera vez en mucho tiempo, Damien se detuvo un segundo antes de hablar.

—Abuela. —Su voz sonó más suave de lo que esperaba.

Ella sonrió débilmente, levantando una mano temblorosa.

—Damien, cariño… sabía que vendrías.

Él se acercó y se sentó a su lado.

—¿Qué te pasa esta vez? —intentó sonar relajado, pero la expresión de su abuela lo desarmó.

—Nada grave —respondió ella con una sonrisa misteriosa—. Solo... el tiempo pasa, y no sé cuánto me queda.

Damien frunció el ceño.

—No empieces con eso. Te he escuchado decir lo mismo por los últimos cinco años.

—Esta vez hablo en serio, querido. —Su tono cambió, tornándose más grave—. Quiero pedirte algo, algo que necesito ver antes de morir.

Damien cruzó los brazos, intentando mantenerse firme.

—¿Qué cosa?

—Quiero verte casado.

El silencio llenó la habitación.

Damien soltó una carcajada seca.

—¿Casado? Abuela, sabes que eso no está en mis planes.

Rosa tosió levemente, cubriéndose con un pañuelo.

—Tú y tus planes… —murmuró entre toses—. No todo en la vida se puede planear, Damien.

Él se inclinó hacia ella, preocupado.

—¿Estás bien? ¿Quieres que llame al médico?

—No, no, querido. Estoy bien. —Le acarició la mejilla con cariño—. Pero prométeme algo, Damien. Prométeme que considerarás casarte.

—Abuela, ya hablamos de esto. Mia… —Su voz se quebró un poco al pronunciar ese nombre—. Mia ya no está. No pienso reemplazarla.

Ella lo miró con compasión, pero también con firmeza.

—Mia fue una dulce muchacha, pero el pasado debe quedar atrás. Tú tienes una vida por delante, y nuestra familia necesita estabilidad.

Damien apartó la mirada.

—No pienso casarme por conveniencia.

—¿Y si fuera por amor? —preguntó ella, con un brillo en los ojos.

Él se rió amargamente.

—¿Amor? Ya no creo en eso, abuela.

Hubo un silencio incómodo.

Rosa suspiró y, con un tono dramático, volvió a toser.

—Entonces, tendré que morirme sin verte feliz... —susurró con una debilidad tan convincente que Damien se alarmó.

—Está bien, está bien —cedió, levantando las manos—. Lo pensaré, ¿de acuerdo?

Rosa Sen sonrió victoriosa.

—No, cariño. No quiero que lo pienses. Quiero que aceptes.

Damien la miró con desconfianza.

—¿A quién planeas endosarme esta vez?

La anciana se incorporó lentamente, sosteniendo una carta entre los dedos.

—Ya todo está arreglado. Tu prometida es la hija de mis queridos amigos los Meil.

El corazón de Damien se detuvo por un instante.

—¿Qué dijiste?

—Violeta Meil.

El nombre retumbó en su cabeza como una maldición.

Damien se levantó de golpe, su expresión endureciéndose.

—Ni lo sueñes. No pienso casarme con esa mujer.

—Damien... —Rosa fingió una tos más fuerte, inclinándose hacia el lado—. Por favor, no discutas conmigo. No puedo soportar disgustos.

Él apretó los puños, desesperado.

—¿Por qué ella?

—Porque su familia es fuerte, influyente y... porque su abuela y yo lo hemos decidido. —Rosa lo miró directamente a los ojos—. Si no lo haces, cederé tu herencia y el control de la empresa Sen a tu primo Raúl.

Damien se quedó helado.

—¿Qué?

—Lo escuchaste bien. Raúl está ansioso por asumir responsabilidades. Y tú... tú pareces más interesado en tus rencores que en el legado familiar.

El silencio cayó como una sentencia.

Damien respiró profundamente, tratando de mantener la calma.

“Violeta Meil... ¿esto es una broma del destino?”, pensó con rabia contenida.

Primero había invadido su vida profesional, desafiándolo día tras día, irritándolo hasta el límite.

Y ahora, el universo parecía decidido a unirlos para torturarlo.

Su mandíbula se tensó.

—Está bien, abuela. Acepto.

Rosa Sen sonrió con ternura y alivio.

—Sabía que lo harías, mi niño.

Pero Damien no compartía esa alegría.

Por dentro, hervía.

“Así que todo esto era parte de su plan…”, pensó con amargura.

“Primero se gana mi confianza en la empresa, luego renuncia y, casualmente, su familia necesita una alianza económica.

Ingenioso, Violeta.

Muy ingenioso.”

Su mirada se volvió fría, calculadora.

—Pero quiero dejar algo claro —dijo con voz firme—. Este matrimonio tendrá una fecha de caducidad.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Rosa, confundida.

—Durará un año. Lo suficiente para cumplir con tus deseos y mantener la fachada. Después... cada quien seguirá su camino.

La abuela lo observó con pesar.

—El amor no se planifica, Damien.

Él solo esbozó una sonrisa amarga.

—No te preocupes, abuela. No hay amor que planificar.

Cuando salió de la habitación, Damien sintió que el aire pesaba más que nunca.

Caminó por los pasillos de la mansión, recordando su infancia allí, los días en los que su madre lo regañaba por ensuciar el traje o su padre le exigía ser “un verdadero Sen”.

Todo parecía un ciclo sin fin.

Un destino que no podía evitar.

Al salir al jardín, sacó su teléfono y lo miró durante unos segundos.

El reflejo del cristal le devolvió su propio rostro: el de un hombre exitoso, pero con una mirada vacía.

Y sin entender por qué, la imagen de Violeta Meil volvió a cruzar por su mente.

Su sonrisa arrogante.

Sus ojos desafiantes.

Su voz diciéndole “no tengo tiempo para discutirlo, señor Sen”.

Damien apretó el teléfono con fuerza, reprimiendo un impulso que no comprendía.

—No te saldrás con la tuya, Violeta —susurró con frialdad—. Ese matrimonio será tu peor error.

Luego subió a su auto y arrancó, dejando atrás la mansión Sen, sin saber que el destino ya había sellado su unión… y que aquel “matrimonio con fecha de caducidad” sería el inicio del caos más profundo que ambos vivirían.

1
Jessica Gonzalez
espero que no se quede con el
Jessica Gonzalez
asta ahora me gusta mucho está novela el ego de Damien es muy grande pero se encontrará con ella que no se dejará pasar a llevar
maria alejandra landaeta
excelente 😘
maylen urquiza
por favor querida escritora no me hagas sufrir más a nuestra querida violeta deja que ese mamón se de cuenta de la arpía que es esa mía pero que sea demasiado tarde y que ya violeta se le haya borrado ese amor y que le pongas a alguien que si la ame de verdad y que ese idiota de Damien se coma su hígado cuando se de cuenta que perdió a la mejor mujer que pudo tener a su lado gracias y espero su actualización 🥰🥰🥰
bela
por favor en lo mejor...espero que se valla que mande todo por un caño un asco de hombre.....espero que actualicé y que conozca la bruja que esta poniendo en su propia casa No aguanto esto ....que asco
maylen urquiza
uf querida escritora me tienes con los nervios de puntas y loca por ver cómo termina está belleza de novela que me tiene loca desde que la empecé a leer por favor actualiza rápido y que tan lindo como hasta ahora gracias 🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰
Gladys Torin
Que horror, me dejas en ascuas, no se vale
maylen urquiza
hola querida escritora me tienes loca con esta novela espero que nuestra querida violeta no sufra tanto y espero que el idiota de Damien se de cuenta de lo que está perdiendo por ser un tonto de lo peor y que cuando se de cuenta de no sea demasiado tarde para recuperar a nuestra querida violeta espero que siga así de linda y hermosa tu novela como hasta ahora la cual me gusta mucho 🥰🥰🥰🥰
maylen urquiza
querida autora me tienes enganchada con la novela por favor sigue actualizando así rápido 🥰🥰🥰🥰🥰🥰
maylen urquiza
hasta ahora excelente escritora espero y hagas que ese estúpido se arrepienta de haberla tratado como lo hizo y que cuando quiera regresar ella ya lo haya olvidado que se encuentre un hombre que la ame de verdad y la respete por lo que es y por favor no la embarazes de ese estúpido porque no se la merece ella merece algo mejor
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