OBSESIÓN

- ¿A qué hora sales a comer? Me pregunto Patricia.

- A las dos señorita Patricia.

- Tengo unas ordenes para ti, apuntalas porque no quiero errores todo tiene que salir perfecto, hoy a las doce del mediodía viene mi novio y su familia a conocer nuestra empresa, si algo sale mal por tu negligencia despídete de tu trabajo, llevas esta botella de champaña en hielo a la sala de juntas de mi papá, también llevas copas para agua y la champaña, pones platos para bocadillos y ensaladas, servilletas de tela, tenedores, estos chocolates, agua embotellada bien fría, pasas por la cafetería a recoger unos bocadillos que ordené los dejas en la mesa y tomas tu tiempo de comida al mediodía, ¡ah! Olvidé decirte, pones siete puestos.

- ¿Donde se habrá metido hoy el diablo? ¡Es la primera vez que Patricia no me insulta! Es más se ve reluciente yo diría que hasta bonita, quién sea el novio está haciendo un buen trabajo con ella espero se quede a su lado y la mantenga muy feliz mientras yo esté aquí para que no me de problemas.

- Supongo que el jefe tiene conocimiento de las instrucciones que me dio su hija porque hoy tuve un día muy tranquilo hasta me dio tiempo de poner todo en el salón conforme a las ordenes de Patricia, llegada la hora me dirigí a la cafetería para recoger los bocadillos.

- Mientras esperaba recorrí con los ojos el lugar se veía impecable el aroma de los alimentos era exquisito de no ser por los altos precios de la comida el sitio estaría lleno obviamente los precios indican que este lugar fue creado para que comieran solamente los altos ejecutivos, estaba tan sumida en mis conclusiones y no escuché los pasos de quien caminaba en mi dirección por mi espalda únicamente sentí un ligero empujon y ¡aaaa! Grité alguien vacío el café caliente en mi cuello este corrió por mi espalda y pecho.

- Voltee inmediatamente jalando y soltando mi blusa intentando darme aire en el pecho mis ojos se encontraron con los del causante de mis dolencias, me perdí en esos ojos azules como los de mi pequeña Estefanía, mi corazón envió un choque electrónico que recorrió mi cuerpo entero, mariposas iban y venían en mi estómago, toda la cafetería se inundó con su aroma, ¿qué me está pasando? La vagina me palpita, mi cuerpo quiere arrojarse a sus brazos y fundirse en su cuerpo, el joven rubio me ve con los ojos muy abiertos.

- ¿Estás bien? Me pregunto, pero yo no podía articular palabras hasta qué un golpe en la cara me sacó de mi ensoñación, Patricia me dio una bofetada.

- Contéstale idiota.

- ¿Qué te pasa? En tu vida vuelvas a pegarle sin razón alguna.

- Ella abrió los ojos como platos, y contestó, esta empresa el personal debe ser respetuoso con nosotros, si le hiciste una pregunta ella debe contestar.

- E-estoy bien joven, di la vuelta recogí los bocadillos y me alejé de ellos con un ardor inmenso en las áreas afectadas.

- Espere señorita le llevaré al doctor.

- No es necesario joven, estoy bien.

- Agrega tazas para el café y toma el resto del día para que vayas al doctor dijo Patricia con tono suave pero sus ojos reflejan la furia contenida.