LA SOLEDAD DEL PODER

Geisy llegó a la empresa como todos los días, hizo su misma rutina y después golpeó en la puerta de la oficina de su jefe, él la vio entrar y sintió como algo en su entrepierna comenzaba a moverse, solo era verla para que su cuerpo reaccionara, ella se acercó para entregar unos documentos, él la miró y se dijo que iba a disfrutar, se iba a dejar llevar por su deseo, se levantó de su silla y se acercó mirándola a los ojos y comenzó a besarla, Geisy respondió al beso y se dejó llevar por su jefe.

Después de besos y caricias, en la desnudo, la tumbó sobre el sofá que tenía en la oficina y la degustó hasta que ella empezó a gritar de pl*cer, el también se quitó todo y entró en ella de un empujón, esa acción le produjo a Geisy un gusto inmenso, el comenzó a entrar y salir fuertemente, ella sentía una tremenda exc*tación, él también la sentía, no solo por el placer que sentía, sino, por la idea de saber que le era infiel a su marido con él.

Pero se imaginó que eso es lo que hacen las mujeres cuando se abandonan, cuando el esposo no la atiende, que si el esposo no atiende otro lo hace, Amir termino dentro de ella al tiempo que ella terminaba. Los dos quedaron en el sofá, Amir la miro y la atrajo a sus brazos, se miraron a los ojos y se besaron como dos enamorados, se separaron del beso y siguieron abrazados sin mencionar una palabra, Amir pensó " Sí no era conmigo, era con otro" allí entendió que la traición es algo que les apasiona a muchos hombres, tanto que serían capaces de sacrificarlo algo por conseguirlo, pero también era un golpe duro cuando se lo hacían a ellos, golpeaban fuerte su ego.

Amir salió de sus pensamientos porque Geisy comenzó a besarlo, ella quería más y juntos sucumbieron al placer entre gritos y jadeos; ella se subió en él moviendo sus caderas, él disfrutó de una fornicación más larga que la anterior. Los movimientos de su secretaria eran de una delicia insuperable; él aprovechó para degustar los s*nos, esa acción hizo que su secretaria diera un fuerte g*mido que lo avivo a moverse también debajo de ella.

Cuando terminaron él le dio un tierno beso, ella después del beso le sonrió y él también lo hizo para decir.

AMIR: Quiero seguir haciéndolo contigo, pero debemos de ser prudentes si queremos repetir estos encuentros, me has dado un pl*cer inmenso, podremos disfrutar sin riesgo y todos los días de encuentros similares.

GEISY: Si, está bien.

Ella tomó la iniciativa y lo besó con ternura, él respondió de la misma forma, después ella se levantó y se fue al baño para asearse, allí pensó en todo lo sucedido, en la propuesta de su jefe, pero prefirió la de su jefe que la de la vecina.

A la hora de la salida ella tocó la puerta de la oficina, entró y le dijo a su jefe que ya se iba, él la miró y sintió unos celos inmensos al pensar que iba a estar en los brazos de su marido, pero entendió que él era solo su amante porque él así lo había pedido. Amir se levantó de su silla y la beso con pasión, su amigo ya estaba listo para la acción, él aprovechó, le subió la falda y la monto al escritorio, allí le hizo la panti a un lado y entró en ella, ya estaba preparada para recibirlo, no duraron ni diez minutos cuando ambos terminaron, tenía que ser muy rápido, ella sacó un paño húmedo y se limpió, le dio un beso y salió de la oficina.

Amir quedó sentado en su silla, se dio cuenta que esa mujer se había convertido en su perdición, perdición que el mismo había buscado, entendió que Geisy ha despertado algo en él que no podía ignorar, y se sentía atraído hacia ella que no podía resistirse, pero se propuso a seguir hasta donde ella quisiera.

Ellos se pasaron la semana como dos enamorados, el viernes se despidieron con un buen s*xo, pero ambos con un poco de tristeza porque pasarían San Valentín cada uno por su lado, o cómo él pensaba, ella con su esposo, y él con su soledad.

Por la noche Amir estaba desesperado, no dejaba de pensar en Geisy, quería que ella estuviera en ese momento con él, no con su esposo, pero no podía hacer nada, solo sumergirse en trabajo, trabajo acompañado por la soledad del poder, miró su celular, quería escribirle, tenía su contacto, pero desistió, no podía creer que no pudiera tenerla para él una sola noche, que no pueda estar con ella siquiera un fin de semana, no podía tampoco concentrarse en el trabajo, tenía unos celos que el mismo se sorprendió, pero no podía evitarlo, el trabajo era su refugio para olvidarse de todo, pero en ese momento ni el trabajo lo controlaba.

Esa noche Amir decidió ir a una droguería y comprar pastillas para dormir, era la única manera que tenía para hacerlo y dejar de pensar en Geisy, se tomó dos para que le hiciera efecto rápido, La empleada lo vio desesperado, pero dijo nada porque su jefe no le dio tiempo para preguntas.

Geisy se sumergió en sus pensamientos, en todo lo que había sucedido en la empresa ese día, quería pasar el fin de semana con el, pero recordó que todo era con prudencia, con esos pensamientos se quedó dormida, Amir también durmió por el efecto de las pastillas, se despertó a las diez de la mañana; se dio un baño y fue por su desayuno, mientras desayunaba pensaba si enviar un mensaje a Geisy sería prudente, pero sabía que no estaba bien y siguió desayunando inquieto.

En el apartamento de Geisy, ella estaba en el barcon, veía con llegaban domiciliarios con regalos de San Valentín, ella en ese momento se sintió triste.