Desde una edad temprana, enfrenté una realidad difícil como un joven trabajador, ya que mi padre me dejó con todas sus deudas al abandonarme.A pesar de que siempre me esforzaba en mis trabajos, nunca lograba reunir el dinero suficiente para llegar a fin de mes. Un día, al llegar a casa, comencé a leer mi novela favorita, y aunque no recuerdo en qué momento me quedé dormido soñando con mi personaje favorito y estaba muy feliz o crei que era un sueño, al despertar me llevé una gran sorpresa.
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PROBLEMAS A LA VISTA
●París: Después de la intensa y apasionada noche que compartí con Luca, me sentía más agotado que nunca en mi vida. Aunque me desperté en plena madrugada, no vi a Luca a mi lado. Lo busqué por todo el lugar, pero solo encontré una nota y unas medicinas. No pude evitar sonreír, pues realmente siento que Luca se está enamorando de mí cada día más. Luego, me dejé llevar nuevamente por el sueño y no desperté hasta ahora.
Tomé mi teléfono, que había estado sonando constantemente; debía ser Luca. Una sonrisa se dibujó en mi rostro al pensar en él, pero rápidamente se desvaneció al ver quién me estaba llamando y el contenido de los mensajes que me habían enviado,¿Qué demonios es esto? Al mirar la imagen, me doy cuenta de que fue mi amigo quien me la envió. Decido llamarlo inmediatamente. 'Carlos, ¿qué significa está mierda que me acabas de enviar?' le digo, un tanto molesto. 'No te rías, maldito, y háblame claro de una vez por todas.'
●Carlos: Mi teléfono suena y no puedo evitar soltar una risa al ver que es París quien me está llamando. Contesto la llamada y su furia se hace evidente de inmediato por la foto que le envié. La verdad, estoy disfrutando enormemente de su mal momento; es justo lo que se merece por todas las veces que me ha hecho sufrir. Respondo con una voz calmada, intentando no mostrar que me divierte su enojo.
—¿Qué pasa, París? No lo estás viendo,—le digo, mientras me acomodo en el sofá, sintiendo cómo se intensifica la situación. Le explico con lujo de detalles todo, en la madrugada, mientras regresaba a casa, vi a tu adorado Luca. Me detengo por un momento, dejando que la tensión se construya, y continúo—. Luca estaba besando a Noah, y no sólo eso, te digo que lo estaba haciendo de una manera muy intensa; vi cómo lo cargaba en sus brazos y lo besaba con una pasión que no podía ignorar,Qué lástima que no grabé ese momento ¿verdad? Hubiera sido mucho mejor capturar ese instante tan lleno de amor. ¿Qué opinas París estás deacuerdo?
●París: estoy furioso, Mierda ¿cómo es posible que Luca haya hecho algo así? Esto no puede ser real; estoy convencido de que ese maldito de Noah lo besó a la fuerza. Juro que no se quedará así, me las va a pagar por esto. Tomo mi teléfono una vez más e intento llamar a Luca, pero no logro comunicarme con él en ninguno de mis intentos. Así que, sintiendo la ira burbujear dentro de mí, me arreglo rápidamente y salgo decidido a encontrar al maldito Noah.
AFUERA DE LAS EMPRESAS BELLIS
●Noah: Creí que no tardaría tanto tiempo en preparar las galletas,, pero al final eso no es lo que importa. Lo que realmente me preocupa es que Marco no esté en la empresa en este momento y que quizás haya perdido el viaje y la oportunidad de verlo. Decido bajarme del auto y le digo al chófer: Puedes regresar a casa. Cuando termine, te llamaré para que vengas a recogerme, ¿de acuerdo?
●Chófer: Joven Noah, lamento informarle que el señor Valentino me ha solicitado expresamente que no me separe en ningún momento de usted. Por lo tanto, no puedo permitirme dejarlo aquí solo.
●Noah: le dije con voz suave y amable al chófer, no te preocupes, estaré bien. De hecho, no te molestes en venir a buscarme, porque le pediré a Marco que me lleve a casa. Así que, por favor, vete tranquilo. Después de unos minutos de intentar convencer al chófer para que se fuera, finalmente logré que lo hiciera, me puse de pie frente a la empresa de Marco, un edificio realmente colosal que impresionaba a cualquiera con su tamaño. Decido sacar mi teléfono para hacerle una llamada, pero en ese instante, alguien se acercó rápidamente, y me arrebata el teléfono de las mano,luego cuelga la llamada antes de que pudiera hablar.
●París: comencé a recorrer frenéticamente los lugares que frecuenta ese maldito de Noah, dando vueltas sin rumbo, pero no lograba encontrarlo por ninguna parte. La fatiga me invadía, así que decidí detenerme en una banca para tomar un respiro. Al mirar hacia atrás, el destino me tenía una sorpresa: vi a Noah bajando de un coche. Sin pensarlo, me dirigí rápidamente hacia donde se encontraba. Al acercarme, noté que estaba marcando un número en su teléfono, probablemente intentando contactar a alguien, y tenía la fuerte sospecha de que se trataba de mi hombre. Eso, desde luego, no se lo permitiré, pensé para mí. Con determinación, le quité el teléfono de la mano y colgué la llamada abruptamente, Lo miro con una intensidad tal que parece que la furia me consume por dentro. Sin embargo, al mirarlo, puedo ver que en su rostro solo hay confusión, como si no entendiera lo que está sucediendo. Entonces, decido hablarle con voz llena de rabia: Maldito, ¿a quién estabas llamando? ¿A Lucas, verdad? Ya verás lo que haré con todas las putas como tú que intentan robarme lo que me pertenece. Sin más, me lanzo hacia él, atrapándolo por el cabello y arrastrándolo hacia el suelo. Una vez allí, le propino varias bofetadas, desahogando así toda mi indignación y desesperación en cada golpe.
●Noah: Me sorprende y emociona ver a París, el amante del protagonista de mi libro, frente a mí. No puedo creer que esté aquí, pero la situación cambió abruptamente cuando París se abalanzó sobre mí, empujándome al suelo, dándome bofetadas y gritando que soy una puta que intenta robarle a su hombre. No entiendo nada de lo que está sucediendo, pero lo empujo para alejarlo de mí y le pregunto: ¿Qué te pasa? ¿Por qué me haces esto? Mira todo el espectáculo que estás armando frente a toda esta gente,Estoy tratando de alejarme, pero él no me lo permite. y se lanza nuevamente hacia mí con la intención de golpearme. Sin embargo, esta vez no le doy la oportunidad de hacerlo. Con rapidez y determinación, le respondo con una bofetada contundente que lo derriba, haciéndolo caer al suelo.