EXTRAÑANDO-TE

Oliver: Que haces aquí.?

—Se paró Oliver diría que molesto, yo me quedé aún sentada en mi silla.—

Oliver: No eres bienvenida en esta empresa ni en la vida de mi amiga, así que vete.

—Miré a Alice, ella estaba sonriendo mientras se acercaba.—

Alice: Hola, buenas tardes. Así reciben a un cliente.?

—Ella es Alice Chen, ella fue mi primer todo, pero ahora la odio con todo mi ser.—

Saroth: Gracias Sue, puedes retirarte.  Espera Sue... me puedes ayudar con esto.

—Ella iba saliendo, pero regresó para llevar con ella lo que Oliver y yo estábamos almorzando. Ella salió cerrando la puerta detrás de ella. Ahora estábamos a solas con Alice..—

Saroth: Puedes sentarte.

—Le indique con mi mano, Ella se sentó y Oliver se paró detrás de mí con sus brazos cruzados.—

Saroth: Bien, en que podemos ayudarle.?

—Le pregunté sería, ella solo me miraba. La conozco desde niña, crecimos juntas, cuando cumplí 16 nos hicimos novias, ella es un año mayor que yo, ella fue mi primer amor, fue mi primera vez, mi mejor amiga, ella era mi mundo, pero un día se fue de mi vida sin darme ninguna explicación, y después de casi 9 años la vuelvo a ver, pensé que la odiaría con todo mi ser, pero... ahora quiero hacerle muchas preguntas, quiero saber porqué me dejó sin decir nada, porqué me lastimó de esa manera cuando le había dado todo de mí, ¿a que apareció en mi vida de nuevo cuando ya hace mucho la supere.?.—

Alice: Así tratas a tus amigos.?

—Dijo sonriente apoyándo sus codos en mi escritorio.—

Oliver: Que raro, no recuerdo que fueses amiga de Saroth.

Alice: Y tú que haces aún aquí.?

Oliver: Esa pregunta la haces para tí, no es así.?

—Comenzaron ellos dos a discutir, yo solo estaba pensando que Mia no fuese a venir aún.—

Alice: Vete, por lo que sé tú no dibujas, o si.?

Oliver: Y tú no eres bienvenida aquí, o no.?

Saroth: ¡Pueden parar los dos!

—Demande con mi voz firme y ellos se callaron.—

Saroth: Me dirás a que viniste o te vas.?

—Le pregunté ahora apoyando mis manos en el escritorio para luego levantarme. Ella aclaro su garganta y se enderezó.—

Alice: Eres diseñadora no.?, acabo de llegar a la ciudad y necesito remodelar mi apartamento.

—Acaso cree que haré ese trabajo.?  ¡ja! ni de bromas.—

Saroth: Lo siento, no puedo ayudarte con eso, busca a alguien más.

—Le dije sentándome de nuevo, enciendo mi laptop para continuar con mi trabajo, ignorandola.—

Oliver: Ya la escuchaste, puedes irte.

Alice: Tú no te metas, y no quiero otra persona, quiero a la mejor del país.

—Dijo ella. No le respondí nada, porque si lo hago seguiremos hablando y de ella no quiero saber nada, aunque tengo muchas preguntas, creo que entre más lejos esté mejor será. Ella al ver que realmente no obtendría nada de mí, volvió a hablar.—

Alice: Sé lo que hice hace unos años, pero en ese entonces era una muchacha inexperta, con miedo, con muchos sueños e inmadura, pero ahora no, así que haré lo que sea por tenerte de nuevo.

—Dijo ella en forma retadora para luego levantarse e irse. Apenas ella salió de mi oficina solté el lápiz gráfico y respiré profundo.—

Oliver: Estas bien.?

— Preguntó el parándose al otro lado del escritorio, yo le asentí con la cabeza.—

Oliver: No mientas, ambos sabemos lo mucho que sufriste por ella.

Saroth: Todo esta en el pasado, no te negaré que duele volverla a ver, pero no es el mismo dolor que cuando se fue.

Oliver: Es obvio que no, han pasado muchos años. No te preocupes, si te molesta mucho la demandaremos por acosadora, por eso soy tu abogado, confía  en mí.

—Lo miré fruciendo el ceño.—

Saroth: No estas exagerando.?

Oliver: ¡Claro que no!,  ella no vendrá a joderte la vida de nuevo.

Saroth: Acaso crees que soy la misma de hace 9 años.?, yo era una peilata que estaba ilusionada con mi primer amor, ahora ya soy una adulta, no me veas como una fácil, que pueden hacer conmigo lo que quieran, eso era antes, no ahora.

—Dije firme y con confianza de mis palabras, a nadie más me entregaría así como lo hice con ella, eso me pasó una vez, no me pasará dos veces.—

Oliver: No te creo, no te creo nada, eres como una loca cuando te enamoras, siempre piensas que si no das todo de tí la otra persona te dejará, por eso no te creo.

—Pero a este que le pasa.?, habla como si fuese tenido muchas relaciones sentimentales, cuando solo he tenido una.—

Saroth: Deja de decir barrugadas, solo me he enamorado una vez, solo he tenido una relación sentimental, de que estas hablando.?

—Le dije tirándole un papel a la cara pero el lo atrapó antes que le cayera en la cara.—

Oliver: Eso es cierto, pero dime... que hiciste ese tiempo cuando volviste a ver a Mía.?

—Pero que cobarde de su parte, el piensa que estoy enamorada de Mia.?. Me gusta.? sí, la quiero cerca.? sí, Siento algo especial por ella.? sí, pero eso no más, pero no creo que me haya enamorado de ella.—

Saroth: Desde cuando Mia se mezcló en nuestra conversación.?

—Le pregunté y el sonrió.—

Oliver: Tú sabrás. Bueno, me iré. Si ella te molesta.... dímelo, por algo soy tu mejor amigo y abogado, así que úsame como mejor te plazca.

—Dijo para luego dar media vuelta y salir de mi oficina. Apenas el se fue recargue mi cuerpo en la silla, miles de pensamientos de ella y yo volvieron a mi mente, los cuales pensé que ya los había olvidado, pero veo que no es así.—

(Pov Mia.)

Joyce: No me mires así.

Mia: Tremenda amiga que me caigo.

Joyce: Y tú que me dices, te vi bien contenta con tu jefa.

—Hace más o menos unos 20 minutos habías llegado a un restaurante para almorzar, pero nadie había dicho nada, yo por estar pendiente del celular al igual que ella.—

Mia: Pero yo ya te había hablando sobre ella.

Joyce: Sí, tienes razón, y aunque me cae un poco mal, te apoyaré. Pero dime.... desde cuando sientes cosas hacías las mujeres.? porque por lo que recuerdo... nunca te vi interesada en una.

—Buena pregunta, yo también quisiera saber.—

Mia: No te puedo responder esa pregunta... a mí  también me gustaría saber la repuesta.

—Dije un poco melancólica, porque me gustaría pasar más tiempo con ella, pero ella no.—

Joyce: Que.?! ahora estas triste.

Mia: No triste, solo un poco... pensativa.

—Dije terminando de mi almuerzo, en cambio  ella ya iba por el postre.—

Joyce: Ve despacio, no te apresures a sacar conclusiones, tomate tu tiempo para aclarar tus sentimientos, no confíes tan rápido en las personas, ¿bueno.?

—Veo que ya se puse en el papel de hermana mayor.—

Mia: Comprendido señorita Joyce.

—Ella tenía razón, no debo a apresurarme en sacar conclusiones, debo esperar y ver como evolucionan las cosas con ella, es mi primera vez que siento algo por otra persona de mi mismo sexo, no debo apresurarme ni demostrar mis sentimientos a la ligera.—

Mia: Dime... que tanto hiciste el domingo que no respondiste a mis mensajes.?

—Le pregunté observándola, ella parecía nerviosa, como si me ocultara algo, pero lo que ella no sabe es que se con quien estuvo todo el domingo.—

Joyce: Salí con mis hermanos y me olvide del celular en casa.

—Dijo comiendo de su postre en repetidas ocasiones.—

Mia: Ya veo, creo que debo buscarme otra mejor amiga.

—Dije fingiendo estar molesta.—

Joyce: Si lo haces la mandaré al otro lado del mundo.

Mia: No pues, ni por que fueses la dueña del mundo.

Joyce: No, pero soy la hija de alguien que es dueño de varias aerolínea del país, tu elijes.

—La miré recordando que lo que acaba de decir es cierto.—

Mia: Entonces por que no me hablas con la verdad.?

Joyce: Pero si sabes la verdad porque me preguntas.

Mia: Quiero estar segura, y quiero escucharlo de tu propia boca, ya que dijiste que te caían mal.

—Ella me miró como diciendo "debes recordarme lo" pero ella fue quien lo dijo cuando ni siquiera los había conocidos, solo se dejó llevar por lo que dicen los demás.—

Joyce: Esta bien, pase la noche del sábado con él y todo el domingo, contenta.

—Reí, ella era alguien que me comentaba todo lo que hacía, pero esta vez no me quería decir, será que el señor Oliver será alguien diferente para ella.?—

Mia: Creo que él te gusta.

Joyce: Claro que no, él  está comprometido con la persona que te gusta, no lo olvides.

—Es cierto, ella estaba comprometida, y lo había olvidado.—

Mia: Tienes razón, nos gusta alguien comprometido.

Joyce: El no me gusta, y por lo que veo... ese compromiso es más arreglado que el mío cuando mi padre decida casarme.

—Aveces me pregunto si ser alguien con padres ricos y que dependen de su estatus social es bueno, ella debe casarse con alguien que ni siquiera a conocido o quiere, y Saroth debe estar en la mismo posición, pero la diferencia es que Saroth y Oliver se conocen desde hace mucho tiempo, y aunque no se quieran romántica mente... sé que se quieren mucho.—

Mia: Te casarías igual sin quererlo y estando enamorada de alguien más.?

Joyce: No lo sé, pertenecer a esta clase de familias es muy complicado, por ahora estoy haciendo lo que quiero, y eso es solo porque mis hermanos han persuadido a mis padres, pero eso no será para siempre, cuando él decida casarme solo tengo una opcion.. aceptarlo sin poner peros, pero no sé sabe si decida casarme cuando llegue el momento o no, por ahora... eso es lo que pienso, no se después.

—Me preocupaba ella y Saroth, casarte con quien no amas solo por el estatus social debe ser algo doloroso para esa persona, espero Joyce se case con alguien a quien ama al igual que Saroth, no creo que debas pasar el resto de tu vida con alguien que no amas, y dejar a la persona que amas solo porque así lo quisieron tus padres.—

Mia: Vamonos, debo volver a mi trabajo.

—le dije levantándome de la mesa, ella me siguió. Al entrar a la oficina, Saroth seguía trabajando en su laptop, acaso no a almorzado.?, fui a mi lugar de trabajo, y ya que no tenía mucho que hacer me puse a revisar el horario de ella mañana, mañana si saldríamos de la oficina y tendría una que otra reunión aquí mismo con algunos clientes. El tiempo pasó algo lento, ya que no tenía nada que hacer y Saroth se la paso todo el día pegada a esa computadora, solo despegaba su vista de ella cuando algunos de los muchachos venían a preguntarle cosas o mostrarle algo, pero la veía seria, como si algo le molestara, ¿que le pasaba.?, aunque las mayoría de las veces ella era seria en el trabajo, hoy estaba diferente. La estaba observando cuando ella volteo a verme, luego me llamó con su mano, me levante y fui.—

Mia: Sí, señorita Russell.?

—Dije parada frente a ella. Había comenzado a sospechar que a ella no le gusta que le diga así, pero ahora le diré todo el tiempo, tomaré distancia de ella, no se si sea buena idea pero por ahora será así.—

Saroth: No puedo contigo...

—Dijo moviendo su cabeza en negación.—

Saroth: Puedes irte ya, ya no queda mucho que hacer aquí, además, iré a la casa de mi madre en una hora, así que puedes irte.

—Ella se veía triste, su tono de voz sonó más triste de lo que parecía, ¿había ocurrido algo cuando salí a almorzar.?—

Mia: Estas bien.?

—le pregunté, no podía soportarlo más. Ella me miró confundida.—

Mia: Es que estás como molesta y triste, no estabas así cuando salí a almorzar.

Saroth: No creo que sea de tu incumbencia.

—Me dijo en un tono indiferente y duro. Algo le pasaba, eso era más que seguro. Pero la entendí, entendí que no era nadie para preguntarle sobre su vida personal. La miré mientras ella hacia lo mismo, y el poco tiempo que he pasado con ella... he aprendido a leer su mirada, y la mirada que tenía ahora en mí... era que la abrazara, que no la dejara sola, quise hacerlo, pero no, no lo haré, ella me había dicho que su problema no tiene nada que ver conmigo, y si sus labios no me dicen que la abracé y que me quede... entonces no lo haré.—

Mia: Ok,  nos vemos mañana.

—Dije con la esperanza que ella me detuviera, pero no fue así. Fui por mis cosas. Realmente me dolió lo que ella me dijo, sé que no tenía incumbencia en su problema, pero solo estaba preocupada por ella. Tome mis cosas y salí de esa oficina, cuando iba en el ascensor le escribí a Joyce para que viniera por mí. Bajé y la espere en el lobbie. Ella llegó y salí, y no esperaba la sorpresa que ella me tenía, al subir al auto mi bebé estaba en la parte de atrás comiendo galletas en su silla.—

Mia: Eres la mejor, en todo el día no había sabido de ella, te amo.

—Le dije emocionada. Quise cargarla pero me complicaba, así que pasé a donde ella estaba.—

Joyce: Sucedió algo.?

—Ella me conocía, y sabía cuándo intentaba ocultar mis emociones.—

Mia: A que te refieres.?

—Le respondí con otra pregunta tomando en mis brazos a mi bebé, le empecé a dar besos, la extrañaba.—

Mia: Mi bebé, te extrañé, tú  me extrañaste tambien.?

—Ella solo reía, su boquita estaba toda sucia de galletas, pero no me importa, solo quiero olvidarme de lo ahora rato.—

Joyce: No uses a mi sobrina para olvidarte de tu tristeza.

—La odio por conocerme tanto. No le respondí, solo quería olvidarme de todo y disfrutar con mi bebé. Joyce puse el auto en marcha. No hablamos más durante el camino, yo me la pasé jugando en todo el camino con mi bebé hasta que se quedó dormida, Joyce no me hizo más preguntas, y se lo agradecí, realmente no quería hablar.—