En un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques densos, un joven llamado Leo descubre que su madre está gravemente enferma. Desesperado por salvarla, Leo se embarca en una búsqueda para encontrar el legendario Reloj Mágico de la Luna, que se dice que puede conceder deseos.
Pero el viaje no será fácil. Leo deberá enfrentar peligros y desafíos en su búsqueda del reloj, y descubrirá secretos sobre su familia y su pasado que cambiarán su vida para siempre.
¿Podrá Leo encontrar el Reloj Mágico de la Luna y salvar a su madre? ¿O el precio de su deseo será demasiado alto para pagar?"
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EL NUEVO GUARDIAN
La habitación se quedó en silencio después de que Thorne revelara que había estado controlando a Elara. Leo se sintió como si hubiera sido golpeado en el estómago. No podía creer que Thorne hubiera sido capaz de hacer algo tan cruel y manipulador.
Aria se acercó a Leo y le puso una mano en el hombro. "Leo, no te preocupes", dijo. "Estamos aquí para ti".
Pero Leo no la escuchó. Estaba demasiado enfurecido. Se lanzó contra Thorne, con los puños cerrados y la cara roja de ira.
"¡Cómo pudiste hacerle eso a Elara!", gritó Leo. "¡Ella era nuestra amiga!"
Thorne se esquivó fácilmente del ataque de Leo. "Cálmate, Leo", dijo. "Escucha lo que Lila tiene que decir".
Leo se detuvo en seco, jadeando de rabia. Miró a Thorne con odio, pero también se dio cuenta de que Thorne tenía razón. Debía escuchar lo que Lila tenía que decir.
Lila se adelantó, sonriendo. "Gracias, Thorne", dijo. "Ahora, Leo y Aria, les voy a explicar por qué Thorne ha estado controlando a Elara".
Leo se cruzó de brazos, aún enfurecido, pero dispuesto a escuchar. Aria se sentó a su lado, poniéndole una mano en el hombro.
Lila comenzó a hablar, explicando los planes de Thorne y por qué había estado controlando a Elara. Pero Leo no la escuchó. Estaba demasiado enfurecido, demasiado concentrado en su odio hacia Thorne.
Y entonces, justo cuando Lila estaba a punto de revelar algo importante, Leo se levantó de su asiento, interrumpiéndola.
"¡No me importa!", gritó. "¡No me importa lo que tengas que decir! ¡Lo único que me importa es que Thorne ha estado controlando a Elara!"
Lila se acercó a Leo, sonriendo. "Leo, quiero que sepas que te he estado observando desde hace tiempo", dijo. "Me enteré de que Kaleos derrotó a la Anciana, la guardiana del reloj, pero lamentablemente, Kaleos murió en la batalla".
Leo se sorprendió. "¿Cómo te enteraste?", preguntó.
Lila se encogió de hombros. "Tengo mis fuentes", dijo. "Pero lo que importa es que ahora que la Anciana ha muerto y Kaleos también, necesito encontrar a un nuevo guardián para el reloj".
Aria se adelantó. "¿Y por qué crees que Leo es el indicado para ese puesto?", preguntó.
Lila sonrió. "Porque Leo tiene algo que la Anciana no tenía", dijo. "Tiene la capacidad de amar y de sacrificar por los demás. Y eso es lo que hace que sea el indicado para ser el nuevo guardián del reloj".
Leo se sintió sorprendido y confundido. "¿Qué estás hablando?", preguntó. "No sé nada sobre ser un guardián".
Lila se rió. "No te preocupes, Leo", dijo. "Te enseñaré todo lo que necesitas saber. Pero primero, debes aceptar el reloj y el cargo de guardián".
Leo se miró a sí mismo, y luego miró a Aria. "¿Qué debo hacer?", preguntó.
Aria se encogió de hombros. "No lo sé, Leo", dijo. "Pero creo que debes escuchar a Lila y considerar su oferta".
Lila sonrió y se levantó de su asiento. "Bueno, creo que es hora de que se retiren", dijo. "Ana, por favor, muestra a nuestros invitados sus habitaciones".
Una sirvienta llamada Ana se acercó y se inclinó. "Sí, mi señora", dijo. "Por favor, síganme".
Leo y Aria se levantaron y siguieron a Ana hacia la salida de la habitación. Lila se despidió de ellos con una sonrisa.
"Hasta mañana, Leo", dijo. "Mañana te enseñaré cómo usar el reloj".
Thorne se acercó a Aria y le susurró algo al oído. Aria se sorprendió y se volvió hacia él.
"¿Qué?", preguntó.
Thorne sonrió. "Mañana te entrenaré a ti", dijo. "Y te enseñaré cómo defenderse".
Aria se sintió confundida, pero no dijo nada más. Solo asintió y siguió a Ana hacia sus habitaciones.