El Omega Del Héroe (Dekubaku)

Cuando despertó en su cama desnudo, lleno de mordidas, chupones y solo no tenía que arrepentirse de lo que pasó la noche anterior. Porque le gustó, lo deseo y quería más Kaminari maldice a su lado omega y Kirishima por ser tan idiota, el Omega lloró un rato de miseria.

Ni quería pudo decirle al padre de su cachorro la verdad. La prueba no mentía e igualmente sabía que saldría positivo entre llantos y tristeza de que va a ser a partir de ahora su celular sonó a las cinco de la tarde y si pasó todo el día sumergido en la miseria de su ser no quería salir de casa.

Ni iba a contestar la llamada cuando se dio cuenta que era el número de Katsuki, robo mucho para su amigo se lo diera de mala gana contestó la llamada.

—¿Hola?

—¿Kaminari? ¡Hola, soy Deku!— dijo el alfa bastante feliz que hizo irritar a Kaminari que puso los ojos en blanco.

—¿Qué paso? ¿Qué quieres, héroe? ¿Y por qué tanta felicidad?

Izuku suspiró contento entre lágrimas del otro lado y respondió:

—Kaminari, Zuzu ya nació.

Denki se quedó en estado de shock durante unos minutos dejando a Midoriya hablando solo, dejó hasta caer su celular de escuchar aquello y simplemente se perdió en el más allá. Es tío.

¿Había oído bien? ¿En serio escuchó bien? Katsuki, ya tuvo a su bebé el Omega rubio tomó su celular otra vez.

—¿¡EN QUÉ MOMENTO NACIÓ ESE CACHORRO!? ¡Si ayer dejé a Katsuki y estaba bien!—

—Bueno, ayer en la noche Kacchan empezó a tener contracciones y pues..

—No me sigas contando, por favor— indicó el Omega estremeciéndose al imaginar lo que tuvo que pasar su amigo, definitivamente no quería eso.

—Te llamaba para avisarte, ya que ha sido de gran ayuda— comento Deku —Pero eso no significa que algún día te arreste—

Kaminari se echó a reír.

—¿Puedo ir a visitar a mi sobrino?

—¡Por supuesto! ¡Kacchan ya está recuperando fuerzas!

—Estare allá más rápido que un rayo— dijo Kaminari colgando la llamada y sintiéndose muy feliz de repente fue el nacimiento de su sobrino lo que hizo que se levantara por fin de la cama y seguir adelante.

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—Tonto Alfa— murmuró Katsuki cansado después de unas dolorosas horas de parto natural mientras cargaba su cachorro recién nacido. Un cachorrito de ojos rojizos, unos caballitos verdes y pecas en sus mejillas regordetas quién estaba siendo alimentado por su papá Omega —¿Por qué estás llorando tanto? Llevas tres horas llorando.

—Es que soy el Alfa más feliz, afortunado y bendecido del mundo— lloro Izuku a mares mientras abrazó a su familia muy feliz, demasiado feliz que tan solo con respirar, respiraba alegría —Estoy tan orgulloso de ti, lo hiciste bien— El Alfa besó la frente del Omega cenizo que ronroneó feliz.

—No pensé que ese mameluco le quedara bien— dijo Kacchan viendo como su bebé traía puesto la ropa que Izuku le compró de su misión con guantes y un gorrito que Katsuki le cosió, el cachorro seguía comiendo a gusto lleno de amor de sus padres.

—Es hermoso— susurro Izuku besando la cabecita de su cachorro.

—Tuviste que salir igual a tu padre, monstruito.

—¡Kacchan!

Katsuki empezó a tener contracciones cuando cayó la noche, unas horas después de que Kaminari se fue el Omega cenizo se levantó de su nido para ir al baño, pero no pudo llegar ni siquiera a la puerta cuando ya había sentido un líquido resbalando entre sus piernas y al mirar abajo entre la penumbra logró ver algo que parecía agua y sangre al mismo tiempo.

Se le había roto la fuente, quedó paralizado cuando empezaron los dolores fuertes en la parte de abajo como pudo se sostuvo del marco de la puerta para no caer el Omega chillo tan fuerte que despertó a Izuku de un golpe. El Alfa apenas lo vio de esa manera corrió hacia él preguntando qué había pasado hasta que vio el agua en los pies de Katsuki.

En ese momento la vida de Izuku cambio y su mundo se detuvo por un momento, tuvo que calmarse para llevar a Kacchan su nido otra vez y preparar todo rápidamente para recibir al bebé. No fue fácil lo sabe, ya que ambos tomaron la decisión de tener al bebé en casa cosa que pude ser una experiencia inolvidable para cualquier padre y persona en general.

Cuando el bebé dió su aliento de vida, el mundo de Izuku empezó andar otra vez y definitivamente su vida no sería como antes. El Alfa lloró de felicidad al sostener a su hijo en sus brazos para luego pasarlo a su omega y seguir con el resto.

Limpio todo y se deshizo de los restos que quedaron en su cama, puso sábanas nuevas, ropa nueva y armó un nido nuevo solo para su cachorro y Kacchan.

Mientras el Omega recuperó fuerzas durmiendo, el Alfa limpió a su cachorro y lo vistió admirando cada respiración, cada movimiento y cada gesto que hacía su bebé, como si fuera el tesoro más grande del mundo y qué es el tesoro más grande en el mundo de Izuku.

—Bienvenido, Zuzu. Prometo que te protegeré y jamás te faltará nada, ni a ti, ni a tu papá— sonrió Izuku hacia su cachorrito antes de llevárselo a Kacchan para que lo alimentara.

El Omega estaba más feliz, que Izuku vio a Katsuki llorar de felicidad por primera vez y una sonrisa genuina en sus labios, como sostuvo a su cachorro contra su pecho y empezó a ronronear, acariciando sus pequeñas manos, pies y su cabecita. Adorando cada parte de su cachorro, sintiéndose orgulloso de tener un cachorro saludable del mejor Alfa que pudo existir.

Un cachorro fuerte y hermoso.

Le dio de comer dándole todo su amor y afecto que solo apenas tenerlo en sus brazos mataría a cualquiera por su cachorro, e incluso le gruñó a Izuku cuando él intentó tocarlo mientras Katsuki le estaba dando de comer. Por supuesto que Izuku lo entendió y simplemente abrazó a su Omega muy feliz.

Tanto Katsuki como Izuku, sabían que daría lo que fuera por su cachorro y lo protegerían con todo su ser, lo cuidaría y lo criarán muy bien.

Así como sabían que sus horas de sueño se acabaron.

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