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El trabajo de un héroe nunca es fácil, las personas que deciden ser héroe es cuando ven las victorias de otros héroes y su luz, esperanzas se transmiten a esas infancias ingenuas y inocentes. Que cuando entran al mundo real de los héroes, se desvanece pero ese sueño sigue ahí impulsando cada día a dar lo mejor.

Y ese día que se había acabado, un alfa de cabellos verdes arrastró sus pies por su agencia saludando algunos compañeros que pasaban a su lado, llegó a los vestidores para quitarse su traje de héroe agradecía que no había nadie porque no tenía ganas de hablar, solo quería irse a su casa y ver a su Omega.

Pensar solo en él lo hace suspirar como tonto, se viste totalmente para que nadie lo reconozca al salir. El héroe Deku, el símbolo de la paz, el héroe más poderoso de todos, el sucesor de All migth es el hombre y Alfa más amado así como deseado por el mundo entero. Por lo tanto, muy popular.

Por eso el héroe siempre procura salir con ropa que lo haga casi irreconocible, como una chaqueta negra, pantalones anchos, una gorra y gafas de sol en plena noche, como también algunos parches de olor para ocultar su aroma. El pecoso también procura que nadie supiera de él además de ser héroe Deku.

Nadie, ni siquiera los medios de comunicación sabían su verdadero nombre. Solo las personas más cercanas a él lo sabían y eso era un secreto con él que tenía que cargar.

Deku se encargó de borrar su existencia de cualquier medio, periódico, de cualquier cosa y que lo único que debería ver si en el mundo es el héroe Deku, símbolo de la paz: salva el día otra vez. Tenía una vida tipo, Superman, una identidad secreta y una vida de héroe.

Se dice que siguió los pasos de su mentor, pero lo único paso que no si yo fue: formar una familia. Yagi Toshinori, All might jamás formó una familia, pero Deku si. Y eso fue más que todo un descuido suyo por parte de sus controles de celos y feromonas.

Luego de pasar un buen rato caminando e inspeccionando que nadie lo seguía a una cámara escondida por ahí, desvió su camino a un parqueadero y buscar su vehículo e irse a su hogar. Pero antes, fue a comprar un par de cosas que de seguro le gustaría su Omega. Su lindo y hermoso Omega. Al llegar a su casa fue recibido por un aroma a comida que hizo que su estómago gruñera del hambre.

—¡Ya llegué!— anunció su llegada quitándose todas las prendas que traía encima y su parche de olor. Escuchó unos pasos acercándose a él y cuando alzó su mirada encontró a un Omega cenizo con un delantal de cocina puesto mirando a su esposo molesto.

—Bienvenido, Izuku llegas tarde— dijo el Omega en tono molesto, arrugando sus cejas en el proceso.

—Perdon, Kacchan — indicó el alfa besando los labios del Omega que se calmó un poco. —¿Cómo estuvo tu día?— preguntó el peliverde acariciando el hinchado vientre del Omega.

—Una mierda— respondió Kacchan, mirando a su vientre y como este se mueve, Deku fascinado empezó a acariciarlo más. —Te extraño mucho el monstruito—

—No le digas así a nuestro cachorro, Kacchan — exclamó el Alfa burlón.

—Para mi es un mini monstruito— dijo Katsuki haciendo un puchero y dándose la vuelta para volver a la cocina.

—¿Y cuál es el menú de hoy?— dijo Izuku abrazando a Kacchan e inhalando el aroma del mismo, el aroma que tanto extraño.

—Katsudon, sabes que es lo único que el monstruito quiere comer—

Izuku se echó a reír y sin previo aviso su Omega de un movimiento lo tumbó contra el sofá, el Alfa aún se asombra de que su Omega tenga sus habilidades intactas a pesar de estar en cinta; aunque, Kacchan igualmente le había dicho que no importa si estaba esperando un cachorro, él nunca iba a ser débil.

El Omega empezó a frotar su cuerpo contra el de su Alfa, especialmente en la hombría del mismo Izuku ya sabía que quería.

—Kacchan, no podemos hacerlo mientras estás en cinta—

Katsuki gruñó —¿Hasta para eso no sirves?— indicó el Omega indignado, Deku se dio cuenta que metió la pata se le había olvidado que su Omega estaba mucho más sensible de lo normal.

—No quería decir eso, cariño— dijo Izuku agarrando la mejilla de Katsuki qué se sonrojó pero se negó a mirarlo.

—¡Ya no me quieres! ¡Por eso no quieres hacerlo conmigo, solo sé honesto conmigo tonto Alfa!—

Y ahí empezó a hacer un berrinche, Izuku ya estaba acostumbrado desde que Kacchan entró en cinta pero a veces se le olvida lo sensible que puede ser su esposo. Intentó calmarlo pero el Omega seguía lanzando insultos y sin querer ceder, hasta que Izuku recordó lo que había comprado para él. Con su látigo negro atrajo la bolsa y lo puso enfrente de Kacchan.

El Omega miró la bolsa extrañado y con brusquedad la abrió encontrando una manta suave y caliente.

—Me dijiste que sentías mucho frío cuando me iba a trabajar, asi que, te compró la manta pensé que te gustaría— dijo el Alfa pecoso, notando como su esposo se sonrojaba y aprecia la manta.

El Omega terminó siendo calmado pero aún con las ganas de tener a su Alfa, el pecoso sabía que Katsuki también tenía desniveles hormonales era cosa normal. Le dijo a Kacchan que cuando terminara de comer y bañarse sería totalmente suyo. El Omega ronroneo ante la idea y la noche finalmente con la pareja tendidos en la cama con un Omega feliz y un Alfa exprimido a más no poder.

Pero felices.

—¿Cómo te fue con el terapeuta?— preguntó entre la penumbre de la oscura habitación, Izuku sabía que el Omega seguía despierto.

—Me dieron ganas de matarlo hoy—

—Kacchan, ya hemos hablado de eso— dijo Izuku intentando enfocar los ojos rojizos —Nada de matar a personas solo porque te molestan—

El cenizo gruñó en desaprobación y se acurrucó más en el pecho de su Alfa —¡Ese maldito me estaba mirando raro hoy! ¡Y comenzó a decirme cosas innecesarias! ¡¿Como si yo fuera estúpido!?—

—Tranquilo— exclamó Izuku enseguida antes de su Omega tuviera un ataque de ira y eso complicaría las cosas para su cachorro —Puedo cambiarte de terapeuta si quieres—

—¿Lo harías?—

—Claro, con tal de que estés bien, Yo estoy bien— declaro Izuku, el Omega cenizo ronroneó y se dispuso a dormir contento y muy consentido por su Alfa.

E Izuku nunca se imaginó tener al villano más peligroso del mundo, como su Omega y esposo.

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