"En el silencio de una boda forzada, un corazón late con miedo y desesperanza. La novia, con un vestido blanco que contrasta con su alma oscura, se siente atrapada en una vida que no eligió. Su mirada seria esconde un secreto, un dolor que la consume por dentro. ¿Podrá encontrar la fuerza para liberarse de las cadenas que la atan, o permanecerá atrapada para siempre en este matrimonio sin amor?"
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capitulo 12 NO ME QUIERO CASAR
Sofía está sentada en su habitación, mirando por la ventana con una expresión de tristeza y confusión. Se siente atrapada y sin salida.
en su cabeza solo rondaban pensamientos del ¿Por qué tienen que decidir por mí? ¿Por qué no me preguntan qué quiero yo?.
Se levanta de su silla y comienza a caminar de un lado a otro en su habitación, intentando procesar sus emociones.
Sofía solo puede hablar consigo misma,No conozco a Leonardo. No sé nada de él. ¿Cómo puedo casarme con alguien que ni siquiera conozco?.
Se detiene frente a su espejo y se mira con tristeza.
¿Qué va a pasar con mi vida? ¿Qué va a pasar con mis sueños y mis aspiraciones?
Se sienta en su cama, sintiendo una mezcla de miedo, tristeza y frustración.
y solo le queda llorar y hacerse la mismas preguntas ¿Por qué me están haciendo esto? ¿Por qué no me dejan elegir mi propio camino?.
Sofía se cubre el rostro con una almohada y sigue llorando. De repente, escucha un golpe en la puerta.
Sofía: con la voz entrecortada, ¿Quién es?
La puerta se abre y entra su mejor amiga, Lucía.
Lucía: Sofía, ¿qué pasa? Tu madre me dijo que estabas muy alterada.
Sofía: No puedo creerlo, Lucía. Mi madre quiere que me case con Leonardo. ¡No lo conozco! ¡No quiero casarme con él!
Lucía: ¿Qué? y ¿quien es Leonardo?primero me puedes decir y segundo ¡Eso es terrible! ¿Por qué tu madre quiere que te cases con él?
Sofía: Gabriel es un idiota y por eso estoy en este problema por. Su culpa.
Lucia:¿ que tiene que ver tu hermano en esto?
Sofía: el muy estúpido por su maldito juego perdió todo en el casino de Leonardo, y como no pudo pagar la deuda, ahora me toca a mí pagarla. Y esta es la única forma de hacerlo.
por eso mi madre me dice que Leonardo es un hombre con una buena posición social y económica. ¡Pero no me importa eso! ¡Quiero elegir mi propio camino!
Lucía: Sofía, no te preocupes. Estoy aquí para ti. Vamos a encontrar una manera de salir de esta situación.
Sofía: Gracias, Lucía. Solo necesitaba hablar con alguien que me entienda.
Las dos amigas se abrazan, y Sofía se siente un poco mejor.
Después de que Sofía se tranquilizó un poco las dos chicas empiezan a charlar de sus cosas de como les ha ido y en ese momento Lucia le pregunta por Alejandro a su amiga.
Sofía: Alejandro me traicionó. Me prometió amor eterno y resultó que solo me usaba para satisfacer sus deseos, pero su plan le salió mal. Su amante me envió fotos de ellos dos y así supe todo.
Lucía: y ¿Qué pasó con él?
Sofía: Ahora está en la cárcel.
Lucía: ¿Por qué?
Sofía: Por fraude y estafa. Se descubrió que había estado mintiendo y engañando a mucha gente, incluyéndome a mí.
Lucía: ¿Y tú cómo te sientes al respecto?
Sofía: Aliviada de que ya no esté en mi vida, pero también triste porque pensé que era el amor de mi vida.
Lucía: Lo siento, Sofía. Pero ahora tienes que pensar en ti misma y en tu futuro. No puedes dejar que el pasado te defina.
Sofía se sentó en su habitación, intentando calmar su mente después de la charla con Lucía. A pesar de la traición de Alejandro y la presión de su familia para casarse con Leonardo, se sentía un poco más tranquila. Sabía que tenía que tomar una decisión pronto, pero por ahora, solo quería disfrutar del momento de calma.
Mientras tanto, en la planta baja de la mansión Montenegro, Elena estaba preparando el salón para recibir a Leonardo. Quería asegurarse de que todo estuviera perfecto para la reunión en la que se discutirá el contrato de matrimonio.
Gabriel, el hermano de Sofía, entró en el salón, mirando nervioso. Sabía que su deuda con Leonardo era la razón por la que su hermana se veía obligada a casarse con él.
Elena lo miró con severidad. "Gabriel, asegúrate de que no hagas nada que pueda arruinar este matrimonio. Es la única manera de saldar tu deuda y proteger el nombre de nuestra familia".
Gabriel asintió, sabiendo que no tenía otra opción.
En ese momento, la puerta se abrió y Leonardo entró en el salón, sonriendo confiado. "Buenas noches , familia Montenegro. Estoy aquí para discutir los detalles del contrato de matrimonio".
Sofía, que había estado escuchando la conversación desde su habitación, sintió un escalofrío correr por su espalda. Sabía que su destino estaba a punto de ser sellado.
