¿Disfrutarias de ser mirada por un extraño? ¿y si, solo fuera producto de tu imaginación? ¿Te provocaría morbo o miedo?.
Está es la historia de Madisson, luego de salir de una relación donde quedó rota emocionalmente. ¿Será su imaginación haciéndole una muy mala jugada?
Novela +21
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Cap 13. Gran Regaño
Me desperté con una sensación de ser observada que no me fue tan agradable luego del susto que había pasado. Agarre las sábanas pegándola a mi pecho y me arrastre hasta el espaldar de la cama. Mire a Diego sentado a distancia mirándome, trague grueso calmando mi respiración nuestras miradas se encontraron esos ojos verdes parecían más penetrante, tenía su ceño arrugado su cara sería.
Se levantó y camino hasta mi cama sentó a mi lado aún seguía con las sábanas aferradas a mi pecho como tratando de cubrirme.
-¿Estás mejor?
-¡Si! Respondí en seco bajando mi mirada, si anteriormente me sentía avergonzada ahora quería ser un tipo de topo cavar por la tierra y enterrarme por siempre.
Seguía enojado conmigo. Le conté todo lo que pasó, y cuando llegue a la vergonzosa parte que luego de un sueño húmedo. Que obvie decirle que era con él, en la azotea me toqué hasta que creí ser observada, aún recuerdo su gran regaño.
-¡Mierda Maddi, te has vuelto loca! ¿Qué te ocurre? ¿Y si realmente alguien te fuera mirado? Es propiedad privada. Maddi, no sería un delito, serías tú la que deberías guardar tu pudor.
Yo solo hice silencio y me quedé enrollada con mis sábanas.
-¿Maddi, por qué lo haces? ¿Es por él? ¡Qué diablo! Ese fanfarrón que se cree dueño del mundo no se merece nada de tí.
-¡Lo se! susurré con un pequeño hijo de voz poco audible.
-¿Lo sabes?... ¿En serio lo sabes? ¿Y entonces porque haces todo esto?. Espero por mi respuesta, pero al no recibirla continúo.
-Maddi, tú no eras ni la cuarta parte de la mujer que te has convertido por ese desgraciado. Maddi, mi Maddi, dijo aquello agarrando mis mejillas para que lo viera a la cara.
-¡Mi Maddi!, tú eras tan tú, tan segura de tí, tan independiente, segura de tí. Rio como cansado.
-Eras hasta tan irritante a veces, pero eras tú, siempre tú. ¿Dónde se ha ido esa Maddi? ¿Qué le paso a mi Maddi?
-¡Murió! Respondí llorando.
-Murió por complacer a alguien que nunca me supo valorar y ahora solo quedó este cuerpo vacío sin esencia que ya ni se quien soy. ¿Por qué lo hice? Porque me sentía bonita, sexi, deseada cosa que hace mucho tiempo no me he sentido.
Me abrazo a su cuerpo cuando solo llore.
-Ya no soy esa Maddi. Acaricio mi cabello
-Shhhhh, quiso callarme como a un bebé.
-Sigues siendo esa Maddi, solo debes entender eso. ¡Eres preciosa! No necesitas que nadie te lo diga. ¿Maddi? ¡Mi Maddi!
-¡Quisiera estar sola!
-¿Maddi? No pienso dejarte sola.
-¡Lo sé, pero quisiera dormir un poco! Mañana... Más tarde seguimos con esta conversación. Debo trabajar, no he descansado nada.
Me miró con duda y continué.
-No haré nada más estúpido. ¿Puedes confiar en mí?
Se levantó dudoso.
-Dejaré la puerta abierta, estaré en la azotea.
Asentí con un leve movimiento de mi cabeza...
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Me saco de mis pensamientos cuando jalo con cuidado mi sabana y volvió hablarme.
-Vamos a desayunar.
¿Qué hora es? Pregunte alarmada al recordar que era viernes.
-Tranquila, dieron el día libre en el Periódico ya hablé con Lisset.
Voltie mis ojos, le debía muchas aclaraciones a Lisset.
Tendió su mano para ayudarme a levantar de la cama y la tome no la soltó hasta que la jale me miró apretando mi mano.
-Debo ir al baño.
-Te espero en la cocina, no tarde.
-¡Okey! Lo, mire salir y tuve una media sonrisa poco visible en mis labios por sentirme tan triste. ¿Cuándo me perdí tanto a mi misma?
Fui al baño, me cepille mis dientes lave mi cara y decidí darme un baño un poco rápido. Me tardé más de lo requerido eligiendo con que ropa vestirme, elegí un vestido negro que tenía un gran escote en V que llegaba debajo de mi seno ajustándose a mi cuerpo y el vestido largo hasta mis pies. Era para salir, pero muy cómodo así que quise usarlo bastante fresco.
Me sorprendió ver a Diego, parado en el umbral de la puerta parecía sorprendido caminé hacia él me tomo de la mano. Bajamos a la cocina.
-Hice algo muy rápido para hacer estómago porque ya casi es hora de almuerzo. Mientras llegamos a nuestro destino. Lo mire frunciendo mi entre cejo. No me aparecía salir.
Pareció adivinar mis pensamientos por sus palabras
-Tenia en mente ir a otra parte, veo que mejor por tu manera de vestir el destino a cambiado. Y no, no acepto tus negativas, no te lo estoy preguntando te lo estoy informando.
Eleve una perfecta ceja y le hice malos ojos.
-Malos ojos son cariños, pero te garantizo que si vuelves a verme así, te robó un beso.
Mis ojos se abrieron en sorpresa sentí mis mejillas calentarse y creo que lo noto porque tendió rápidamente el plato en mi dirección para que comiera.
Mi cara estaba caliente y ruborizada, centre mi atención en mi sandwich el cual comi a prisa casi tragando.
-Comete todo. Le hice una pequeña mueca de sonrisa mientras seguí comiendo, tragando.
Su teléfono sonó y lo mire alejarse a responder una llamada yo seguí en lo mío.
Lo ví a lo lejos caminar en circulo mientras hablaba parecía algo frustrado ¿con quién estaría hablando?