Colágeno

Mi amiga lucía me ha enviado un mensaje muy temprano diciendo que su niño ya había llegado, con la emoción que lo envío ya se podrán imaginar, me contagió, a esa familia la conozco desde hace muchísimos años doce para ser exactos, Rodrigo tenía para ese entonces 11 años mi hijo 12, fue en el colegio de nuestros hijos donde nos conocimos, en esa época mi amiga lucía sufría mucho por la culpa de su esposo que le era infiel, aunque ella no los había visto, pero eso era lo que la hacía sufrir torturarse.

fueron las palabras que mi amiga me dijo después de separarse de Arturo, él es un excelente padre pero infiel.

Cuando ella estaba deprimida la invitaba a salir, hacia cualquier cosa por ayudarla, sus hijos nunca la juzgaron ni le reprocharon nada, bueno Rodrigo era el más grande en ese momento, Rodolfo apenas era un niño al cual si le pegó un poco, pero después lo fue superando.

Volviendo al tema, ya que mi amiga me despertó tan temprano, decido bañarme y arreglarme para ir al salón, desayuné con toda la calma posible para poder hacer tiempo. 

—Esta noche cenaré fuera—le comunico a la señora que trabaja en mi casa—cocinas para ti solamente. 

—Como usted diga mi niña—Ella es así tan dulce y amable—¿Vendrá a cambiarse?—Agrega. 

—Lo más probable, sí—le doy un beso en la mejilla, ella solo me sonríe.

Salgo para mi trabajo, hoy es un día bastante fuerte, ya que es fin de semana.

Tenemos la agenda llena, hasta yo tengo dos clientas que atender.

El día avanzo sin detalles todos cumpliendo con sus trabajos, le dije a uno de los estilistas que arreglaran mi cabello y maquillan, a mi gran amigo Julio se le ocurrió cortarme el cabello alegando que me vería más jovial, no les voy a mentir que cuando estuve lista me veía espectacular. Me hizo un maquillaje suave. 

—Como toda una reina—me halaga mi amigo, Le sonrió coqueta. 

Me dirigí a casa para cambiarme de ropa.

Al llegar a casa subo a la habitación por qué era realmente tarde y Lucía ya me ha enviado como una docena de mensajes.

Me doy un baño, luego me coloco un vestido negro un poco más arriba de la rodilla con mangas largas, escotada en los hombros, es realmente bello y me veo mucho mejor.

Bajo las escaleras, cuando voy a subir al auto, llega José Alfredo a joderme la vida.

Al Solo verlo ruedo los ojos descaradamente para qué sé de cuánta lo inoportuno que es.

—¿Qué haces aquí?—Le digo con indiferencia. 

—Vine a invitarte a salir, donde tú quieras a esos lugares donde te gusta ir donde sea.

—Lo Siento tengo un compromiso, —Abro la puerta del carro para marcharme. 

—¿Katrina tienes otro hombre?—Suelta sin más. 

Comienzo a reír—Hay que ver qué ustedes los hombres sin son estúpidos. 

—Sin ofensas—Se queja—¿Por qué lo dices?—pregunta luego.

—Piensan que si una mujer no los acepta o les rechaza es por qué existe alguien más, idiotas, además no eres tú quien me dice que estoy muy vieja para que alguien se fije en mí. 

Él solo me mira de arriba abajo y sé que le gusta lo que ve, Pero triste por él ya me dejó ir. 

—Eso no responde a mi pregunta—puedo sentir la tensión que tiene. 

—Para responder a tu pregunta, entonces puede ser—Miento cínicamente. 

Lo veo apretar los puños, pero sin más subo al auto y me voy dejándolo allí parado, muerto de la rabia.

****************

Al llegar a casa en los brazos de mi madre, quien no me quería soltar, me obligó a tomar el desayuno a esa hora, la vi escribir en el teléfono, lo que supongo fue a ella. 

Subí a mi habitación para descansar un poco, me doy un baño y me lanzó a la cama, duermo un par de horas, me levantó con muchas ganas de ir para el salón de belleza de Kat,   muero por verla joder que estoy que salgo corriendo y verla. 

Pero mi madre tiene otros planes para este día, me dijo que haría una cena con mi padre y amigos más cercanos, obviamente con ella también. 

Así que me quedo tranquilo esperando la noche, en la tarde recibí mil mensajes de Mariana diciendo no sé cuántas cosas, puro Drama.

 Después fui con mi hermano para una práctica de fútbol, no les voy a negar que es bueno en lo que hace, juega como delantero. 

Después de allí fuimos por ahí a caminar, conversar sobre sus cosas, me comentó que está molesto con papá, por qué nunca tiene tiempo para él, cosa que entiendo a la perfección yo mismo pase por eso después que se divorciaron, hasta que un día dejé de hacerme el tonto y dejé de esperar por él.

Llegada la noche me arreglé, decidí colocarme una ropa casual, unos jeans negros con una camisa azul claro, me peine el cabello y coloque mi loción.

Rodolfo llegó para avisarme que ya los invitados están llegando, me apresuró a salir, quiero estar ahí cuando ella llegue.

La primera en saludar es una rubia despampanante, no les niego, es muy bella, es amiga de mi madre. 

— Mila Kunis—me dice y luego deja un beso en cada mejilla. 

—Rodrigo—Le digo sin prestarle mucha atención, es amiga de mi madre y de Katrina no quiero malos entendidos después.

El tiempo pasa y llegan más personas, pero ella no,   estoy a punto de preguntarle a mi madre, Pero me detengo, no quiero parecer ansioso y que me descubra, las madres siempre descubren todo.

—¿Esperas a alguien?—se acerca mi madre. 

—¿A quién voy a esperar mamá?—Le doy un beso en la sien. 

Después de un rato más llega Katrina, Dios mío, qué encantó de mujer está aún más bella de lo que pude imaginar, con ese vestido negro, sus largas piernas totalmente firmes, el cabello suelto que la hace lucir muy bien, creo que todos en la fiesta ya se dieron cuenta de que estoy babeando,

Ella saluda a mi madre Supongo se está excusando por llegar tarde, ella voltea hacia donde estoy, cuando sus ojos claros caen mi, siento que mi interior tiembla y cuando se dirige a mí siento mis piernas flaquear.

—Rodrigo—me dice mientras viene abriendo sus brazos. 

Me da un abrazo que recibo y devuelvo con todo el gusto, hundo mi cara en su cuello y aspiró su olor, joder que huele divino, mejor me separo de ella, no quiero que mi amigo me juegue una mala pasada.