Ryan es adoptado por los condes Eleazar, el sabe que es un hijo de reemplazo y cuando encuentran al legitimo hijo el trato cambia a ser hostil, así que decide escapar pars no quedarse atrapado en algo feo.
Termina en aventuras hasta que encuentra a su verdadero padre.
Su padre, el duque de Sak jamás supo de su existencia hasta que se conocieron y descubren secretos de su nacimiento.
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Resultado
La nobleza está en una serie de luchas para obtener el título, pero la ventaja están en dos familias.
Lo que no saben es que mientras pelean por un puesto la emperatriz y el emperador solo están jugando con ellos.
Pero eso es otra cosa.
Ryan estaba ansioso mientras una sirvienta había traído aperitivos y té.
"Come".
Dijo Henrick mirándolo.
El mayordomo apareció después de que la sirvienta se fue y dijo.
"El duque Ix está en la capital, dijo que vendría por la tarde".
Henrick asintió sin problemas.
"Bien".
Ryan esperaba a que dijera algo mas pero Henrick estaba sumergido en muchas cosas.
"¿Entonces llamara a los condes?".
Pregunto Ryan y Henrick negó.
"Por ahora no, primero tenemos que hablar con la emperatriz aún dependiendo del resultado de la prueba".
Ryan asintió.
"Quiero que seas mi heredero sin importar si eres o no parte de mi familia".
"Pero es posible que tú seas mi hijo".
"Nayeli y Yulisa son hermanas, si Yulisa te dejo en un orfanato es posible que haya pasado algo con Nayeli, el peor de los casos es que ella este muerta".
"Pero si eres mi sangre tu lugar es este sitio".
"Dime, ¿Cuántos años tienes?".
Pregunto Henrick a Ryan.
"Nueve".
Henrick sonrió más viendo la línea de tiempo.
"Muéstrame tu aura".
Si no tiene magia y por eso huyó es decir o no tiene nada o tiene aura.
Pero si no tuviera nada no lo habrían discriminado tan radicalmente.
Ryan saco su espada de su espalda.
Henrick no dijo nada de como estaba acomodada solo espero ver el aura.
Y cuando uso la pequeña energía apareció en la hija de la espada está era blanca.
"Jajaja".
Henrick río, para el ya no había dudas que este niño era su legitimo hijo.
Sin querés había logrado cumplir con el propósito que le había dado su emperatriz.
Tenía a su heredero
Elena tenía una mirada confusa viendo al niño.
Y el mayordomo estaba en estado de shock.
Después de la hora de té el mayordomo guío al niño a la habitación de invitados.
"Le traeremos ropa".
Con eso el entro en la lujosa habitación incrédulo de lo ocurrido.
¿Solo necesitaba venir a la capital para conocer a su padre?.
¿Tan fácil?.
No creia en lo que ocurría.
"¿Cómo...?".
Aún así sintió que tenía que esperar.
Pronto entraron sirvientas para guiarlo a limpiarse.
Había vivido en el condado Eleazar como hijo de esa familia por un tiempo, nunca había recibido tanta atención en su corta vida.
Incluso la habitación en la que estaba era más lujosa que la habitación de los condes mismos.
Entro en el baño y se sorprendió ver un baño parecido a como eran en su vida anterior.
'Esta es la diferencia de un duque y de un conde'.
La diferencia era abismal.
Me deje llevar aunque solo sea por un momento.
El baño era grandioso.
Despues me dieron ropa para cambiarme.
Por primera vez en mucho tiempo me sentí renovado.
Relajado que incluso quería dormirme por una semana entera.
Guarde mis dos bolsas dimensionales que poseía.
No podía bajar la guardia de todas formas.
Más tarde sonó la puerta de la habitación y el mayordomo entro.
"El duque Ix a llegado".
"Venga conmigo por favor".
Asentí esperando mi futuro.
Camine detrás del mayordomo y miré a otro hombre de cabello blanco pero con unos ojos morados profundos.
El duque Ix era más extraño.
"...."
Nos miramos y fue cuando recordé la etiqueta.
"Saludos a su excelencia el duque ".
Henrick frunció el ceño y dijo.
"Cuando me conociste no me saludarte así".
Atónito miré al hombre que se parecía a mi
De gro de mi decia, no mereces que te saludé así.
El duque Ix sonrió y dijo.
"Es increíble el parecido tuyo con este niño".
"Vayamos a una sala y veamos que dice la magia".
Todos entramos a una sala de estar mientras Andrés Ix sacaba dos frascos.
"Bien, Henrick".
"Si duque".
El duque Ix suspiro y dijo.
"Tenemos el mismo título, llámame Andrés".
Henrick hizo una mueca pero asintió.
"...Bien".
Sin embargo Andrés no lo dejo pasar.
"Si la emperatriz se entera que aún ko te acostumbras a tu nueva posición se va a enojar".
Henrick asintió.
*Es posible que te de ella misma misiones más de tus responsabilidades".
Henrick puso una gota de su sangre en uno de los frascos y menciono.
"No creo que lo haga".
"Pero el emperador si lo hará solo para molestar, creo que hay una ¿Rivalidad? Entre ustedes".
Andrés dijo recordando como el emperador estaba molesto solo con la presencia de él.
"Por favor".
Andrés estiró su mano hacia mi, mientras decía cosas casuales hacia Henrick.
Estiré mi mano para que fuera picada con una baja para que saliera una gota de sangre.
Los tres miramos el resultado.
"No es posible que hayas ocultado a un hijo".
Andrés sorprendido dijo mirando al niño.
"¿Cómo es que lo ocultaste?".
"¿Alicia lo sabe?".
Alicia Ahtziry es el nombre de la emperatriz.
Henrick seguía mirando la conectividad de ambas gotas de sangre.
"Apenas me enteré hoy, ¿Cómo lo sabra mi emperatriz?".
Andrés río entre dientes.
"Había escuchado que necesitabas un heredero y bum ahora tienes uno".
"¿No es gracioso?".
Henrick asintió pensando lo mismo.
"Bien".
El duque Ix se levantó y miró al niño.
"Saludos al joven maestro del ducado Sak, espero que nos llevemos bien".
Con esas palabras me observó desde su lugar.
Yo tenía un reseteo de sistema.
¿Ese sujeto es mi padre?.
Ahora entendía porque lo trataba de ese modo.
Sin embargo aún no podía dejar de desconfiar en el.
Me levanté y asentí al duque Ix.
"Gracias, duque Ix".
El duque Ix asintió conforme y volteo a ver a Henrick.
"Bien, es hora de que me vaya".
"Recuerda que habrá una junta de nobles sobre el tema del nuevo duque".
"Creo que será una pelea a todo su esplendor".
Desde donde estaba observé.
"¿Pelea?".
Pregunté pensando que podría haber una guerra o algo así.
"Si, los nobles se comerán entre ellos en especial los magos".