Tormenta Del Corazón

Silvana despertó con los rayos del sol en el rostro, su esposo se daba una ducha, para ir al trabajo.Se levantó y fue directo al baño, miro a través del cristal de la regadera el escultural cuerpo de su esposo, se dijo así misma que había tenido mucha suerte en tener un esposo tan sexi y con un cuerpo dé Infarto.

Él al percatarse de su presencia sonrió la miro y le dijo:

Gibran: Cariño te pierdes del agua caliente, ven te hará bien y te refresca.

Silvana: Vaya, vaya, creo que estamos insaciables este día querido, no te basto en no dejarme dormir anoche?

Gibran soltó una enorme carcajada, era cierto no la había dejado dormir, pero nunca se cansaba de ella, de mirar su sonrisa, sus sonidos al hacerlo con ella eran fantásticos, su rostro de placer y ese sonido de sorpresa al estar juntos en 1 solo cuerpo lo volvía loco, todo eso nunca antes lo había sentido era magia pura.

Gibran: Cariño, nunca me cansaría de estar contigo, anda ven únete a mí en la ducha.

La tomo de una mano y la beso con pasión en la ducha, decidieron hacerlo ahí mismo, estaban solos y tenían derecho a disfrutar del placer de ser esposos.

Un rato más tarde, se despidió de Silvana y se fue al trabajo, Gibran le dijo que podía cambiar cualquier cosa que quisiera en todo ámbito, y que no olvidará contratar a un nuevo personal. Para que así ella pudiera centrarse en la comida y el niño.

Silvana: Gibran, crees que pueda volver a estudiar y terminar la escuela?

Gibran: Cariño nada me haría más feliz que verte realizada, busca una escuela y me avisas de acuerdo?

Silvana: Claro que sí lo haré pronto, gracias Gibrán.

Gibran: No me agradezcas, qué mejor cocina ese pastel de papas tan delicioso que solo tú sabes hacer de acuerdo?

Silvana: En marcha el pastel de papas, será delicioso, cuando vuelvas a casa estará hecho.

Gibran: Gracias, hermosa te veo en la tarde.

Gibran sonrió y beso a Silvana en los labios y salió rumbo al trabajo.

Ella se sentía feliz, en su nueva vida, sentía tan real ese matrimonio, él hacía mucho para que se sintiera cómoda en todos los sentidos, aún a pesar de Sharon.

Comenzó, por buscar al personal nuevo, para esto le pidió ayuda a don Carlo, el jardinero, el gustoso accedió a ayudarla, lo siguiente fue hacer el pastel de papas que Gibran quería y se dijo así misma, manos a la obra.

Mientras tanto en la oficina de Gibran, una super modelo llegaba a hacer acto de presencia, le dijo a su secretaria:

Sharon: Quiero ver a mi esposo, ahora.

Secretaria: Me daría unos minutos, el señor está en una videollamada importante.

Sharon: A ver gata, creo que no oíste, dije que quiero ver a mi esposo, lo entiendes? O eres estúpida?.

Secretaria: Ya le dije que Gibran está ocupado, y no está para sus tonterías.

Sharon: vaya, vaya, vaya, la gata se siente Leona Reina, mira estorbo, no te pregunté si estaba ocupado, quiero ver a mi esposo pero ya mismo. Y otra cosita gata, de cuando acá tuteas a mi marido?, no te des la autoridad que no te corresponde, ve fijándote cuál es tu lugar ok gatita?

La secretaria miró con rabia a Sharon, si sabía que Gibran se había casado, no conocía a la mujer, pero ella haría lo posible por ganar su amor y su dinero claro.

No toleraba la idea de que otra le arrebatará lo que consideraba de ella. Le había costado mucho llegar a ese puesto, tuvo muchos estorbos, que quitar de en medio. Y ahora está mujerzuela corriente, exigía ver a su hombre.

En ese momento Gibran se asomó, por la puerta del despacho, y su semblante cambio de inmediato miro con indiferencia y desprecio a Sharon

Gibran: Salí a ver qué era todo ese ruido, y veo que vienes a molestar a mi personal.

Sharon: Querido, esta no quería dejarme verte, córrela, es una insolente e igualada, no quiero verla más aquí.

Gibran la miro exasperado, y le dijo:

Gibran: Una gran disculpa Miley, no sabía que vendría para acá y aclaro que mi esposa no es ella. Sharon pasa por favor.

Sharon: Claro que puedo ser tu esposa solo que tú no quieres.

Gibran: Al grano Sharon, espero que hayas pensado en mi propuesta, qué decidiste?, y rápido que estoy enviando un mensaje a mi abogado, para que venga a mi despacho con los documentos.

Sharon: Pues he decidido que quiero 20 millones y firmaré lo que digas.

Gibran: Me quieres ver la cara? Ese no es el trato, de 5 millones y ni un poco más. ¿Lo tomas o lo dejas?

Sharon:Está bien dame tus papeles, para firmarlos.

De pronto tocaron la puerta, el abogado, James Camacho, entro a la oficina.

James: Con tu permiso Gibran, aquí traigo los documentos.

Gibran: Adelante amigo, entregárselo a la señora.

Sharon tomo los papeles y comenzó a firmarlos, sin leerlos, al terminar le dijo a Gibrán:

Sharon: Listo dame el dinero, quiero los 5 millones en mi cuenta.

Gibran sonrió, no pensó que fuera tan fácil, dio un clic y aparecieron los 5 millones en la cuenta, hecho esto salió corriendo y grito de alegría.

Al salir se detuvo y vio a la secretaria Miley y le dijo:

Sharon: Listo querida gatita, quédate con tu jefe, adiós y hasta nunca miserable gata arrabalera.

Al fin tendrían un nuevo amanecer, de opulencia, a como ella estaba acostumbrada.

Y eso solo era el comienzo de todo lo que vendría.