La Villana Desea Su Venganza, Y También Al Villano

Sin pensarlo bien, ambos duques con la mirada se ponen de acuerdo en lo mismo.

—Bien no tiene que trabajar, ellos se irán a vivir con nosotros, pero solo podemos tener una hija, ellos en cambio serán tratados y educados bien, pero solo podemos tenerte a ti como nuestra hija — dice el duque con cariño y la niña le da un beso en la mejilla a su padre en señal de gratitud.

Martha al escuchar lo que pretenden hacer esos duques, quiso protestar, pues si los niños se van con esas dos personas en compañía de esa mocosa, ella está perdida, y sus ingresos se irán a cero, y tendrá que trabajar para mantenerse a si misma, y también para mantener a Jazmín.

—Disculpe mi atrevimiento, pero no puedo entregar a esos niños así nada más, ellos también son mi familia. Puedo darle a Jazmín para que le haga compañía a la niña, pero todos los niños no pueden irse con ustedes — dice la mujer y Verónica comienza a llorar.

—Padre ellos son también mi familia, ellos no pueden estar aquí sin mí, quien les dará comida, si no estoy, ellos irán a trabajar, Jazmín no puede ir con nosotros, ella es hija de la cuidadora— dice la niña con los ojos llenos de lágrimas, mientras muestra el certificado de nacimiento a su padre, este al verlo, lo arrugó como una bola de papel y lo tiro al suelo.

La duquesa al escuchar semejante barbaridad, ardió en ira y se le fue encima a Martha y le dio una paliza épica. 

La mujer quiso defenderse, pero le fue peor, pues aquella duquesa se enojó aún más, las dos doncellas de Martha quisieron defender a su ama, pero optaron por esconderse, ya que si se meten en el asunto, también recibirán un castigo.

Como resultado de la paliza, Martha terminó en el suelo, arruinada totalmente y con el cuerpo adolorido.

El duque tuvo que bajar a Verónica de sus brazos, para ir a sostener a su esposa la fiera, pues teme que mate a aquella mujer.

—Mujer emisaria del mal, como pones a trabajar a esos pobres niños, me encargaré de que no puedas ver la luz del sol, al irnos de aquí, te íbamos a pagar por cuidar de mi hija, pero ya veo que todos estos años te aprovechaste de ella y de estos pequeños, no mereces nada— dice ella y luego de eso carga a su hija, y le ordena a todos caminar.

Aquellos niños al ver tal cosa salieron tras los duques y Verónica, dejando allí solo a Martha y a su hija, quienes lloraban por la situación.

Martha no sabe qué salió mal, pues su plan no tenía fallas, claro, el plan era bueno, es solo que al morir la verdadera Verónica, otra persona más inteligente tomó su lugar, y esa persona no se detendrá hasta tomar venganza en contra de quienes le hicieron daño a la pobre niña.

De parte de los duques

Estos al ver la cantidad de niños que irían con ellos, mandaron a rentar unos cuantos carruajes, puesto que, ellos andaban con uno solo.

Unos 5 carruajes fueron rentados y en ellos entraron todos los niños, quienes estaban curiosos por saber para donde iban.

Los más grandes, que eran unos 5, trataban de mantener tranquilos a los más pequeños.

Ya en el carruaje, Verónica fingiendo ser linda, convenció a sus padres de dejar ir a Martha. Pues claro, ella será quien le dé una lección; después de todo, Martha es la bruja mayor y debe ser tratada como tal.

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Dos horas más tarde, ya todos llegaron a la mansión, en dónde estaban reunidos un grupo de sirvientes y la mayor parte de los caballeros del ducado, todos estaban emocionados por conocer a su joven señorita.

Solo no estaban felices María la jefa de doncellas, su esposo el suplente del mayordomo fallecido, y su hija Josefina de 16 años.

Josefina, debido a que los duques habían perdido a su hija, fue tomada por ellos y la educaron como una noble, Josefina tenía esperanzas de que ellos la adoptarán como su hija, puesto que, por más que la buscaban, no la encontraban y ella dio por hecho que sería la señorita de la casa Duarte, y hasta dentro y fuera de la mansión, se aprovechaba de las influencias de los duques, para obtener beneficios y tratar mal a quien a ella le plazca.

Aquella joven hasta en los círculos sociales, alardeaba de que aquellos duques la tomarían como su hija, y sus amistades la llamaban la joven señorita Duarte, y eso elevo el ego de dicha joven, y esta en su mente daba por hecho que así sería.

Pero de un día para otro aquellos duques obtuvieron una nueva pista y comenzaron a seguirla, hasta que hace unos días dieron con el paradero de su hija, lo que significa, que a ella se le terminó su mundo de comodidad.

Confabulada con sus padres, ella planeó hacerle la vida imposible a aquella niña estúpida; sus padres también estaban de acuerdo.

Josefina se sentía parte de la familia Duarte, cuando en realidad es solo la hija de los criados.

Cuando los duques y Verónica se desmontaron del carruaje, los niños también lo hicieron, y eso causó asombros en los allí presentes, pues ellos esperaban ver solo a una niña, y no a 15. 

En cuanto estuvo frente a sus empleados, el duque Duarte pidió la palabra.

—Esta pequeña que ven aquí, es la pequeña ama de esta casa, la primera persona que le falte el respeto a ella, se irá a la cárcel, ya suficientes cosas malas le pasaron a mi hija en ese orfanato, como para que aquí en su casa también le pase cosas malas. Estos niños que ven aquí, son sus amigos y ellos también deben de ser tratados bien y a partir de hoy vivirán con nosotros, espero no recibir quejas de su mal servicio, pues a la primera queja, recibirán un castigo — dice el duque y la duquesa habla también

—Ya escucharon a mi esposo, den lo mejor de ustedes y todo estará bien, conozcan su lugar como empleados, y eviten ser castigados — dice la duquesa y todos los empleados hacen una reverencia y eso incluye a aquella familia, estos se encontraban furiosos, ya que no le agrada la idea de servir a gente de baja calaña, pues no se sabe, que mañas tengan.

Cuando la duquesa terminó de hablar, ella mandó a que preparen las habitaciones de los niños, y le asignó a cada uno un sirviente, ese estaría a cargo del cuidado de aquel niño que le tocó.

Solo faltaba que Verónica tenga doncella, y para esa tarea, la duquesa dejó Josefina y a su madre, cosa que fue bueno para ellas, ya que lo que tienen planeado hacer, es hacerle la vida de cuadritos a esa huérfana mugrienta.

Por ese día, ambas mujeres no hicieron nada, pues sería sospechoso que nada más llegar a casa de los duques, aquella muchachita sufriera un incidente.

Por eso, ellas de buena voluntad mostraron alegría fingida al ser asignadas como sus sirvientas.

La primera noche que duró la joven en la mansión, ambas eran muy amorosas con ellas y se portaban de lo más amable, cosa que hizo que Verónica se ponga alerta, pues ella nota que su actuación es más falsa que peluca china.

Los niños por su parte estaban siendo atendidos por los sirvientes del duque, y estos les servían bien, sin fingimiento alguno.

Los duques al día siguiente de la llegada de su hija, se volvieron locos comprando regalos para ella y también para los niños, pues gracias a esos pequeños su hija está muy feliz.

Al igual que Verónica, los niños recibieron mucha ropa y todo lo que necesitaban.

Todo en la mansión parecía estar bien, pero después de una semana, las cosas para Verónica se empezaron a complicar, y las dos sirvientas que le tocó, se empezaron a portar mal.

Sin saber que eso le saldrá caro, ya que aquella niña, no es una niña que se deje intimidar.

———Nota———

Hola, he llegado con los capítulos de hoy, estuve ocupada durante el día, pero ven que yo siempre me escapo y les doy sus capítulos.

Es todo por hoy, no dejen dejar su apoyo, haciendo esto, mi historia es tomada en cuenta por esta app.

Nos vemos el lunes si Dios quiere, tenga un lindo fin de semana

Les estoy preparando capítulos llenos de emoción

(Bye)