Nuestro Destino

—Emiliano: me mandaste a llamar Violeta. (Dijo sonríete)

—Violeta: si quería hablarte de Max, creo que debemos hablar con los abogados que tenemos a nuestra disposición para estar preparados, no sabemos con qué saldrá Max de nuevo. (dijo mientras veía algunos papeles)

—Emiliano: está bien, mañana me pondré en contacto. (Dijo tranquilo)

—Emiliano: Violeta crees que podría dormir aquí esta noche, es que estoy algo cansado. (Dijo mientras apretaba sus ojos una y otra vez)

—Violeta: claro Emiliano siéntete como en tu casa la habitación de invitados siempre está disponible. (Dijo muy amablemente)

—Emiliano: Violeta, gracias por ser como eres conmigo y por eso quiero que sepas que lo que dije más temprano es verdad, yo quisiera que me dieras la oportunidad de hacerte feliz. (Dijo tomándola de la mano)

—Violeta: Emiliano fui siempre he sido sincera contigo y lo haré ahora desde que conocí a Max me sentí atraída por él y por eso estuve con él sin compromisos aunque él está haciendo lo que hace conmigo ahora en el fondo sé que siempre lo amaré y no voy a estar contigo solo para olvidar a alguien tú eres mejor que eso. (Dijo tocándole el rostro como un gesto de cariño amistoso)

—Emiliano: cuando estés lista espero que me des la oportunidad y no te arrepentirás. (Dijo sonriendo mientras se ponía de pie para ir a la habitación de invitados)

—Violeta: que descanses. (Dijo sonriendo)

—Emiliano: tú también, (dijo mientras salía por la puerta)

Después que aquel encuentro Violeta no supo mucho de Max, pues él ahora estaba bajo perfil sus enemigos comenzaron a buscar el porqué estaba tan ausente, pues, se habían corrido rumores de que tenía una familia y como había muchos enemigos a los que él arrebató el derecho a tenerlas si esto era verdad ellos se cobrarían diente por diente.

Al día siguiente Violeta se despertó temprano a darle el biberón a los bebés, pues, a ella le encanta levantarse temprano a ayudar a la señora Cecilia con los niños antes de ella salir, después de ellos dormirse volvió a su habitación y se entró en la ducha tomó un baño y se alistó para salir hacer algunas cosas y luego almorzar con Amanda ella sigue siendo sencilla, pero bonita y eso es lo que a ella tanto la caracteriza, así que optó por vestirse como a ella tanto le encanta, pero ahora ella le da un toque de sofisticación.

Después de salir de casa y hacer varias diligencias se encontró con Amanda en el restaurante de comida Coreana, pues, está era la comida favorita de ambas y disfrutaban comerla juntas.

—Amanda: esta comida está deliciosa. (Dijo mientras comía muy a gusto)

—Violeta: verdad que si, como es que algunas personas no les gustan estos manjares son como placeres de la vida. (Dijo mientras lamía sus dedos y disfrutaba de su comida)

Pasaron 3 meses y Violeta aún no sabía nada de su esposo, pero ella no se preocupaba por eso aunque muy en el fondo quería saber qué pasaba con él y porque no había ido a ver los niños

Mientras Amanda y Violeta disfrutan de una buena charla poniéndose al día ambas Max está haciendo algunas diligencias él decidió dejar las cosas con Melissa porque ella se estaba poniendo algo intensa y paranoica, pero de vez en cuando la veía para saciar sus ganas y él se había ausentado porque estaba investigando la vida de Violeta y todo lo que encontró para él fue una tremenda sorpresa.

—Max: papá porque no me lo dijiste. (Dijo furioso)

—Fabián (padre de Max): a caso tengo que contarte todo, hasta lo que se ve a simple vista. (Dijo mientras tomaba whiskey)

—¿Max: por eso ella siempre está protegida, pero porque antes no lo estaba? (Pregunto intrigado)

—Fabián (padre de Max): porque antes de que le destrozaras el corazón ella no quería el mando de todo este mundo. (Dijo tranquilo)

—Max: entonces tenías que callar también que ella y su mamá son nuestras más fuertes aliadas, cuando la conocí la traté mal y ahora estoy avergonzado. (Dijo preocupado)

—Fabián (padre de Max): de qué te avergüenzas si quisiste actuar como un altanero como que eras el único dueño del poder, niños. (Dijo tomando otro sorbo de whiskey)

Rin Rin (notificación celular 📲)

📲-Melissa: necesito que vengas es urgente.

—Fabián (padre de Max): es aquella mujer verdad, la golfa con la que te acuestas. (Dijo seguro de sí mismo)

—Max: papá por favor no quiero discutir por eso, ahora me tengo que ir. (Dijo mientras caminaba para irse)

—Fabián (padre de Max): ella será tu perdición y te darás cuenta cuando pierdas a la mujer que en verdad debería estar a tu lado. (Dijo mientras terminaba su whiskey)

Max salió de la casa se subió en su auto y a toda prisa llegó a casa de Melissa para encontrarse con la noticia de que en realidad ella le mandó ese mensaje sin tener ninguna urgencia, él llegó a la torre y subió rápidamente al apartamento.

—¿Max: que pasó Melissa? (Pregunto con su arma en la mano)

—Melissa: amor no pasa nada tranquilo. (Dijo sonriendo)

—Max: me estás diciendo que me escribes de urgencia por nada. (Dijo mirándola fríamente)

—Melissa: claro que te hable por algo necesito que me ayudes a elegir mi vestido de esta noche para ir a conocer a tus padres, después de todo nos vamos a casar. (Dijo alegremente)

—Max: ya te dije que no vas a conocer a los padres además no me puedo casar contigo porque ya estoy casado como es que no entiendes eso. (Le grito enojado)

—Melissa: me dijiste que te divorciarías y llevo meses esperando y ni siquiera me dices que va a pasar con nosotros. (Grito también enojada)

—Max: disculparme Melissa, pero esta vez no puedo complacerte, creo que deberíamos dejar las cosas ya definitivamente. (Dijo tranquilizándose)

—Melissa: que, a caso me dejaras por aquella zorra que dice ser tu esposa. (Dijo enojada)

—Max: ella no dice ser mi esposa Melissa ella lo es, todo es real estás como en otro mundo y por eso lo puedo estar contigo estás completamente loca. (Dijo caminando hacia la puerta para irse, y Melissa saca una pistola)